Auspiciosa misión en la Argentina
El próximo arribo a nuestro país de la canciller alemana, Angela Merkel, es una auspiciosa oportunidad, tanto para el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con un país de notable liderazgo como para reflexionar sobre la relevancia de la figura de tan ilustre visitante.
Que hoy esté al frente de las máximas responsabilidades de gobierno una mujer formada en Alemania Oriental habla a las claras del éxito del proceso de reunificación de su país. Un éxito que muestra las posibilidades que ofrece el cogobierno para establecer y mantener a lo largo del tiempo políticas de Estado. Recordemos que Alemania, a través de sus grandes coaliciones de partidos, es ejemplo por antonomasia de políticas consensuadas capaces de resolver los graves problemas nacionales, superando situaciones conflictivas.
Fruto de la práctica institucionalizada del cogobierno como política de Estado, de la cual la canciller Merkel ha sido artífice y promotora, Alemania es hoy una de las principales potencias tanto de la Unión Europea como del mundo. Por la fortaleza de su economía, acompañada por la solidez institucional y por políticas de transparencia administrativa, su país constituye hoy un ejemplo en más de un sentido.
Es de destacar el rol del gobierno de Angela Merkel en defensa de una Europa unida ante el embate del Brexit o los ataques que recibe de otras latitudes. También lo es su compromiso con la paz en el mundo y la lucha contra los terrorismos internacionales. Recordemos el importante papel que tiene Alemania en las misiones para enfrentar al llamado Estado Islámico. Cabe resaltar que, a pesar de las resistencias que encuentra desde distintos ámbitos en Europa, su gobierno ha sabido, con las contradicciones propias de las sociedades modernas, mantener abiertas las puertas a los migrantes de otras regiones afectadas por graves conflictos. No menos relevante es su defensa de acuerdos y políticas referidas al cuidado de la ecología, que de manera injustificable ha abandonado la actual administración estadounidense. Su apoyo al Acuerdo de París demuestra que el desarrollo industrial intensivo, moderno y eficaz no tiene por qué estar reñido con mejores prácticas hacia el medioambiente y la calidad de vida de la humanidad.
A estos antecedentes que explican de por sí la relevancia de nuestra visitante se agregan otros factores no menos significativos. El rol de cooperación de Alemania con América latina, a través de instituciones como la Fundación Konrad Adenauer y la Fundación Friedrich Ebert, entre otras, o en proyectos tecnológicos (como fue en su momento la construcción de la central atómica Atucha I).
Todo esto es motivo para seguir con atención las reuniones que mantenga durante su estadía, en particular lo relacionado con la próxima reunión del G-20, grupo internacional que actualmente preside Alemania. Este viaje es una misión de anticipación y resalta aún más el interés de su presencia entre nosotros.
Al mismo tiempo que invito a dar la más cálida bienvenida a la Argentina a la canciller Angela Merkel, hago votos para que prosperen las conversaciones que mantenga con nuestras autoridades tanto para intensificar una venturosa relación económica y de cooperación entre nuestras naciones como en lo referido a los temas que hacen a la agenda internacional.
Ex presidente de la Nación