Usá la playa como spa
En la naturaleza, existen recursos impensados con soluciones estéticas que se obtienen tras procedimientos sencillos, pero eficientes. En verano, la playa no solo permite horas de diversión y relax sino que el tiempo que se pasa en el agua de mar resulta beneficioso para la piel y ciertos tipos de pelo. Aunque tras salir del mar, todo pareciera indicar lo contrario, tiene sus ventajas.
La piel, agradecida
Es la que más la aprovecha debido a que recibe nutrientes como el magnesio que incrementa sus niveles de hidratación. Es ideal para quienes sufren de sequedad constante. Otra de las bondades de este mineral es su cooperación en relajar los músculos, reducir los niveles de estrés y conciliar el sueño. Un descanso reparador es fundamental para el correcto desempeño de las funciones físicas y psíquicas del organismo, entre las que se encuentra la regeneración de la piel.
Los elementos químicos aportados estimulan la producción de colágeno y elastina que engrosan la epidermis, le dan firmeza y retrasan la aparición de arrugas. De esta manera, obran como una fórmula antiage.
Es común escuchar que es bueno meterse en el mar para mejorar el estado de una herida. ¡Y es acertado! Este contiene iodo y sodio que funcionan como antisépticos y aceleran el proceso de cicatrización. Además, sus propiedades antibióticas combaten las bacterias que generan afecciones en la piel. También, alivia los síntomas de la psoriasis.
El agua salada es una fuerte aliada para las pieles grasas, ya que regula la sobreproducción de ácidos grasos que obstruyen los poros. De esta forma, se liberan y permiten una mejor absorción de las cremas, sérums o lociones hidratantes. Así, actúa como un exfoliante natural que elimina células muertas y toxinas.
De lo contrario, si los poros se saturan de grasitud, se crea un ambiente adecuado para la aparición de microbios que generan acné. La buena noticia es que el agua de mar las ataca, ofreciendo un plus para quienes padecen esta complicación. También, trabaja como astringente contribuyendo a mejorar la apariencia de granitos y puntos negros.
Como la sangre transporta nutrientes y oxígeno por todo el cuerpo, el hecho de que bañarse en el océano estimule la circulación sanguínea es conveniente para los problemas de celulitis, várices y arañitas.
Al rescate de las uñas
En ocasiones, las esculpidas y el esmaltado semipermanente pueden arruinar la salud de la lámina ungueal. La acción curativa del agua marítima, que posee calcio, coopera en su saneamiento y las regenera, recuperando su aspecto original.
Acción en el pelo
"El agua de mar es beneficiosa en su justa medida y para determinados tipos de pelo", afirma el estilista experto Nacho López Fagalde. Para los cueros cabelludos grasos, la sal puede ser una herramienta valiosa porque suprime el exceso de cebo y mejora la situación de la caspa. De esta forma, el cabello toma mucho más cuerpo y volumen. Sin embargo, daña la superficie del pelo, abre la cutícula y lo deja poroso. Por eso, no todas las cabelleras salen ganando: puede ser muy negativa para quienes recibieron trabajos de coloración, debido a que el color se desgasta más rápido y esto resulta aún peor en conjunto con la exposición al sol.
Para evitar efectos nocivos, la hair stylist Victoria Brea recomienda aplicarse un acondicionador sin enjuague o crema para peinar antes y después de bañarse en el mar, ya que ayudan a cerrar la cutícula. Con el mismo objetivo, López Fagalde aconseja aclarar el pelo con agua dulce al retirarse de la playa y usar un producto capilar que humecte y nutra según la necesidad de cada uno.
Hay quienes adoran las ondas playeras que se producen tras mojarse con agua salada. Se sugiere no dejarlas armadas durante muchas horas porque, a largo plazo, esto genera sequedad. Pero hay otra salida: López Fagalde cuenta que existen fórmulas ideadas para recrear el efecto beach waves, con productos que cuentan con componentes que hidratan el pelo y ayudan a darle un aspecto mucho más saludable.
Asesoró: Cristina Pascutto, médica dermatóloga y presidente de la Sociedad Argentina de Dermatología