A favor de la transparencia
Qwertyuiop o cualquier otra combinación aleatoria de caracteres fueron enviados de una máquina a otra que se encontraba en la misma habitación. Luego, Ray Tomlinson, un programador informático estadounidense, envió el segundo correo electrónico de la historia explicándole a su equipo cómo intercambiar mensajes. Esto fue en 1971.
Casi 50 años después, la red de redes nos demuestra que es el terreno más fértil para el desarrollo y el intercambio. Cada minuto más de medio millón de comentarios son publicados en Facebook, 510.000 tuits son compartidos y 4,5 millones de búsquedas son realizadas en Google. Internet tiene como característica intrínseca la versatilidad, lo que le permite ser el sustento de una nueva economía que dinamiza la productividad a través de la información y el conocimiento. Sus usos incluyen un abanico inimaginable; entre ellos, permite reconfigurar hasta el modo en que se relacionan los gobiernos y los ciudadanos.
Sabemos que la democracia no se define solo por el ejercicio del voto, sino por la creación y el mantenimiento de espacios donde los habitantes puedan ejercer sus derechos y libertades. Es entonces cuando un paradigma tan dinámico como es la web permite alcanzar un área inédita: la expansión de la participación ciudadana. Hoy, la tecnología nos permite habilitar esta realidad para todos los ciudadanos y llegar, ya sea por fibra óptica o por señal satelital, a los poblados más pequeños del país. Corregir la inequidad del acceso a la información universalizando el alcance de internet constituye una política de desarrollo sin precedente hacia un modelo de inclusión social que ya está permitiendo que los argentinos se capaciten, se comuniquen, trabajen y se entretengan en línea.
Pero, cuando además de garantizar el acceso, el Estado abre sus datos y se pone a disposición a través de las redes, se fortalece uno de los pilares fundamentales de la democracia. La rendición de cuentas representa la materia prima del proceso de toma de decisiones con la que los ciudadanos ejercen su derecho al voto y deciden si el gobierno ha cumplido sus objetivos y si son merecedores de su confianza. Como internet también tiene la cualidad de eliminar los impedimentos del espacio geográfico, un ciudadano de La Quiaca o de la comunidad originaria de Antofalla, en Catamarca, puede navegar el Portal Nacional de Datos Abiertos y ver sueldos de funcionarios, declaraciones juradas, ejecución presupuestaria y montos destinados a la pauta oficial, entre otros. A su vez, a través de la ley de acceso a la información pública, cualquiera puede indagar, cuestionar, preguntar y obtener una respuesta y hasta participar de consultas públicas.
En los últimos tres años, como parte del plan de infraestructura más ambicioso de la historia argentina, accedieron a internet más de 1,8 millones de hogares argentinos. Desplegamos más de 28.000 km de fibra óptica en todo el país y este año el 4G alcanzará al 93% de la población. A su vez, alfabetizamos digitalmente a miles de personas, a través de los más de 400 Puntos Digitales, porque al igual que en aquellos primeros mails, resulta tan importante tener una nueva herramienta disponible como saber aprovechar sus beneficios. Internet es un aliado imprescindible para una democracia sólida y cada vez más participativa. Este paradigma genera nuevas e importantes oportunidades para los ciudadanos y la responsabilidad para el Estado de no volver nunca más a un modelo de oscuridad y hermetismo.
Vicejefe de Gabinete de la Nación y secretario de Gobierno de Modernización