Avenida Impunidad
"A partir de hoy Radio Nacional volverá a llamarse Radio Mercedes Sosa".
(De Alberto Fernández.)
Alberto anunció orondo en Tucumán que Radio Nacional volvería a llamarse Mercedes Sosa. ¿Cómo se llamaba la radio? Mercedes Sosa. La jefa de los espías, Cristina Caamaño, le cambió el nombre a la sede de la AFI para que no se siguiera llamando Martínez de Hoz. La resolución señala a un Martínez de Hoz que la historia confirma que no es ni quien la AFI critica y que ni siquiera estuvo donde los fundamentos de la medida dicen que estuvo. El intendente de la ciudad El Carmen, en Jujuy, Rodolfo Torres, plagió parte del parlamento de la película Día de la independencia para su discurso del 9 de Julio. ¿Un película sobre la historia de nuestro país? Ni siquiera eso. Aquel film, estrenado en Hollywood en 1996, daba cuenta de una invasión alienígena en la Tierra.
No son mala gente. Están confundidos. Lo de la imposición de nombres es un clásico de la Argentina. Rebautizamos tantas veces calles, avenidas, rutas, pasajes y estaciones que nos desorientamos. Antes de que medio país se llamara Néstor Kirchner, por ejemplo, a los lugares les imponíamos nombres de estadistas de los que creíamos que merecían esos homenajes. Pues no. O ya no.
Tampoco hace falta inaugurar una avenida para honrar a un prócer. Sin ir más lejos, hace poco se habilitó en Azul un parador para aseo de camioneros llamado Axel Kicillof. No tendrá mucho glamour, pero en época de pandemia el aseo es todo.
Leandro Alem no siempre fue Leandro Alem. Antes, ya sea en toda su extensión o en algunos de sus tramos, se llamó Paseo de Julio, Paseo de la Encarnación, Paseo de la Ribera y Paseo de la Alameda. A Balbín le pasó algo parecido. Fue Camino del Medio, Calle de las Carretas, Camino a las Lomas de San Isidro y Del Tejar.
Previamente, Eva Perón se denominó Camino de la Campana, Alberdi, Campana, Del Trabajo y Quirno Costa. Y Juan Domingo Cangallo es la simpática aleación política que encontraron quienes se resisten a llamar Perón a la vieja Cangallo, que también fue Monasterio Viejo, De la Merced y Sáenz Valiente. Cómo no equivocarse.
Seguramente, vendrán más cambios. Pronto caminaremos por la calle De Vido, doblando por Baratta hasta el bulevar Boudou. De ahí, a la avenida Echegaray, cruzando por Cristóbal y siguiendo porLázaro hasta D’Elía. Y entonces sí, por Josecito López, directo al santuario Nuestra Señora de la Impunidad.