Berlusconi cambia de opinión, entre lo celestial y lo terrenal
ROMA.- Cambia, todo cambia. Y algunos se convierten, como el ex premier italiano y magnate Silvio Berlusconi. A los 77 años, mientras una vez por semana visita un centro de ancianos de Milán para cumplir una condena por fraude fiscal, soprendió hace unos días al manifestarse en favor de los derechos de gays y lesbianas. "La de los derechos civiles para los homosexuales es una batalla que en un país realmente moderno y democrático debería ser un compromiso de todos", dijo el Cavaliere, famoso por sus salidas sexistas y homófobas.
En noviembre de 2010, en medio del escándalo Ruby, había dicho: "Mejor apasionarse con chicas lindas que ser gay". Aunque en su carrera hubo más frases por el estilo: "En Italia son santificados solamente los comunistas y los gays", había dicho en 2005. Y en 2008: "Mejor ocuparnos de infraestructura y transporte que de homosexualidad".
¿Qué le pasó a Silvio? ¿Hubo una conversión? Al parecer, fue influido por dos personas: el papa Francisco y su "quién soy yo para juzgar a los gays". Pero más aún, por Francesca Pascale, su novia oficial -de 29 años, acusada de ser lesbiana por una ex amante de Berlusconi-, considerada ahora la "Richelieu" del hombre que dominó la política italiana por más de veinte años y una "Evita napolitana".
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