Autorretrato: Ananké Asseff
Mientras exhibe la muestra Soberbia en la galería Rolf Art, la artista cuenta en primera persona cuáles son las claves para entender su obra. Fotografías, instalaciones y performances comparten la misión de convertirse en "un acto de reflexión"
Desde dónde miramos
Me fascina indagar la construcción identitaria. Pensar desde dónde miramos, qué vemos y qué no. Qué tenemos frente a nosotros y no podemos ver. Siempre trabajo con la subjetividad de la mirada. En mis obras, aunque aparezco en las fotos o en las performances, nunca busco ser autorreferencial: llevo los planteos a un plano universal. La fotografía, para mí, es el medio por excelencia: toma la realidad con mi subjetividad. No existe la realidad en sí misma: lo que yo veo es distinto de lo que ve otra persona.
Lo que no podemos ver
Pensando en lo que tenemos frente a nosotros y no somos capaces de ver hice Campos de realidad I, II y III, con planos grises que ocluyen la foto: se trata de un plano geométrico de pintura gris aplicado sobre el acrílico del enmarcado en la parte interna. En otras series, plegué las fotos o las doblé tapando un sector. Con esta búsqueda fui hacia la abstracción, que para mí representa una síntesis muy profunda. Ocluir y tapar la escena son distintas formas de esconder información. Le quito al espectador el punctum con el cual se relaciona: no puede ver la escena de la foto sino sólo la periferia. Esta decisión implica un acto de renuncia: poner en cuestión la fotografía.
Un acto de reflexión
Soberbia es mi muestra más radical y medular: está integrada por una audioinstalación, una videoperformance, un políptico y un retrato. Una de las frases que me acompañaron en esta serie de fotografías, realizadas con una técnica que desarrollé, es: “Sobre la dificultad de ver lo que no queremos ver”. En esta serie hay dolor, hay sufrimiento. Podría decir que en ocasiones es social; en otras, autoinfligido. Pero me interesa que el espectador genere relaciones propias, desde sus propias vivencias. Quiero que mi obra se convierta en un acto de reflexión. La soberbia me interesa en sus múltiples dimensiones, tanto en los aspectos vinculados con el individuo como en el plano político y social: creo que es la razón de la locura en la que vivimos.
Límites difusos
En mi obra hay un límite difuso entre realidad y ficción: me gusta hacer todo vivencial y performático. Cuando hicimos la videoperformance Constelaciones, en la que participamos diez personas en un espacio cerrado que comenzó a inundarse con agua que ingresaba a presión, la única consigna que teníamos era resistir. Ninguno de los que participamos sabíamos cuánto tiempo duraría la acción y hasta dónde llegaría el agua. Soportamos el agua a presión y temperaturas muy bajas durante media hora. Terminé la performance con hipotermia.
Poderosa naturaleza
Desde chica tuve contacto con la naturaleza: nací en Buenos Aires, luego viví en Misiones y en Córdoba. En un momento la naturaleza llegó a ser mi Dios. Ya en Retazos del paraíso me centré en cómo experimenta cada uno el paisaje según su subjetividad. Esta serie la hice en paralelo con la de las armas: necesitaba aire y belleza. En las series Campos de realidad I, II y III, trabajé con paisajes de la naturaleza que no tienen una referencia: son sitios que el espectador no puede reconocer. Busco que no se distraiga con información que no es relevante, sino que se conecte intensamente con la propuesta.
Violencia
La relación entre víctima y victimario es un tema clave en muchos de mis trabajos. Ya en Potencial, abordé el tema del miedo y la violencia con una veintena de retratos de personas y parejas de clase media y clase alta con sus armas. Hasta ese momento, las armas y la tenencia de armas estaban vinculadas con la clase baja. Contactarlos y lograr que aceptaran posar demandó tiempo. Yo también estaba frente a ellos con un arma: mi cámara.
Espectador activo
La muestra actual requiere que el espectador se disponga a entrar en la obra, que haga una pausa. Es silenciosa. La videoperformance My Enemy? Conversaciones con Eadweard y la audioinstalación en loop Variaciones en presente perfecto le piden un esfuerzo, que asuma un rol muy activo. Hay que acercarse a las fotos para descubrir las imágenes casi imperceptibles, en gris sobre fondo gris.
Producción: Marina Oybin