Todas aman el amarillo, el color oficial de la generación Z
El rosa millennial, un tono representativo de la última década en materia de moda, decoración y contenidos digitales, ya tiene relevo: se trata del amarillo gen-Z, un tono que pinta a los nacidos entre mediados de los 90 y 2000, agrupados bajo el tópico de generación Z. Y son varias las celebrities nacidas después de la generación del milenio que adoptaron al amarillo como bandera de estilo: deKylie Jenner a Millie Bobby Brown, pasando por Gigi Hadid, Kaia Gerber y Zendaya. E incluso Beyoncé, que ya no entra en esta categoría y, sin embargo, subió al escenario de Coachella hace pocos días con un buzo al tono. Firmas locales, sobre todo de autor, hicieron de este color una propuesta creativa que distingue, tales como JT y Kostüme. Como ocurrió con el rosa millennial, el nuevo color de moda –que sin duda se ve por todos lados– no responde a un tono de amarillo en concreto, sino que son muchas tonalidades de esta gama cromática las que están empezando a verse, incluyendo al mostaza, preferido para el look callejero.
Y esta omnipresencia se percibe en las redes, uno de los espacios que ponen de manifiesto las tendencias visuales; un buen lugar donde hacer el ejercicio para detectar patrones de consumo y conducta. De allí surge que esta tonalidad pisa fuerte en materia de tendencias de moda y además se irradia hasta en los filtros de Instagram para editar las fotos, todo se está amarilleando, como demuestra la cuenta de la diseñadora audiovisual del momento, Petra Collins.
Ese rosa globalizado
El año último estuvo teñido por el distintivo rosa en todas sus versiones. Fue estrella en la moda pero también en las propuestas gastronómicas, que emularon los cafés parisienses, la deco de las casas y las tiendas de moda como Mansur Gavriel, por ejemplo, que hizo de este color su marca personal. El maquillaje también fue rosa, los zapatos, las carteras, los esmaltes y hasta el pelo. Se multiplicaron los objetos decorativos y las tapas de libros con una suerte de nueva corriente femenina de escritoras que no temieron empalagar. Esta tonalidad además cobró vida en las generaciones más jóvenes y rápidamente rompió su significado clásico e históricamente asociado a lo femenino y, para algunos, a lo cursi, y se transformó en un matiz sin género ni barreras. En ese sentido, fue un avance que trajo la generación millennial que fracturó estereotipos de género, hasta los hombres empezaron a usarlo sin dudar y demostraron el poder social y cultural que puede tener un color.
El alcance del color de moda
Vero Alfie, diseñadora de indumentaria y referente de la consultora de tendencias Visiones, no duda a la hora de responder de dónde viene el poder del color en la moda. "Que un color se ponga de moda es reflejo de lo que pasa en la sociedad. El color rosa vino de la mano del crecimiento del poder femenino y se instaló con una visibilidad avasallante. Pero no solo representa a la mujer desde lo más cliché, sino que también es el símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, por ejemplo. Y en cuanto a su uso en la moda, décadas atrás se combinaba solo con neutros, pero se perdió el miedo al color, a la mezcla del rosa con el rojo o con otros vibrantes, lo cual refiere a una fuerte presencia femenina".
La caída en desuso de ese rosa millennial era una cuestión de tiempo. Lo contradictorio del fenómeno fue que logró sobreponerse a la asociación con el cliché femenino y convertirse en un color que empodera y fortalece; pero verlo por todos lados planteó la necesidad de un suplente.
Un respiro luminoso
El amarillo, por su parte, ofrece un respiro brillante y luminoso al ya empalagoso rosa que cae por su propio peso como una evolución natural en la paleta de moda.
La nueva versión amarilla de la generación Z retoma lo revolucionario de un color que fue insignia a fines de los 70. Le dio luz a la histórica rebeldía juvenil que atravesó el hippismo, Woodstock y el ascenso de los Beatles, y ahora se presenta de la mano de mujeres que significan mucho para los jóvenes de la actualidad.
Rihanna, por ejemplo, usó un increíble vestido amarillo mostaza con cola en la gala del MET de 2015, confeccionado por el diseñador Guo Pei, mientras que Beyoncé lució un espectacular Cavalli en el video de su canción Hold up con el que atraviesa la calle a modo de pasarela, con la frente alta mientras canta el perdón a una infidelidad. Estos gestos de moda que son recordados con el paso de los años también tienen el poder de generar una tendencia.
"Las transformaciones sociales y culturales son esenciales para detectar cómo se instala un color como tendencia –afirma Alfie–. En ese sentido, el cine me parece un medio muy importante. El amarillo es tan importante para la generación Z porque también recupera el empoderamiento femenino de las décadas del 40 y 50, cuando predominaban los tonos ocre y amarillo huevo; momento cuando se comenzó a instalar el derecho al voto femenino. La influencia del amarillo en los más jóvenes se vio en la película La La Land, y viene de la mano del positivismo del espíritu. Por eso los colores son significativos y están tan presentes en la moda, compensan lo duro del mundo".
Más aún, estudios psicológicos demostraron que tiene un efecto positivo sobre las emociones. Es nostálgico, pero también moderno, está asociado a la historia reciente, pero no está agotado, es optimista y enérgico. Se ha dicho que las rubias no deberían usar amarillo, pero esa regla de oro de la moda está siendo ignorada magistralmente y con efectos positivos.
El amarillo gen-Z es para todos. Se puede adoptar en el clásico piloto de goma de marinero o en los cristales de los lentes de sol, como las bloggers Caro Daur o Chiara Ferragni; leyendo la nueva novela de Zadie Smith, Tiempos de swing, o mirando una película de Wes Anderson. Sumando un almohadón o unas tazas a la deco hogareña o mirando los videos de Petra Collins en Instagram.
Nunca hubiéramos imaginado que los Simpsons, los emojis de nuestro celular y el submarino amarillo de los Beatles iban a convertirse en lo más trendy bajo el visto bueno de Pantone, pero los ciclos de la moda también reflejan las revoluciones cromáticas y, en ese escenario, la juventud siempre es protagonista.