Antártida y Océano Austral: es momento de actuar
La Antártida y el Océano Austral albergan una vida silvestre abundante y una naturaleza prístina y única. Gracias a la ciencia, sabemos de su papel vital en la regulación de los ecosistemas globales. En nuestros viajes, hemos descubierto su presencia y fuerza, siendo el corazón del océano. Desde ahí nace su energía, alimentando y nutriendo a través de las corrientes marinas a todo nuestro planeta.
Viajamos en el verano de 2023 para conocer de primera mano los efectos del cambio climático y poner los ojos del mundo en este espacio único, amenazado por la falta de implementación de los compromisos globales que promueven su conservación. Esto es crucial si deseamos legar este tesoro natural a las futuras generaciones.
Durante nuestros viajes, navegamos por las aguas del Océano Austral y visitamos la Península Antártica. Fuimos testigos directos de los efectos del cambio climático, que son una realidad y también una enfermedad que se agudiza con cada minuto que no actuamos.
“Cuando nadé en Bahía Paraíso, frente a la base chilena Gabriel González Videla, le pedí permiso al Océano Austral para nadar en sus aguas. Esa tarde pude sumergirme allí junto a un grupo de pingüinos que me acompañó la primera vez que me metí en aguas antárticas. Mientras disfrutamos del paisaje y de su belleza, uno de los miembros de la dotación del Buque de la Armada de Chile que nos llevó a la Antártida tomó una extraña fotografía de un krill “atrapado” en el hielo. Él no sabía que se trataba de un krill ni mucho menos de su importancia para el ecosistema antártico. Cuando nos mostró la fotografía, sin querer nos revelaba nuevamente la fragilidad de este ecosistema y lo poco que nuestra humanidad sabe de él”, recuerda Bárbara.
“Habíamos escuchado que en algunas partes de la Antártida los glaciares se estaban derritiendo y que su ecosistema estaba siendo alterado por el aumento de temperaturas. Durante nuestra expedición en velero que duró un mes en la zona del Dominio 1 (Península Antártica e Islas Shetlands del Sur), navegamos en busca de olas por varias islas y en todas quedamos sorprendidos por la belleza de sus paisajes y su diversa fauna marina. Pero a la vez, nos conmovió la falta de nieve y cantidad de tierra a la vista, los glaciares manchados, sus ríos que fluyen hacia el mar y lo que más nos llamó la atención fue ver, en la Isla Snow, flora perteneciente al ecosistema subantártico: musgos, pasto y hasta hongos. De esto no habíamos escuchado hablar y al verlo quedamos totalmente sorprendidos”, reflexionan Joaquín y Julián.
La Península es una parte de la región que se calienta dos veces más rápido que la media mundial. Cada verano parece que se registran nuevos mínimos históricos en el hielo marino y nuevos máximos históricos en las temperaturas. Los científicos advierten de que la Antártida y el Océano Austral están alcanzando un punto de inflexión.
No basta sólo con decir que lo que pasa en la Antártida no se queda bajo el paralelo 60°. Es momento de actuar, porque todas las partes deben trabajar juntas para producir un cambio que permita la supervivencia de este frágil ecosistema.
La Antártida no es sólo un continente aislado, es el legado de toda la humanidad. La propuesta de conservación del Dominio 1, presentada por LA Argentina y Chile, es más que un documento; es un compromiso con la vida, un pacto de honor con la naturaleza que nos exige estar a la altura de las circunstancias. No podemos permitir que la Antártida se convierta en un mero recuerdo de lo que fue, ni que el Océano Austral pierda su vitalidad. Es imperativo que nuestra lucha trascienda las palabras y se convierta en acciones concretas.
Nos unimos en esta batalla no como naciones, sino como ciudadanos del mundo, conscientes de que la protección de estos ecosistemas es esencial para el equilibrio climático global. La Antártida es el corazón que bombea vida a través de sus corrientes marinas, y su preservación es la lucha de todos. Es hora de que los compromisos globales se fortalezcan y se traduzcan en medidas efectivas que aseguren la supervivencia de este santuario natural.
La Antártida clama por nuestra ayuda, y no podemos hacer oídos sordos. Con cada expedición, con cada estudio científico, reafirmamos nuestra voluntad de defenderla. Lucharemos con la fuerza de las aguas que la rodean, con la resiliencia de su vida silvestre, y con la pasión de aquellos que han sido testigos de su majestuosidad. Porque en la Antártida y el Océano Austral no sólo está en juego el futuro de un continente, sino el futuro de nuestro propio planeta.
En 2018, Argentina y Chile, nuestros países, unieron fuerzas para presentar una iniciativa enfocada en la conservación del Dominio 1, una región clave en la Antártida.
Este mes de julio de 2024, se llevará a cabo un simposio especial organizado por la CCRVMA en Corea, con el objetivo de impulsar la propuesta de Área Marina Protegida (AMP) en la península Antártica. Este evento se centrará en la gestión sostenible de la pesca de krill en una de las zonas del planeta que más rápidamente se está calentando. Estudios recientes indican que la implementación de la AMP no sólo beneficiaría al ecosistema antártico, sino que también tendría efectos positivos para la industria pesquera del krill, incluso bajo escenarios de calentamiento global futuro.
Esperamos que el simposio culmine en la formulación de un plan para establecer nuevos límites de captura de krill, respaldados por los científicos de la CCRVMA como medida de protección para los depredadores marinos, y que se concrete la designación de la AMP en la reunión de la CCRVMA de octubre de 2024.
Los líderes mundiales se han comprometido a conservar el 100% de nuestros océanos, destinando el 30% a AMP y el 70% restante a través de prácticas de gestión pesquera responsables. La península Antártica representa una oportunidad única para que distintas naciones trabajen juntas dentro de un marco internacional, para alcanzar este objetivo en una región que enfrenta un calentamiento acelerado y una intensa actividad pesquera que afecta negativamente a las especies depredadoras.
El Océano Austral es el escenario ideal para que aquellos líderes que se han comprometido a proteger el 30% de los mares para 2030 comiencen a actuar de inmediato. Las propuestas actuales en discusión podrían llevarnos a proteger casi el 30% del Océano Austral y aproximadamente el 2% de los océanos a nivel mundial. La mayoría de los miembros de la CCRVMA han firmado el tratado de alta mar y han aceptado los objetivos de protección 30X30 establecidos por el CDB. Las propuestas de AMP presentadas en la CCRVMA ofrecen una oportunidad inmediata para lograr avances significativos hacia estos objetivos.
Queremos que nuestros países permanezcan unidos, hoy más que nunca, en la protección de nuestro océano, porque su conservación es un acto de justicia que, como defensores de la Antártica, no abandonaremos.
Vamos juntos, porque hoy es el momento de actuar.
Bárbara Hernández, conocida como “La sirena de hielo”, es una nadadora chilena de aguas extremadamente frías que posee dos récords mundiales de natación. En 2023 obtuvo el Récord Guinness por ser la única persona en nadar más de 2.5 km en el Océano Austral de la Antártida para crear conciencia de la importancia de su conservación. También es miembro del grupo de Campeones de la Antártica 2030.
Joaquín y Julián Azulay, conocidos como Los Gauchos del Mar, son expedicionarios y surfistas que han hecho de sus expedicione, documentales con fines ambientales y de conservación. En 2023, navegaron a la Península Antártica para surfear, documentar y crear conciencia sobre las protecciones marinas en la zona, sobre todo del Dominio 1. Los Azulay también son Campeones de la Antártica 2030.