Una fiesta en París donde la diversión fue lujo
La invitación llegó en una carta, pero no de formato epistolar sino que era una carta de mazo. allí a los invitados se nos citaba el 14 de junio en el Hôtel Salomon de Rothschild y se nos avisaba que comunicarían a su debido tiempo qué clase de vestimenta debíamos llevar. Ya es una tradición que se repite: la firma Hermès elige un tema que será leiv motiv del año y organiza una gran fiesta signada por el espíritu de su propuesta.
La semana previa a la celebración 2018, me informaron que, en la velada, tenía lucir algo excéntrico. El día de la fiesta decidí ponerme en la cabeza un turbante que hice con un pañuelo súper grande. marca Hermès, desde luego.
Llegué al lugar sin saber qué me iba a esperar. el Hôtel Salomon de Rothschild es un típico hôtel particulier francés (una casa), en toda la casa era la fiesta.
La bienvenida fue desopilante. de las ventanas, asomaban cantantes de ópera y se veían personas bailando. en el patio de entrada, recibía un señor que te preguntaba el nombre y lo gritaba con alegría: "llegó agustina", vociferó en mi caso.
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Al pie de la escalera, unas mujeres personificaban estatuas egipcias. arriba, en cada ambiente, sucedía algo distinto; también en el jardín.
Había un cuarto decorado con edificios rojos, como si fuese new york, y un King Kong gigante invitaba a bailar. En el resto de las habitaciones había desde una pista para jugar carrera de autos, hasta una rueda de la fortuna, pasando por un bowling peculiar: se arrojaban perros de peluche en vez de pelotas. además, en otro espacio se organizó el juego de las sillas, había mesas como de casino y se brindaban espectáculos.
En todos los cuartos se podían encontrar barras con tragos increíbles mientras que en el jardín se asaban carnes y pulpo a la parrilla.
Por todos lados había actores: estaban Romeo y Julieta, buscándose el uno al otro, había una señora con los pelos rojos parados que perseguía a su perro imaginario por toda la casa. en los pasillos había manos y pies colgados, para arrojar aros e intentar embocarlos.
Manifiesto
Hacia el final de la noche, Pierre-Alexis dumas, director artístico de Hermès, dio un pequeño discurso para explicar las razones que llevaron a elegir el juego como tema del año. "¿por qué jugar? porque para jugar nos tenemos que juntar, es una forma de aprender de nosotros, de dejar que el azar cumpla un rol, de controlar y soltar a la vez. jugar es movimiento, libertad, imaginación, fantasía y seducción. jugar está en el centro de la marca Hermès, hoy y hace 180 años".
Entonces, el DJ empezó a pasar música y la casa se convirtió en una gran fiesta. A la salida nos regalaron a cada uno un mazo de cartas.
El lujo va alineado a lo intangible, al savoir vivre, y eso se vio reflejado en este concepto de hacer una fiesta para que la pasemos bien. no se presentó ninguna colección, no es época de fashion week. la fiesta tuvo el objetivo, simplemente, de agasajar a los invitados y compartir una noche única, divertida, lujosa.