Amado Boudou, un especialista en la sombra
"Tenemos que terminar de aventar esa historia negra de que Cristina me reta, me pega dos gritos y me hace hacer lo que no quiero hacer. Eso no existe y yo no permitiría que exista", dijo ayer Alberto Fernández en Radio Con Vos. Estaba desmitiendo que la idea de intervenir al grupo Vicentin había sido por la vicepresidenta. Tiene razón el Presidente. Quien puede reclamar el copyright es Amado Boudou que, como columnista de El Destape, el domingo pasado anticipó la primicia. Un golazo del recluso en prisión domiciliaria que cumple una condena a cinco años y diez meses.
"A trazo grueso la idea propuesta es convertir lo que queda de Vicentin en una empresa pública, es decir que en algún sentido la estructura pase a ser ‘de todos los argentinos’", avanzó el exvicepresidente.
Salvo por el detalle de que cumple una cuarentena un poco más larga que el resto, no se le puede negar a Boudou su condición de especialista en quedarse con empresas. De hecho está condenado por intentar apropiarse de Ciccone Calcográfica cuando era ministro. Tenaz, cuando Cristina lo ascendió a vicepresidente, logró que el Estado expropiara su soñada fábrica de hacer billetes.
¿Boudou no es acaso el científico en la sombra de este gobierno?