A Macri le preocupa el Pro en el conurbano
A Mauricio Macri le preocupa el desperfilamiento del Pro en la provincia de Buenos Aires y especialmente en el conurbano. La caracterización del expresidente con el rol de los dirigentes de ese partido es bastante indulgente. Otros miembros de su entorno rotulan la situación con mayor crudeza. Hablan de una inquietante asimilación a un sistema institucional de decisiones que el electorado rechaza con mayor virulencia a medida que las secuelas de la crisis económica se vuelven más evidentes. Esa aflicción casi deriva en otro malentendido con la UCR.
Como ya le había ocurrido en su gobierno, el expresidente fue sorprendido por una información que recibió momentos antes del almuerzo que compartió en Puerto Madero con otros dirigentes del Pro para limar asperezas entre sí y despejar obstáculos con su socio principal en Juntos para avanzar con un tema del que se dialoga hace meses: la posibilidad de que los principales candidatos a presidente y a gobernador compartan fórmulas combinadas por representantes de los dos partidos.
Macri supo por Cristian Ritondo de la inminente restitución del régimen especial a los jubilados del Banco Provincia (Bapro), modificado en el gobierno de María Eugenia Vidal por la ley 15.008. Aún con menos excepciones para sus 15 mil afiliados, el sistema arroja un déficit anual de 15 mil millones de pesos para financiar haberes de entre 200 mil y 700 mil pesos. El regreso al sistema original ocasionaría un pasivo de 30 mil millones por el pago de retroactivos.
Jorge Macri argumentó a favor de acompañar esa medida antes que la Corte declare inconstitucional la ley 15.008, como habría hecho saber informalmente, al sugerir una salida política en la Legislatura. La repetición perfecta del circuito recorrido por el máximo tribunal bonaerense para evitar expedirse sobre la ley 14.836 que impedía reelegir más de una vez a 89 de 135 intendentes municipales.
Solo 12 de los 47 de la oposición favorecidos por los cambios a esa norma pertenecen al Pro. La mayoría (30), son de la UCR. Sin embargo, es difícil hallar algún testimonio público en el que sus dirigentes insten a sus legisladores a votar en contra de lo que avalaron en la gestión de Vidal: limitar la reelección de los intendentes. Los del Pro en el conurbano que aspiran a disputar la candidatura a gobernador con el radicalismo de aliado no tuvieron reparos en incurrir en esa contradicción.
Una cruzada en la que Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Jorge Macri (Vicente López) recogieron la casi candorosa adhesión de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, guiados por el mismo interés que los intendentes pero con la esperanza adicional de recibir de ellos un gesto recíproco con sus candidaturas presidenciales. En el almuerzo de Puerto Madero, el jefe del gobierno porteño respaldó a Jorge Macri, su ministro político.
Testigos del encuentro aseguran que el expresidente se irritó al constatar la forma en que la UCR absorbe al Pro por su falta de iniciativa. Fue cuando pidió marcar diferencias. Sobre todo en leyes como la del Bapro, que restauran situaciones de privilegio. Casi una campaña a favor de Javier Milei. Lo que vuelve extraña la reacción de Rodríguez Larreta. Los estudios de campo que recibe sobre el conurbano parecen un argumento a medida de Macri.
La percepción que predomina es que la expectativa de los políticos está disociada de los problemas de la ciudadanía. Si bien el jefe de gobierno porteño logra una alta ponderación en los distritos del conurbano que rodean a la ciudad como Quilmes y Lomas de Zamora (48,6%), comparte ese podio con Cristina Fernández de Kirchner (48,4%), seguidos muy de cerca por Alberto Fernández (45,3 %) y Axel Kicillof (44, 4%). Diego Santilli (39,8 %) ocupa recién el quinto lugar.
El candidato a gobernador de Rodriguez Larreta es escoltado de cerca por Facundo Manes (37,8 %) y Milei (34%). En apariencias, dos figuras que la opinión pública elegiría para expresar con mayor propiedad un estado de ánimo que las estadísticas vienen confirmando desde las elecciones de 2021. La oposición no pudo capitalizar la pérdida de votos del oficialismo en la región donde obtuvo la ventaja definitiva para imponerse en las elecciones de 2019. Un millón y medio de votos que el Frente de Todos restó casi por completo. Logró un millón doscientos mil votos menos con la merma experimentada en la Primera (568 mil) y Tercera Sección (636 mil). Juntos no logró superarse a sí mismo. Perdió 55 mil votos en la Primera y tres mil en la Tercera. La diferencia no está solo en el resultado. Macri no participó de la campaña en 2021. Un argumento utilizado por su entorno para relativizar la imagen negativa que se le atribuye en el conurbano.
Algo que darían por cierto los sondeos que encarga Rodríguez Larreta, donde el expresidente no es mencionado. Igual que el jefe del gobierno porteño, Macri no descuida su vínculo con la UCR. Si fuese por sus preferencias, tendría de interlocutor privilegiado a Alfredo Cornejo. Pero también a Álvaro de Lamadrid. Por ahora una utopía. Mientras tanto, sentó a Joaquín de La Torre a través de Miguel Ángel Pichetto en el asado que sirvió para Mario Vargas Llosa el fin de semana pasado.
El senador provincial es el candidato a gobernador en el que piensa Facundo Manes para equiparar los votos peronistas de Santilli en el conurbano. El único lugar donde lo venció en las PASO de 2021. De la Torre podría ser otro caso donde la necesidad pospone al deseo. Si pudiese cumplir el suyo, Macri postularía a Javier Iguacel para ese cargo. Como titular de la Vialidad Nacional, el intendente de Capitán Sarmiento promovió la causa donde se investiga a Cristina Fernández de Kirchner por la adjudicación de obras públicas a Lázaro Báez.
Un modelo aspiracional demasiado exigente frente a la realidad que atraviesa el Pro en el conurbano. La concejal de Lomas de Zamora, Mabel Godoy, abandonaría el bloque de Juntos para sumarse al Frente de Todos. Godoy es parte del reclutamiento de Diego Kravetz para formar Hacemos, la corriente de Juntos que debía generar el efecto contrario. Es decir, sumarle a Juntos votos peronistas. Kravetz es el jefe de Gabinete de Grindetti y el candidato a sucederlo como intendente en Lanús.
La actuación de Godoy coloca en una situación incómoda a Grindetti. Fue el que negoció con Martín Insaurralde los cambios a la ley que limitaba la reelección de los intendentes. Aunque sea el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Insaurralde sigue ocupándose de ser el de Lomas de Zamora. Una sobrecarga laboral que despertaría instintos casi maternales en Silvia Sierra. Representa a Jorge Macri en el Concejo Deliberante y, salvo excepciones, vota a favor de las iniciativas del Frente de Todos,
Pese al estoico disimulo que impostan sus dirigentes, la crisis del Pro en el conurbano parece inocultable. Grindetti acusa a Santilli de fomentarla. Tal vez por su cercanía con Florencia Arietto, Martiniano Molina y Guillermo Viñuales. Los potenciales candidatos a intendente por Juntos en La Matanza, Quilmes y Lomas de Zamora. Podría estar en un error.
Igual que con Godoy y Sierra, no todo es como parece. Arietto, Molina y Viñuales trabajan por la candidatura presidencial de Rodríguez Larreta. Pero se auto convocan para debatir ese futuro por la misma preocupación que tiene Macri.