Alberto Fernández, fuera del radar de los más influyentes
Por primera vez, un presidente argentino en funciones no está entre las figuras que fijan la agenda, según una encuesta hecha a líderes de opinión; la imagen del primer mandatario siguió cayendo en 2022
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Abundan los indicadores del grado de devaluación política que ha experimentado el presidente Alberto Fernández en el año que está a punto de concluir. Uno de los datos más reveladores surge de la encuesta a líderes y formadores de opinión de la Argentina que difundió ayer la consultora Poliarquía. Más precisamente, cuando se analiza el ranking de argentinos más influyentes que, en esta ocasión, al igual que un año atrás, es encabezado por Cristina Kirchner. Pero lo novedoso no es ese dato, ni tampoco que Mauricio Macri ocupe el segundo lugar o que Sergio Massa se ubique tercero y llegue por primera vez al podio. Lo realmente llamativo es que el presidente de la Nación se sitúe apenas en el 17° puesto, cuando a fines de 2021 se ubicaba en el segundo lugar.
Los autores de este estudio subrayan que es la primera vez que un presidente en funciones no figura entre los tres argentinos más influyentes. El trabajo de Poliarquía fue llevado a cabo entre el 2 y el 19 de diciembre, a través de una encuesta online a dispositivos fijos y móviles. Los 161 líderes de opinión encuestados fueron seleccionados aleatoriamente entre dirigentes nacionales, provinciales y locales; empresarios, periodistas y comunicadores; académicos e investigadores de universidades públicas y privadas; consultores y profesionales.
Pero también las encuestas generales de opinión pública exhiben el deterioro de la imagen pública de Alberto Fernández a lo largo de este año. Por caso, las mediciones de Jorge Giacobbe indican que, mientras al comenzar el año el primer mandatario tenía una percepción positiva que rondaba el 20%, en el último sondeo llevado a cabo del 9 al 12 de diciembre entre 2500 personas consultadas mediante dispositivos móviles, el jefe del Estado apenas alcanzó el 11,8% de opiniones positivas. Su imagen negativa, en tanto, llegó ahora al 67,7%, en niveles bastante parecidos a los de principios de año.
Contrariamente a lo que sucede con el Presidente, Cristina Kirchner sigue siendo percibida como la personalidad más influyente según la visión de los líderes encuestados por Poliarquía, al tiempo que su imagen se mantiene en niveles bajos, pero sin experimentar este año la caída que sí sufrió Alberto Fernández. Puede explicarse este fenómeno por la existencia de un núcleo duro de votantes de la vicepresidenta, que le garantiza un más resistente piso de apoyo.
Conocido el veredicto judicial que condenó a Cristina Kirchner a prisión por la causa Vialidad, la vicepresidenta anunció públicamente que no se presentará como candidata a nada en las próximas elecciones. La última encuesta de la consultora D’Alessio Irol-Berensztein, efectuada a principios de diciembre entre 600 personas entrevistadas en forma online, indagó sobre esta cuestión y reveló que el 61% cree que ese anuncio de Cristina Kirchner será susceptible de cambiar ante un “operativo clamor”, en tanto que el 26% considera que esa posición se mantendrá firme y el 13% no responde.
Quienes menos creen en que Cristina Kirchner cumplirá su palabra y no será candidata son los votantes de Javier Milei (82%) y los de Juntos por el Cambio (77%). En cambio, quienes se declaran afines al oficialista Frente de Todos creen en un 52% que la vicepresidenta no modificará la postura que anunció, mientras que el 41% de ellos sí espera que cambie su posición ante un “operativo clamor”.
Frente a la pregunta “¿Por qué cree que Cristina Kirchner no quiere ser candidata principalmente?” que formuló D’Alessio Irol-Berensztein, el 48% respondió “porque iba a perder de todas formas”, mientras el 14% contestó que “la altera haber sido condenada”. El 8% dijo que “lo hace para ir presa y volver más tarde al poder como Lula”, el 7% opinó que “es una estrategia política” y el 6% se inclinó por pensar que lo hizo “para no perjudicar al Frente de Todos”.
Cuando la misma encuesta indagó entre la población consultada si la ausencia de Cristina Kirchner en las próximas elecciones podría cambiar su posible voto, es relevante que el 10% de los encuestados dijo que sí, porque solo pensaba votar al Frente de Todos por ella, al tiempo que el 19% señaló que no, porque apoyaría a la coalición gobernante aunque no esté ella como candidata. Otro 60% respondió negativamente, puesto que no pensaba votar por la actual vicepresidenta.
Sin Cristina Kirchner como candidata, el 28% de la población cree que el peronismo será menos competitivo, frente al 17% que considera que será más competitivo y al 52% que entiende que será igualmente competitivo.
Junto a la virtual ausencia de la expresidenta de la Nación en la arena electoral, surge otro fenómeno que interpela a toda la coalición gobernante: el nivel de insatisfacción del grueso de los votantes kirchneristas con Alberto Fernández.
La aparente contramarcha que insinuó ayer el jefe del Estado, al admitir que cumplirá con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que ordenó devolverle fondos a la ciudad de Buenos Aires que dos años atrás habían sido transferidos de manera inconsulta a la provincia de Buenos Aires, provocó reacciones adversas entre la militancia kirchnerista, donde se juzgó la actitud de Alberto Fernández como “una claudicación ante la derecha”, que contradice la ofensiva de la vicepresidenta de la Nación contra la Corte Suprema.
Si bien el Presidente aclaró que presentará un recurso de revocatoria de la decisión de los jueces del más alto tribunal de la Nación, los especialistas en derecho creen que está condenado a la derrota, por cuanto históricamente la Corte solo consideró admisibles esos recursos en aquellos casos en los cuales se advierten groseros errores materiales o de redacción, así como omisiones involuntarias que requiriesen ser subsanadas.
Será, en tal sentido, trascendente lo que pueda llegar a decir hoy Cristina Kirchner en Avellaneda, en su primer acto público desde su condena judicial. Invitada por el intendente Jorge Ferraresi, la vicepresidenta inaugurará un polideportivo que llevará el nombre de Diego Armando Maradona y se espera que renueve sus críticas a la Justicia. Claro que la mayor expectativa estará una vez más cifrada en si también intenta marcarle la cancha al primer mandatario.