El archivo universal
La Babel ilustrada: obras de la Colección Fortabat se sumaron esta semana al Google Cultural Institute, que exhibe online patrimonio de mil instituciones culturales
Acercarse a una obra de arte hasta ver cada pincelada o las pequeñas grietas generadas por el paso del tiempo. Entrar en los principales museos y teatros del mundo y recorrerlos vacíos, a cualquier hora. Crear una colección virtual propia, sin costo alguno, y compartirla en las redes sociales. Todo eso y más permite el Google Cultural Institute, una ambiciosa iniciativa que esta semana cumplió cinco años y que ya abarca mil instituciones culturales de más de sesenta países.
Entre ellas, la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, que se sumó días atrás con 59 obras de artistas como William Turner, Pieter Brueghel II, Prilidiano Pueyrredón y Fernando Fader. O la Usina del Arte y el Teatro Colón, con sus puertas abiertas las 24 horas: desde diciembre, gracias a la tecnología Street View, es posible recorrerlas en forma virtual con visión de 360 grados.
También el año pasado se inauguró la primera visita de este tipo a la Bienal de Venecia, se sumaron fotografías y videos de las performances realizadas durante la Bienal BP15 y se amplió el registro del circuito porteño de Street Art con trabajos realizados por artistas a cielo abierto en Vicente López.
Este museo de museos nació en el escritorio de Amit Sood, un joven criado en la India, que se propuso democratizar la oportunidad de acceder a las principales instituciones culturales del mundo a través de la tecnología, sin fines comerciales. Lo logró gracias al llamado "proyecto del 20%", una posibilidad que ofrece Google a sus empleados de invertir el 20% de su tiempo laboral en trabajos no relacionados con sus principales responsabilidades.
Hoy, desde París, Sood dirige el Google Cultural Institute, que no sólo abarca su Art Project inicial sino también valiosos registros históricos y de patrimonio de la humanidad. "La principal pregunta que me hacen es: ‘¿Hiciste esto para reemplazar la experiencia de ir a un museo?’ Y la respuesta es: ‘No, lo hice para complementar la experiencia’", aclaró en una charla TED ofrecida en 2011, ya convertido en una celebridad.
En esa oportunidad dejó sin habla a los asistentes al guiarlos en forma virtual por los pasillos vacíos del Museo Metropolitano de Nueva York hacia una de sus obras preferidas, Los cosechadores de Pieter Brueghel el Viejo. Con la tecnología Gigapixel, que permite almacenar imágenes de unos 10.000 millones de píxeles, reveló detalles de una escena secundaria de la pintura que deben haber pasado desapercibidos a muchos expertos en arte.
"Todas estas cosas increíbles no provienen de Google ni de los museos, sino de los artistas –observó Sood–. Espero que con este medio digital hagamos justicia a sus obras."
Colecciones para todos
Una de las grandes ventajas de esta herramienta es que cualquiera puede convertirse en curador y tener una colección propia, gratis, con algunas de las obras de arte más valiosas de la humanidad. Lo único que se necesita es tener acceso a Internet y una cuenta de Gmail o una aplicación de Google. Compartir esa colección de imágenes por mail o en redes sociales, una de las claves de esta era, también es posible con un simple clic. Algo que seguramente agradecerán los profesores de Historia del Arte, que hasta hace algunos años debían dedicar horas a preparar sus clases con diapositivas.
Aunque también hay limitaciones. Directivos de la Colección Fortabat explicaron a La Nacion que el Google Cultural Institute sólo incluye 59 de las 600 obras de su patrimonio debido a que las demás tienen restricciones de derechos de reproducción. Para que una obra sea de dominio público, según cada país, deben transcurrir entre 50 y 70 años desde la muerte del artista.
"Publicar obras de arte contemporáneo es más difícil por el tema de los derechos de autor. Incluso para reproducir obras de Street Art hay que pedirles permiso a los artistas", señaló a La Nacion Florencia Bianco, gerente de Comunicaciones Corporativas de Google Latinoamérica.
Hasta ahora, eso no parece haber sido un gran obstáculo. A través del Google Cultural Institute se puede acceder a muchas obras de arte callejero de las principales ciudades del mundo. Esto suma valor al sitio como archivo, ya que estos trabajos suelen ser efímeros.
¿Cuál es la aspiración a futuro? "Integrar toda la diversidad del mundo del arte", adelantó Bianco. Eso implica abarcar el teatro, la danza, la música y la ópera, y ampliar los recorridos en 360 grados a la mayor cantidad posible de instituciones culturales. Además, dentro de un tiempo, tal vez no sólo podamos recorrer el Teatro Colón sin movernos del hogar sino también subirnos virtualmente al escenario con los artistas.
Cómo crear y compartir una colección virtual:
- Si no se tiene cuenta de Gmail (o Google Apps), crear una
- Ir a www.google.com/culturalinstitute
- Ir a Art Project
- Buscar obras -ej.: The Starry Night, Van Gogh- y guardarlas apretando el signo +
- Ir a Mis galerías y crear una nueva galería (se puede poner nombre y descripción)
- Agregar obras a la galería, arrastrando y soltando las imágenes guardadas
- Compartir via correo electrónico o redes sociales