A los 90 años murió Dario Fo, premio Nobel de Literatura en 1997
El escritor falleció esta mañana en Milán; estaba internado por problemas pulmonares
ROMA.- Adiós al juglar italiano que ganó el premio Nobel de Literatura en 1997. A los 90 años y 7 meses, el dramaturgo, actor, director, escritor, autor, ilustrador, pintor, escenógrafo y activista, Dario Fo, murió esta mañana en el hospital Sacco de Milán, donde se encontraba desde hace dos semanas internado por problemas pulmonares.
Provocador nato, histriónico sobre el escenario, crítico del poder y desde siempre de izquierda, Fo falleció justo horas antes de conocerse el Premio Nobel de Literatura de este año. Hijo de un jefe de estación de tren, el dramaturgo había nacido el 24 de marzo de 1926 en Sangiano, un pueblito del lago Mayor, en el norte de Italia.
Sus biografías cuentan que de joven iba a estudiar arquitectura o Bellas Artes. Pero al estallar la Segunda Guerra Mundial se vio obligado a dejar todo para unirse a la resistencia contra Mussolini. Anticonformista, nunca dejó de hacer política, haciendo del teatro un arma de denuncia social.
Casado con la actriz, dramaturga y escritora Franca Rame, compañera de toda un vida, que murió hace tres años, Fo escribió su primera obra de teatro en 1944. Personaje “incómodo” para el poder, siempre siguió atentamente la agitada política italiana, así como la del resto del mundo. Junto a Rame –que en un momento llegó a ser senadora de un pequeño partido de centroizquierda-, fue uno de los críticos más acérrimos del ex premier Silvio Berlusconi , al que interpretó y ridiculizó en la comedia “El anómalo bicéfalo”.
Bufón, anticlerical y de izquierda, tal era su pasión por la política que hace diez años, a los 80, se presentó en las primarias de la centroizquierda como aspirante a la alcaldía de Milán (que perdió).
En la “tradición de los juglares de la Edad Media, que castiga a los poderes establecidos y restaura la dignidad de los oprimidos”, según lo definió la Academia sueca que le otorgó en 1997 el Premio Nobel de Literatura, Dario Fo nunca olvidó la única vez que estuvo en la Argentina , en 1984.
Entonces, un 8 de mayo, en el Teatro Municipal General San Martín se estrenó “Misterio Bufo”, una de sus obras más famosas, llena de ataques a la Iglesia, que hizo que grupos derechistas lanzaran amenazas para que se suspendieran las funciones. Fue así que un día hasta llegó a estallar una granada de gas lacrimógeno en la sala, a lo que le siguió una imparable trifulca de insultos, trompadas y palazos. Dos días después, todo esto se extendió de la sala a la calle, con una veintena de lesionados y más de un centenar de detenidos.
Al margen de ese episodio, Fo se llevó un grato recuerdo de nuestro país. “Tengo un recuerdo lindísimo, y justamente en esa ocasión el público argentino demostró tener mucho coraje, coherencia. En otras ciudades de Europa hubieran tenido miedo de ir al teatro después de algo así. En cambio el público aumentó, y demostró que no quería absolutamente ceder frente a este tipo de provocaciones y al terrorismo”, dijo Fo a esta corresponsal, en una entrevista realizada en 2007. En esa misma oportunidad, el escritor elogió al país, más allá de la presencia de una “derecha infame”. “Yo amo mucho a la Argentina. He visto una nación con cualidades extraordinarias, aunque existe una derecha infame que ha hundido al país, y le ha quitado vitalidad... Pero la creatividad, la inteligencia y la carga expresiva que demuestran los argentinos, hombres y mujeres, es realmente inmensa”.
Hasta el final de sus días, Fo siguió lúcido y con su agudo sentido del humor. Hace unas semanas, después de que Turquía decidió prohibir todas sus obras, estalló en risas al comentar el hecho en una entrevista con el diario La Stampa. “Es como si me hubieran dado otro premio Nobel”, dijo. El presidente turco Erdogan no sólo lo había vetado, sino que junto a él también había quitado de escena a Shakespeare , Cechov y Brecht. “Estar junto a ellos es sólo un honor. Esperemos que nadie le diga a Erdogan que soy el único vivo”, había agregado, irónico, como siempre.
La muerte de Fo causó gran pesar en el mundo cultural italiano. “Con Dario Fo Italia pierde uno de los grandes protagonistas del teatro, de la cultura, de la vida ciudadana de nuestro país. Su sátira, su búsqueda, su trabajo en la escena, su polédrica actividad artística son la herencia de un gran italiano en el mundo”, dijo el premier italiano, Matteo Renzi , al enviarle su pésame a los familiares.