AFIP: una cuestión de fe
La web de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) fue diseñada por una persona a la que la vida le ha dado mucho de una sola cosa: rencor. Acaso una infancia infeliz, acaso una adolescencia lacerante. Quizá ambas. Lo que fuere; el asunto es que odia a los humanos.
El manual del buen diseño web sugiere que hay que hacerlo bonito, amigable y que debe usar palabras sencillas pero, sobre todo, que tiene que tener la información organizada de manera criteriosa. Si está eso, se podrá pensar en una “navegación intuitiva favorable”. Como los pañales descartables, la heladera, el microondas, la “navegación intuitiva favorable” fue pensada para hacerle la vida más fácil a los humanos. Es por eso que en la web de la AFIP el tutorial de “Mis retenciones” tiene treinta y dos páginas y el de “Paso a paso para obtener la clave fiscal”, seis. Es por eso que el del monotributo ni siquiera puede consultarse online: es un ZIP que hay que descargar. Es por eso que si lo que quiere es pagar el monotributo debe “generar un nuevo VEP” -¿qué diablos es VEP?- y eso no está en una solapa que se llama Pagos; está en Declaraciones Juradas.
La intuición y el razonamiento lógico, que tanto sirven en caso de perderse en una isla desierta, aquí valen nada. Es más, aquí son peligrosos porque nada está donde se cree que estará. ¿Cree que es ese ítem, el tercero, al que debe entrar para hallar su comprobante? Mejor pruebe en el octavo, en el noveno, pero hágalo ya, porque si expira la sesión no sabrá cómo volver a esa pantalla a la que acaba de llegar. Recuerde: en la web de AFIP el que duda, muere.
Todo esto lo puedo contar porque soy clave fiscal 3, un cinturón verde del taekwondo AFIP. Pero no fue fácil entender este arte. Para eso contraté a mi coreano. Mi coreano se llama Leo. Leo es argentino y contador y habla el idioma de la AFIP siempre y cuando no rediseñen la página, como le pasó hace poco y la web dejó de recordar las más de noventa claves fiscales que tenía guardadas de sus clientes.
Desde que es contador y coreano, Leo odia la primavera -en septiembre la AFIP hace la recategorización del monotributo-. En esta época Leo se somete a una suerte de ritual de limpieza de progreso y se despoja de todo saber alcanzado. Derrotado, se prepara para lo inexorable; en septiembre se inmolará por sus noventa clientes. Llega la primavera y Leo debe hacerlo: vuelve a usar IExplorer8. Sólo así podrá recategorizarnos. Leo, héroe de internet de latas y piolines, te amamos.
Hasta hace unos días estaba convencida del desprecio del diseñador de la web de AFIP por la raza humana. Pero tuve una revelación. Al cabo de intentar durante veinte minutos adivinar si había algún escondite virtual en el que dijera cuándo cobraré la devolución por lo retenido por compras en el exterior, lo entendí. No es un naufragio lo que propone: es un ejercicio de paciencia. No es querer desalentar y promover la evasión fiscal: es que ganen los perseverantes, como los estudiantes de la UBA, que superan el CBC y cabecean banderas políticas mal colgadas. ¡El diseñador de AFIP es El Principito de la burocracia fiscal! ¡Es un genio!
El Principito decía: “Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos” ¡Por eso los escollos de pantallas! “Cuando el misterio [Ganancias, Bienes Personales] es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”, “Pero si tú [usuario] me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mí [Afip], tú [Yo, CUIT] serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo…”. ¡Sí! ¡Cómo te necesito AFIP! ¡Perdón por no haber entendido el mensaje!
La emoción del descubrimiento me hizo ir por más. Una instancia superadora, un contacto humano. Entonces fui a la agencia AFIP de Cabildo y Palpa. Hasta conseguí estacionar a la vuelta. Subí al primer piso y sólo debí esperar dos minutos, ¡sólo dos minutos! y llamaron por mi número. Un señor alto, robusto, de pelo y barba canosa y voz grave me invitó a tomar asiento. Tenía cara de buen asador y para mí se llamaba Gerardo.
-Quería consultarle por el reintegro de las compras en el exterior saber las fechas- le dije sin haber planeado tutearlo.
-Tenés que entrar en "Mis aplicaciones web"
-[Lo interrumpo] Sí, ya lo hice.
-Si dice “presentado” clickeás
-[Lo interrumpo] Sí, lo hice.
-¿Y qué te dice?
-Que hace más de un mes y medio que tengo todo aprobado.
-Ya te van a depositar. En algún momento te van a depositar. Está aprobado el trámite.
-¿Y la fecha?
-No hay fecha.
-¿No se sabe?
- Si dice aprobado, te van a depositar.
-¿Y el criterio para ir pagando? Sé que algunos recibieron depósito y otros no...
-No hay criterio de nada, es todo sistémico.
Al menos pude estacionar el auto a la vuelta.