5 libros para conocer a Jack Kerouac
En el camino y otras prosas espontáneas del escritor beatnik
Antes de las utopías libertarias y las aventuradas experimentaciones de la década de 1960, la poesía y la prosa de la generación beat observó a contrapelo la cultura estadounidense y creó la sensibilidad de una nueva era. A la cabeza de ellos, Jack Kerouac le dio su forma moderna al autodescubrimiento iluminador del peregrino. La marcha sin fin hacia el oeste por carreteras y vías, la experimentación con drogas, el sexo, el jazz, la observación detenida de la vida americana profunda, el cristianismo, el budismo y el zen, fueron los medios con los que definió un modo de concebir la experiencia vital como una obra de arte.
En el camino
Publicada en 1957, la segunda novela de Kerouac es la novela capital de la generación beat y, a la vez, su mayor mito. La leyenda dice que fue redactada en solo tres semanas de 1951, tipeada en un rollo continuo dispuesto en la máquina de escribir para no cortar el ritmo de la prosa "espontánea" de Kerouac. Sus diarios, en cambio prueban la extensa preparación, entre 1947 y 1950, que llevó su escritura. En ella se narran las incontables aventuras de Sal Paradise (el propio Kerouac) y Dean Moriarty (su amigo Neal Cassady) en otros tantos recorridos por las rutas americanas de Nueva York a San Francisco y de regreso, en varios viajes que llegan a cruzar la frontera mexicana. La búsqueda de iluminación en la experiencia del viaje es el trasfondo de una infinidad de anécdotas, salpicadas de noches de excesos y poesía en las que aparecen otros poetas y escritores beatniks como Allen GIsnberg (Carlo Marx) y William S. Burroughs (Old Bull Lee). En 2012, Walter Salles dirigió una versión cinematográfica.
Los subterráneos
El desgarro amoroso es el centro de esta breve novela de 1958. Kerouac, transfigurado en este caso en Leo Percepied, queda fascinado por la belleza y la cadencia de las palabras de Mardou Fox, una joven negra que forma parte de un oscuro grupo de hipsters de San Francisco, "los subterraneos" del título. Los pormenores de la desenfrenada y trágica pasión amorosa de Leo y Mardou, en la que Kerouac cifra algo de su propia relación con Alene Lee, son el medio por el que el autor plasma su fascinación por la cultura negra afroamericana y, sobre todo, por la música de jazz.
Los vagabundos del dharma
(1958)
Además del golpe rítmico del jazz (beat) y del abatimiento de una generación que no encuentra su lugar en la posguerra (beaten), para Kerouac la palabra beat evoca lo beatífico, la práctica de una vida simple y bondadosa que permitiría el acceso a una visión cristalina del mundo y sus criaturas. La cima de ese costado místico, labrado con cristianismo, budismo, algo de las prácticas zen y otro tanto del Walden de Thoreau, la alcanza en Los vagabundos del dharma. El encuentro amistoso de su protagonista, Ray Smith, con Japhy Ryder, un joven completamente dedicado a la purificación interior y la meditación, es el comienzo de una búsqueda de desapego de las pasiones, acercamiento a la naturaleza y búsqueda de iluminación espiritual, aunque no sin reconocer y recorrer los múltiples tropiezos que depara el camino.
Big sur
(1962)
La desilusión y desesperanza de Jack Duluoz, el protagonista de Big Sur, marcan el clima de uno de los relatos más conmovedores de Kerouac. En él, el autor de Doctor Sax exorcisa sus conflictos con la fama, el alcoholismo y el hastío que le producen las exigencias que le demanda el personaje que construyó para sí mismo en sus novelas. Duluoz va y vuelve del aislamiento en una cabaña solitaria en Big Sur, donde se recluye para reconectarse con su escritura; pero la vida "beatnik" lo persigue a través de sus amigos, conocidos y admiradores, y de sus propios deseos de expansiva sociabilidad. La edición de Adriana Hidalgo incluye en versión completa el poema "Big Sur", resultado del arduo trabajo de Duluoz, en la traducción de Pablo Gianera. Hay una versión cinematográfica realizada por Michael Polish, en 2013
La filosofía de la generación beat
La búsqueda del ritmo exacto en el que la escritura puede captar la experiencia tal cual es fue una de las mayores obsesiones de Kerouac. Tal ambición requería de un método para alcanzar el estado mental necesario para el trabajo, una tarea que Kerouac emprendió conscientemente y que sitúa sus narraciones entre las obras experimentales del siglo XX. En esta recopilación de artículos publicados en diversas revistas, que incluye algunas de sus primeras crónicas y relatos, pueden encontrarse sus escritos programáticos sobre la "prosa espontánea", reflexiones sobre el significado de la generación beat, lecturas de algunos de los autores que influyeron su escritura y hasta alguna crítica a los autoengaños en los que recaería el incipiente hipismo.