Amor en el supermercado
Tinder y las aplicaciones de citas ya no son lo eficaces que antes eran, y el amor se ha está poniendo cada vez más difícil de hallar. Por eso el barcelonés Damon Fan propuso una forma de búsqueda amorosa, analógica y discreta: salir a ligar al súper. Lo único que hay que hacer es circular por los pasillos de los supermercados españoles Mercadona de 19 a 20 y con un ananá dado vuelta en el carrito.
Damon tuvo la idea de un encuentro amoroso en que todo es ganancia: en el supermercado se puede conocer al futuro amor y comprar en oferta una botella de champagne. Y nueces, apio, roquefort y pan. Además, comprando de a dos todo es mucho más barato y se ahorra un montón.
En las viejas novelas, los lugares privilegiados de galanteo eran las fiestas, las misas y el teatro. En el siglo XX se agregaron los ámbitos de la fábrica y la oficina. ¿Se viene una temporada de paseo entre las góndolas, como dos enamorados? ¿Nuestros amores futuros tendrán, cada vez más, el sello del capitalismo?ß
Algo más...
Un grupo de influencers argentinos trató de adaptar la idea. El protocolo argento observa un par de diferencias: el levante puede hacerse en cualquier supermercado y en lugar del ananá se debe poner un envase de shampoo Plusbelle dado vuelta. El amor tiene cara de auspicio publicitario.ß