Pasarelas. ¿Qué hay que mirar al ver un desfile de moda?
En tiempos de lanzamiento de colecciones de temporada, las grillas de presentaciones estallan y las redes sociales se llenan de fotos en las que se pueden espiar las pasarelas más diversas. Pero, ¿cómo se "lee" un desfile? ¿se mira igual que una vidriera de un local, una obra de teatro o un partido de tenis? Lo que sucede en las pasadas de los modelos tiene un lenguaje propio y comprender algo de su gramática permite entender el mensaje.
Un desfile de moda es un espectáculo efímero e irrepetible que tiene un condimento clave: la seducción. En tanto pieza fugaz en el puzzle comunicacional de una marca o diseñador, resulta la herramienta más eficiente para transmitir su esencia.
El público está ubicado en una platea según el rol que desempeña en este juego (la primera fila -frontrow- está reservada para la prensa especializada, celebrities e influencers) y el frente de la pasarela es el espacio destinado a fotógrafos.
¿Cuál es el objetivo?
"Un desfile es una declaración; los diseñadores crean las colecciones inspirados en el arte, la sociedad, la música, una causa. Los desfiles son 15 minutos de arte", dice Guillermo Azar fundador y productor general de Designers Buenos Aires. Captar la atención, atraer la mirada, provocar emoción, pero -sobre todo- ser recordado, parecen ser algunos de los objetivos a alcanzar.
¿Qué se valora?
La valoración de los desfiles de moda fue modificándose en el tiempo. Inicialmente el foco estuvo puesto exclusivamente en la ropa (la colección que se presenta), más tarde se pasó a poner en valor la capacidad de generar una emoción u atracción más allá de la indumentaria (léase: conmover al editor de moda resultó crucial para el éxito o fracaso de una colección, hoy es el consumidor y su percepción quien marca la brújula). Actualmente, se pondera -como nunca antes- el hecho cultural en sí, ya que los desfiles se han transformado en una verdadera performance, "el desfile está cada vez más linkeado al teatro, es un espectáculo, un show", cuenta Agustina Cattaneo diseñadora de moda por Parsons The New School of Design y docente en el Instituto Marangoni de París.
¿Cómo incide la puesta en escena?
Como en todo show, hay un relato y se enmarca en un clima. La luz, el sonido (o su ausencia) y la escenografía son herramientas poderosas a tener en cuenta porque modelan la realidad. Existen múltiples modos de iluminar una pasarela para generar atmósferas precisas y destacar elementos. Anthony Vaccarello a cargo de Saint Laurent, deslumbró en Paris Fashion Week otoño/invierno 19/20 con una instalación de espejos y luces LED, diseñada por la artista japonesa Yayoi Kusama, con la que se lució la línea de prendas fluorescentes.
El sonido despierta estados de ánimos ligados a la emoción y evoca imágenes de aquello que se está viendo. Fernando Ciraudo, estilista de sonido convocado por marcas y diseñadores, cuenta: "En ´Industria Argentina´, el verano ´17 de Vicki Otero, la colección relataba el proceso de una prenda desde la tela al producto final. Elegí mezclar los sonidos de los talleres de confección, un relato en off del corte, el tizado, la costura, etc. y cierto toque temporal y geográfico".
En conjunto, la escenografía instala un tiempo y espacio paralelo. Karl Lagerfeld encargado de Chanel durante décadas, fue especialista creando puestas descomunales. La última, sin su presencia,transformó al Grand Palais en la Chalet Gardenia, una falsa posada alpina cubierta de nieve.
Sin embargo, no hace falta elaborar una escenografía específica para cada show. Una locación acorde con la colección es suficiente para acompañar e incluso reforzar el mensaje que se quiere transmitir.
Min Agostini, diseñadora y arquitecta argentina, eligió el atelier de la artista plástica Marta Minujín para volver a las pasarelas y presentar su colección otoño/invierno ´19 , en el marco de Designers Buenos Aires. Recortes y volúmenes arquitectónicos - con hincapié en cuellos y mangas - dieron vida a pantalones, tapados y vestidos en una paleta de color sobria con acentos en rojo, verde y rosa pálido, exhibidos en código oversize. Esculturales sombreros en técnica de collage - guiño a Marta - realizados por la diseñadora Laura Notinger, acompañaron cada pasada. Los looks se completaron con zapatos diseñados por Sylvie Geronimi. ¿El resultado? Una confluencia artística infalible.
¿De qué manera hace sentido el casting?
La elección del grupo de modelos es otro instrumento para comunicar ideas y sugerir estereotipos. Los cánones de belleza varían según el diseñador, la colección y también el contexto social. "JT, la etiqueta que hasta ahora estuvo bajo la dirección creativa de Jessica Trosman, responde a modelos con un perfil moderno, rasgos más marcados y acento andrógino, muchas veces buscando unificar géneros; mientras House of Matching Colours, marca de diseñador enfocada en vestidos de fiesta, presenta modelos de una belleza joven y etérea", ejemplifica Gabriel Ortiz booker de LO Management y organizador de BAFWEEK período 2006-2014.
¿Cómo detectar las tendencias?
Las firmas proponen, cada temporada, sistemas de conjuntos que acompañan con ideas en peinado y maquillaje; looks creados para inspirar al espectador a la hora de vestirse. Son las llamadas micro-tendencias, proyecciones a corto plazo, las que señalan qué estará in y qué estará out. Para identificarlas, es clave poner atención a lo que se repite: la combinación de colores, el largo y ancho de faldas y pantalones, el tipo de escote, las estampas, la punta de zapatos, además del tamaño y las materialidades en carteras, aros y collares, entre otros elementos. "Los desfiles marcan tendencia en colores, estampas y accesorios", sostiene Florencia Mangini creadora de contenido para Visiones Tendencias, laboratorio especializado en forcasting. De allí, se desprenden las adaptaciones o réplicas, es decir, versiones accesibles que veremos luego en marcas, desde las exclusivas hasta las fast-fashion.
En suma, desfile de modas es una herramienta híbrida, fusión entre marketing, hecho cultural y experiencia artística, que apela a la emoción y ofrece variedad de signos a observar: una audiencia, una puesta en escena – luz, sonido, escenografía - un grupo de modelos y una colección. Aprender a "leerlos" ayuda a identificar qué es "lo que vendrá" y entender cuál es la identidad de una marca o colección y lo que ésta nos cuenta.