Alfabetización digital, eje de la inclusión
La tecnología modifica todos los aspectos de la vida, desde el modo en que nos comunicamos y transportamos hasta cómo trabajamos. Pero más que nada es un instrumento clave para la inclusión social.
El viernes pasado celebramos el Día Internacional de la Alfabetización, en el que la Unesco recuerda la importancia de que cada persona cuente con las capacidades para hacer realidad sus proyectos de vida. Esto, en un contexto de avances tecnológicos que producen cambios constantes, obliga a replantearnos el rol de la tecnología como un aspecto indisociable de la vida cotidiana.
Hoy, saber leer y escribir no es suficiente para alcanzar las expectativas de la sociedad de la información: también tenemos que generar las habilidades que nos permitan aprovechar todo el potencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Se trata de un nuevo lenguaje que habilita las posibilidades del siglo XXI.
Según Eric Schmidt, presidente del directorio de Google, todo el conocimiento generado desde el inicio de la civilización hasta 2003 representa 6 exabytes de datos. Ese mismo volumen lo generamos hoy cada dos días. A su vez, un estudio de la revista Science nos dice que hoy sólo el 0,007% de la información del planeta está en papel.
Estar a la altura de las circunstancias será desafiante. Este nuevo modelo de sociedad demanda que estemos conectados y podamos gestionar datos, comunicarnos con inmediatez y efectuar trámites en tiempo real a distancia, herramientas fundamentales en el mundo de hoy. Las estimaciones en la Argentina indican que uno de cada tres argentinos no tiene acceso a Internet y un 40% de la población no sabe cómo manejarlo.
Si los chicos en el colegio pueden acceder a material didáctico a través de la Web, eso significa mejorar la educación. Si los trabajadores se pueden seguir capacitando o completar su educación a distancia, significa mejores oportunidades laborales. Si enfermeras y médicos pueden hacer telesalud gracias a la conectividad, significa mejorar la calidad de la salud.
Como dice el presidente Macri: "No existe igualdad de oportunidades si todos no podemos acceder a Internet". Esta concepción guía el Plan Nacional de Inclusión Digital, un abordaje integral que contempla facilitar el acceso y la alfabetización para que los argentinos tengan la posibilidad de conectarse y aprovechar los beneficios del mundo digital.
Se trata de una acción urgente e imprescindible, de un instrumento para empoderar cuya implementación, como gobierno, no podemos postergar. Estamos conectando localidades a través del Plan Federal de Internet, llevando conexión satelital a escuelas rurales, brindando herramientas digitales y sistemas de gestión a los municipios del interior, dando capacitación en los puntos digitales de todo el país, para que cada argentino tenga acceso a la red, pueda informarse, estudiar, hacer trámites y trabajar desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar del país.
Si bien se considera a Internet como un gran impulsor del progreso, desarrollo y bienestar, se entiende que la accesibilidad no es un fin en sí mismo. La conectividad debe pensarse en cambio como un modo de adquirir conocimientos y destrezas relacionados con las nuevas formas de crear, gestionar, transmitir, presentar y comprender la información. Este es uno de nuestros principales desafíos.
Ministro de Modernización de la Nación