Rosalía Guzmán: "Hago que el diseñador exporte"
Fundó el ecommerce de diseño The Special Market, que vende productos de creativos argentinos a los que ayuda, como consultora, a exportar al mundo
Su aterrizaje en la moda no fue estudiar diseño, sino una carrera que es un pilar fundamental para todo diseñador que quiere expandirse: el comercio exterior. Curiosa y emprendedora, fundó un ecommerce de diseño The Special Market, en el que vende prendas, accesorios y joyas de creativos argentinos que conoció desde su consultora, cuando le golpearon la puerta para saber cómo hacer para exportar diseño argentino. Rosalía Guzmán, de 36 años, es licenciada en Comercio Internacional y despachante de aduana, profesiones que estudió y mezcló en un modelo de negocio sobre su otra pasión: la moda. Además, le interesa ayudar a los diseñadores para que crezcan y se proyecten.
–¿Por qué te gusta la moda?
–Mi madre fue modista, me crié entre telas y revistas de moda. Me gustaba ver el desarrollo y evolución de cada marca que miraba en esas páginas. Me atrapaban las campañas y estudiar cómo se reinventan. Seguir el cambio de la moda en el tiempo, me gusta mucho. También, conocer sobre el armado de colecciones, quiénes las hacen y los conceptos detrás de cada propuesta.
–Te interesa el marketing.
–Exacto. Me gusta ver la relación entre el diseño y lo comercial. Me interesa posicionar el diseño argentino afuera. A los diseñadores les digo: "Vos diseñá que yo me ocupo". Es que me gusta fomentar las relaciones e involucrar a distintos actores para que finalmente el diseñador logre exportar. Así uno mis dos pasiones: la moda y el comercio exterior.
–¿Cómo se te ocurrió armar The Special Market?
–Lo hice para promocionar el diseño de autor que hacían los clientes que consultaban por exportaciones. Por ejemplo, vendemos collares de Cecilia Borghi, que tienen mucho trabajo artístico en porcelana, en mi sitio, en Chile y en el store del MAD de Nueva York. También ropa de Roberta Se Lamenta, que vende en Berlín y San Pablo. Todos productos con potencial de llegada al mundo. También, las carteras de Jungle Vi.Ai.Pi, que se hacen en el Norte, y afuera se venden en el ecommerce Underoursky, de Sofía Sanchez de Betak.
–¿Qué distingue a tu sitio?
–La búsqueda de objetos especiales; esos que comprás y los adorás siempre. Como los de la cordobesa Mariel Yamile, con UVHA, que hace prendas urbanas versátiles, al margen de las tendencias. También, la joyería contemporánea súper lúdica Natalie Duncan y la joyería textil de Doris Viñas. Nos gusta muchos los objetos, por eso convocamos a la firma Al Borde Llama, que rescata técnicas y materiales del Altiplano, y a Planar, con sus objetos funcionales en materiales biodegradables, como billeteras y porta tarjetas en cuero regenerado y fieltros, que se vende en Japón además de en The Special Market.
–También vendés productos importados.
–Sí, pero menos. Son hallazgos que traigo de viajes; prendas seleccionadas y únicas que compro en Nueva York, París o Madrid. Son piezas en telas antiguas o con trabajos de bordados o tejidos a mano con una buena combinación de lanas.
–¿Cómo hacés la selección?
–Busco que los productos tengan diseño, un concepto y que sean de calidad. Manejamos piezas únicas y en pocas cantidades. No suelen ser productos seriados, sino artesanales. Un producto que gusta se compra y queda en nuestro stock: no pido que lo dejen en consignación; todos los trabajos tienen que ser pagados. Se hace una curaduría, se compra, se hace una producción de fotos y busco que todos los productos elegidos convivan con un concepto en el sitio.
–¿Se pide diseño argentino en el exterior?
–Sí. Lo que seexportó surgió por pedido de compradores que por oferta de diseñadores, en un 80%. El problema es que muchos diseñadores no se preparan en cómo se debe hacer o qué tienen que tener en cuenta para exportar. No entienden el paso a paso, no saben cómo armar un costo, ni cómo calcular los envíos, entre otras. Y eso afecta a las exportaciones de diseño. Para los diseñadores suelen ser trámites tediosos, pero no tienen que asustarse. La palabra formulario no es mala palabra, y afuera están esperando el diseño argentino con los brazos abiertos.
–¿Con el tipo de cambio, somos competitivos para vender afuera?
– Con el tipo de cambio nuestros precios están fuera de competencia. Cada marca tendrá que ver qué estrategia asumir para ajustar y llegar a un precio que les sirva a todos. Pero a la vez los diseñadores tienen una ventaja: el precio los ponen ellos, porque cobran el valor agregado de sus diseños, al igual que un artista decide cuánto cuesta su obra. Mientras que el precio sea razonable y guste, lo va a vender. Lo mismo pasa con el diseño de autor.
–¿Tienen que modificar sus productos para ingresar en otros países?
–A veces sí. Es interesante ver cómo las marcas tienen que adaptar sus productos para poder entrar en mercados del exterior, y algunos diseñadores no quieren ceder. Asesoré a diseñadores que hacían bolsos y carteras de cueros y tiento, que para vender en Chile les exigían que no trabajen esos materiales en crudo; decidieron no exportar esos modelos. Tuve casos en los que alenté a que exporten, y otros en los que aconsejé no hacerlo, porque no todos asumen ela dura tarea del cumplimiento de normas y papeles. Una clienta tenía una oferta en París, y al ver las cláusulas de la broker pensó que no iba a poder; lo resolvimos, para que no pierda la oportunidad no saber llenar formularios o de no entender la letra chica del contrato.
–¿Ahora es más fácil exportar?
–Sí, ya no hay que pagar derecho de importación, y es un costo menos en favor de los diseñadores.