Alquimia de un escritor que explora las ciencias
La historia que establece la relación entre el azul de Prusia y el cianuro, capaz de ahogar todas las formas de vida, abre Un verdor terrible (Anagrama). En el lector, por suerte, el efecto no es fatal, pero hay que reconocer que provoca una alquimia a la que es difícil resistirse.
El libro con el que Benjamín Labatut (nacido en Rotterdam en 1980, tras varias mudanzas latinoamericanas se estableció en Chile) llegó este mes a la mesa de novedades entrelaza las ciencias con la literatura y hace su propio experimento. Es declaradamente un volumen “basado en hechos reales”, aunque igualmente difícil de clasificar: la cantidad de ficción aumenta con el correr de las páginas. Entre cartas y ecuaciones, guerras, aislamientos e incertidumbres, desfilan temas como la mecánica cuántica y personajes como Einstein. Hasta al lector menos exacto logra interesar la narración sobre los matemáticos, “El corazón del corazón”. Y en el epílogo, “El jardinero nocturno”, todo lo anterior parece enlazarse, desde el aquel veneno verdoso que quema la lengua y sabe agrio, en adelante.