7 libros para descubrir a Philip Roth
Narraciones clave de uno de los más importantes escritores estadounidenses de hoy
Es inevitable considerar a Philip Roth (Newark, 1933-Nueva York, 2018) uno de los autores centrales de Estados Unidos del último medio siglo. A su muerte, ocurrida ayer, su obra parece adquirir un relieve definitivo. Sus más de treinta títulos proponen uno de los frescos más originales y exhaustivos de las diversas neurosis estadounidenses. Las novelas de Roth, que mezclan la ficción con la guiños autobiográficos, no gozaron siempre de semejante unanimidad. En sus comienzos, en los años sesenta, su franqueza sexual lo llevó a ser considerado un provocador compulsivo. Su retrato irónico e iconoclasta del judaísmo fue recibido con críticas y malestar por esa comunidad, en la que fue criado y educado. Incluso fue acusado de narcisista por el modo en que exponía en clave sus relaciones (a veces de manera vengativa) con sus mujeres. Con los años, contra todo, la obra de Roth también es sinónimo de una literatura que no escapa a la reflexión moral. La mortalidad y el envejecimiento son los temas de sus últimos libros.
En 2012, había anunciado que ya no escribiría más ficción y que se dedicaría solamente a leer, sobre todo historia. Estimaba que lo que vendría a continuación no tendría ya la suficiente energía verbal que lo que había escrito hasta entonces. En una entrevista con el diario español El País a inicios de este año, Roth declaró que cada mañana se asombraba de haber sobrevivido otra noche. "En pocos meses dejaré la vejez para adentrarme en la vejez profunda", dijo. El novelista que, acaso como ningún otro de su generación, dinamitó las convenciones religiosas, políticas, sexuales y sociales de la época murió hoy en Nueva York.
Adiós, Columbus
Es el primer libro de Philip Roth, publicado en 1959, cuando el autor tenía apenas veintiséis años. La novela corta que da título al libro cuenta el romance entre dos jóvenes universitarios de diversa procedencia social. Él es un bibliotecario pobretón y ella, hija de una adinerada familia judía. Contada desde el punto de vista del joven, la historia se ve pronto infectada por las desigualdades, el deseo sexual y la sospecha. La historia fue llevada al cine en 1969 por Larry Pierce y el papel de Brenda Patimkin (la joven rica y hermosa) fue interpretado por Ali MacGraw. Completan este primer libro del autor cinco cuentos en los que asoma la variedad de registros de Roth: la iconoclasia contra los valores tradicionales, el humor, la ternura y las relaciones conflictivas entre padres e hijos de la comunidad judía en Estados Unidos.
El lamento de Portnoy
Su primer libro de cuentos, Goodbye Columbus, había sido muy bien recibido, pero fue su tercera novela, El lamento de Portnoy (1969), la que catapultó su fama pública. La narración consiste en el monólogo de un joven judío soltero, muy atado a su madre, que sufre por sus permanentes frustraciones sexuales. Las escenas de masturbación crearon gran controversia en su época (hoy tienen una gracia ingenua), pero el retrato de ese personaje cómicamente torturado preanuncia, con gesto más furibundo, cierto absurdo a la Woody Allen.
La visita al maestro
David Kepesh (El profesor del deseo) fue el primer personaje que Roth hizo saltar de una obra a otra, pero fue el también ficticio Nathan Zuckerman quien a la larga tomaría la posta como álter ego apenas velado del escritor. Le dedicó una tetralogía, que incluye La visita al maestro, Zuckerman encadenado, La lección de Anatomía y La orgía de Praga. Con los años volvería a hacerse presente en otras novelas de peso, incluida la deliciosa Sale el fantasma, en que se lo muestra ya viejo y olvidadizo. La visita al maestro (The Ghost Writer en inglés) es la primera del ciclo y es un perfecto tour de force. El joven aspirante a escritor Zuckerman visita a un autor admirado, E.I. Lonoff (acaso inspirado en Bernard Malamud), y se siente atraído por su asistente. En un memorable giro tragicómico, la muchacha resulta ser Anna Frank, que sobrevivió a la guerra. O eso parece.
Pastoral americana
Para algunos, Pastoral americana (1997) es la novela más importante del escritor. Las peripecias vitales de Seymour Levov, conocido como el "sueco", antigua estrella deportiva colegial, son narradas por Zuckerman, que reconstruye su historia tras enterarse en una reunión de graduados de que aquel murió recientemente de cáncer. La poderosa narración, siguiendo a su personaje, propone como trasfondo un amplio panorama de acontecimientos todavía recientes de la historia estadounidense: la sombra de Vietnam, la violencia radical de los años sesenta, los panteras negras y el escándalo del Watergate, entre otros. En el corazón de la trama figura un atentado que marcó de manera decisiva la vida del protagonista, y que es la clave de la novela.
La conjura contra América
El protagonista principal de La conjura contra América (2004) es un niño que se cría en Newark, New Jersey, y se llama Philip Roth. Es, claro está, otro de los engañosos juegos de identidad con que suele puntear su obra el escritor. Porque, lejos de lo confesional, La conjura... es una fantasía política de primer orden. Ya iniciada la Segunda Guerra Mundial, el famoso aviador Charles Lindbergh, de simpatías nazis y opuesto a la intervención bélica norteamericana, se impone en las elecciones presidenciales a Franklin Delano Roosevelt. Ese escenario virtual (en realidad, Roosevelt fue el primer mandatario de los Estados Unidos durante casi toda la contienda) le permite a Roth un acercamiento único a los entresijos de la política americana y a la condición judía en aquellos años decisivos. También es una perfecta coartada para recrear de manera extrañada su propia infancia.
Patrimonio
Roth también escribió, sin embargo, libros de corte autobiográfico tradicionales. En Patrimonio. Una historia verdadera el héroe es Herman, su propio padre quien, ya octogenario, lucha contra una cruel enfermedad. Es un magnífico retrato, pero también una meditación sobre la difícil relación entre padre e hijo. Es posible que Patrimonio (1991) haya inaugurado una vertiente más reflexiva en la literatura de Roth, que mucho después alcanzaría uno de sus puntos más altos en Elegía (Everyman, en inglés), novela breve sobre la fugacidad de la vida y el adiós.
Las Némesis
En un solo volumen, Literatura Random House publicó cuatro obras fundamentales de Roth: Elegía, Indignación, La humillación y Némesis. La cuestión de las decisiones que determinan (y no pocas veces arruinan) una vida sobrevuela este cuarteto de novelas cortas. Elegía, de 2006, aborda un motivo recurrente de la literatura: el vínculo de un hombre mayor y erudito que se apasiona por una joven bella. Fue llevada al cine en 2008 por Isabel Coixet y el personaje femenino fue interpretado por Penélope Cruz. Indignación (2008) es el relato de un joven que se opone al conformismo y la delación en Estados Unidos durante la "era McCarthy", que contrasta con temor, quizás justificado, del padre. En La humillación, de 2009, un actor consagrado, Simon Axler, inicia una relación aberrante y arriesgada, en un intento por recuperar el talento perdido. Esta novela no recibió buenas críticas, pero Nemésis, de 2010, reivindicó a Roth ante sus lectores. Ambientada en Newark, escenario favorito del autor, la historia transcurre en el verano de 1944, cuando se desata una epidemia de polio. Mientras el número de víctimas mortales crece, Bucky Cantor, joven profesor judío, se enfrenta a la muerte de sus alumnos con ira y estupor. La novela de Roth se asocia de inmediato con La peste, de Albert Camus.