Alvear, presidente ejemplar
Este año se cumplieron 100 años de la ascensión a la presidencia de la Nación de Marcelo T. de Alvear, para quién la acción política son hechos.
A saber: designó al general Enrique Mosconi en la presidencia de YPF. Incentivó la producción agrícola-ganadera y sus manufacturas. Sembró cooperativas en todo el país. Se radicaron los talleres de las automotrices Ford y Chevrolet, siendo el segundo parque automotor de toda América, después de Estados Unidos. Miles de inmigrantes ingresaron al país. Se instalaron dos de las gaseosas más importantes del mundo. Entre otras se radicaron Standard Oil, Alimentos Royal, y Laboratorios Parker Davis. Sentó las bases del sistema previsional argentino, y promulgó la ley de trabajo nocturno y de la labor de la mujer. Creó la Marina Mercante y su astillero. Fundó la Fábrica Militar de Aviones en Córdoba, y habilitó el Correo Aéreo Patagónico. Se exportó más del 70 % de toda América del Sur.
No hace falta agregar más hechos para destacar porqué estábamos entre los grandes países del mundo.
Después de septiembre de 1930 vuelve al país y se reintegra a la actividad cívica. Fue preso en la isla Martín García en 1933, y fue liberado.
Es innecesario aclarar la transparencia de su gestión. Compitió en la elección de 1938, siendo derrotado en una elección fraudulenta.
Pasados los años, recibió frente a su bóveda, en un homenaje, la presencia de un gran argentino el doctor Emilio J. Hardoy, quién ante la consulta de un periodista, expresó: “Vengo a pedir disculpas. Impedimos que este gran hombre asumiera la presidencia nuevamente”.
Ingresó en la vida política con una inmensa fortuna, y murió casi en la pobreza.
Que el ejemplo de don Marcelo sirva para los que aspiran a presidir una alternativa ante el drama que soporta el pueblo de nuestro país.
Exsenador de la Nación (UCR-CABA)