5 tips para cuoteros que buscan aprovechar el Ahora 12
Cumplido el primer mes del relanzamiento del remozado programa Ahora 12, el consumo comienza a repuntar en la mayoría de los comercios adheridos. Esto, a priori, es una buena noticia para la economía, pero también una tentación para un creciente grupo de personas que parecen diabéticas en una tienda de chocolates suizos. Hablamos de los cuoteros, quienes ven en el plan del Gobierno un aval a su deseo de comprar todo lo que les ofrezcan en "cómodas cuotas".
Como buenos abogados del diablo, les brindaremos 5 tips para aprovechar el programa sin quemarse con fuego.
1) Comparar el "ahorro" en el gasto con nuestro ingreso y no con la inflación
Primer razonamiento del cuotero: "La inflación interanual es del 57% y la tasa del Ahora 12 es del 20%. Cualquier cosa que compre significa un ahorro 37%." Esta cuenta no siempre es la adecuada. En primer lugar, la inflación pasada ya pasó. Como las cuotas se pagarán en los próximos 12 meses, debe contrastarse su interés con la inflación esperada. Los analistas proyectan en promedio 39,1% para este año y 26,4% para 2020, con lo cual el supuesto ahorro disminuye considerablemente respecto de la cuenta que tendería a hacer nuestro amigo cuotero. Luego, se debería considerar cuál es el aumento de nuestros ingresos porque esa es la variable que determinará nuestra capacidad de pago del plan en cuotas.
Como se sabe, salvo los trabajadores pertenecientes a unos pocos gremios, en los últimos años el ciudadano promedio ha perdido poder adquisitivo frente al encarecimiento de los bienes y servicios, por lo que consumir más, aun pagando en cuotas, difícilmente constituya un verdadero ahorro. En el escenario actual, conviene afinar bien el lápiz antes de embarcarse en travesías peligrosas.
2) Tener en cuenta el límite de nuestra línea crediticia
Como vimos en columnas anteriores, uno de los riesgos menos conocidos de la compra en cuotas es el límite de la línea crediticia. Existe una creencia tan popular como errónea que ubica al importe de la cuota del bien adquirido como el monto que reducirá nuestro margen para solicitar nuevos créditos, cuando en realidad el emisor de la tarjeta toma en cuenta el importe total del producto comprado. Por ejemplo, si pagamos anteojos que salen 7000 pesos bajo el plan Ahora 12 en cuotas de 700 pesos, lo que impacta sobre nuestra línea crediticia son los 7000 y no los 700 de la cuota mensual. Alcanzado el límite crediticio, la tarjeta no se podrá seguir utilizando mientras no se transfiera dinero para adelantar cuotas.
3) No acumular más deuda "barata" si aún debemos pagar deuda "cara"
Suponiendo que, tras haber realizado los cálculos del primer ítem de esta columna, la conclusión del cuotero es que la deuda que se contraerá con el pago en cuotas continúa siendo barata, entonces el paso siguiente será hacer un análisis de la situación actual, para evaluar qué volumen de deuda y qué intereses arrastramos antes de concretar la nueva operación. En el contexto presente, es muy probable que el cuotero lleve sobre sus espaldas una mochila quizá no muy pesada, pero con tasas altísimas que terminan dañando su salud financiera. Si, en efecto, la realidad del lector se asemeja a lo descrito, el remozado Ahora 12 no parece la mejor opción para despuntar el vicio.
Si ya estamos comprometidos con pagar deuda cara, ninguna nueva deuda para adquirir un nuevo bien será barata.
4) Comparar siempre el precio financiado con el precio contado de otros comercios
Una práctica comercial nada leal pero muy común en nuestro país es ofrecer pago en cuotas con bajo interés, aunque con un valor inflado respecto del precio al contado del bien o servicio que se vende, a fin de que el interés sea más alto de lo que se declara y quede oculto para el consumidor.
Imaginemos que el precio de mercado de un Smart TV LED de 42 pulgadas es de 20.000 pesos, pero un comerciante lo pone a 24.000 bajo el plan Ahora 12. Así, el ahorro para el cliente desaparece. En este escenario, antes de comprar conviene comparar el precio del producto a financiar con el precio al contado en otro comercio. Hoy por hoy no hace falta recorrer vidrieras para comparar. Con Internet, esta tarea es sencilla e inmediata.
5) Ponderar los costos administrativos de la tarjeta en el largo plazo
Cuando compramos en 12 o 18 cuotas también estamos firmando un compromiso con el banco que emite la tarjeta. Ese compromiso consiste en mantener el servicio bancario durante un año o un año y medio, con los costos de comisión mensuales y de renovación de plástico que conlleva ese vínculo contractual. Se trata de un costo minimizado por la mayoría de los cuoteros, que prefieren pasar por alto un dato clave: el aumento constante de las comisiones bancarias, un fenómeno que vuelve cada vez más atractivas a las fintech y sus servicios gratuitos de tarjetas y cuentas sin costo.
Dejar de pagar por algo que podemos tener gratis constituye un primer paso para ocuparnos seriamente de nuestras finanzas.
Conclusión
El cuotero por naturaleza celebra el Ahora 12 como un gol al ángulo. Sin embargo, en el fondo sabe que le resulta peligroso para su salud financiera.
Si algo debe aprender del ajuste es a postergar la compra de un producto que no necesita para, horas o días más tarde, entender que solo se trataba de calmar su ansiedad consumista. Pagarlo en cuotas no hará otra cosa que cargar con más intereses su ya pesada mochila. Podrá disfrutar en el aquí y el ahora, pero mañana la realidad será otra.
Seguir los tips propuestos, puede llevarlo a replantearse seriamente su conducta financiera y a desarrollar un deseo genuino de comenzar a sanear sus maltrechas cuentas personales.