Advertencia: alto nivel de tabaco
En el mundo real cada vez se fuma menos, pero en el cine cada vez se fuma más. Mientras que el uso del cigarrillo está prohibido tanto en espacios abiertos como cerrados, el cine y la TV de los últimos años empieza a poblarse de personajes fumadores.
El actor Cillian Murphy –que en la serie Peaky Blinders mostró su pericia en el uso del cigarrillo– ganó el Oscar por su caracterización del físico Oppenheimer, el hombre que destruía al mundo sin quitarse el pucho de la boca. Y Bradley Cooper haciendo de Leonard Bernstein, y Jeremy Allen White (The Bear), que fuma y cocina, cocina y fuma; seres fumantes.
Las organizaciones que luchan contra el cáncer advierten acerca del peligro de que el tabaco vuelva a ponerse de moda. Mientras tanto, los cineastas que quieren reconstruir las últimas décadas proceden a llenarlas de humo, así como los malos novelistas llenan de camellos las historias que transcurren en el desierto. No saben cuánto se fumaba –si mucho o poco– porque no estuvieron ahí.ß
Algo más...
Las fuerzas de la resistencia: en 1983 el cowboy de historieta Lucky Luke reemplazó su cigarrillo por una brizna de hierba. En series como Stranger Things los personajes que fuman son malvados. Y en sitios como Smokefree Media se hace una estadística del índice de tabaco de las últimas películas estrenadas.ß