Moda y belleza: Lo que el 2018 nos dejó
Durante el año que termina, el universo fashion le dio la bienvenida a cambios, se impusieron tendencias y algunos sucesos dejaron su marca. Aquí, una selección de los 15 destacados de Moda & Belleza.
1- La fabricación de textiles innovó hacia la creación de materiales en otra dimensión
La investigación científica y el desarrollo tecnológico avanzaron en pos de crear insumos más sustentables y sorprendentes para la industria de la moda
Tomó fuerza el surgimiento de innovadoras formas de elaboración de materiales para la industria de la moda que no solo trajeron texturas desconocidas sino que, además, algunas vinieron a solucionar problemas, como por ejemplo, la enorme contaminación que genera este sector. Así, los desarrollos de biotextiles, junto con las sorprendentes posibilidades de la impresión 3D (que la holandesa Iris Van Herpen llevó a pasarela) yla exploración en prendas con electrónica aplicada, vinieron a dar aviso: el futuro ya llegó.
2- Volvió la riñonera, reversionada
Funcionales y cancheras, marcan la cintura, van cruzadas tipo bandolera y también se llevan como cartera
La tendencia surgió como una evolución del lugar destacado que empezó a adquirir el cinturón. Pero, además, su éxito se explica al conjugar dos fenómenos: el éxito rotundo de las minibags y la expansión del estilo deportivo, que salió de las canchas y se impuso con fuerza en looks urbanos. Las riñoneras, que en los 80 adoramos, volvieron y hoy se usan para acompañar un outfit sport tanto como para un equipo arreglado. A la funcionalidad de llevar cosas, se suma la de aportar color, materialidades diferentes y por sobre todas las cosas, mucha onda. Esto recién empieza y promete seguir avanzando.
3- Nacieron y crecieron las influencers virtuales
Las celebrities de la era 3.0 son codiciadas; exhiben su vida cotidiana, que no es real pero existe en las redes
Lilmiquela cuenta con un millón y medio de seguidores en Instagram. Invitada a los desfiles internacionales, siempre tiene su asiento en la frontrow. Postea selfies en sus actividades cotidianas, sus looks, sus preferencias. Hasta ahí nada llama mucho la atención. Solo que ella es una criatura virtual. @Lilmiquela existe, pero no en la vida real. Y como ella, muchas influencers digitales están marcando el pulso de la vida y el universo fashion en las redes sociales.
4- Jean-Paul Gaultier, como artista, hizo una visita nupcial
Novios y novias, en trajes de alta costura, subrayaron el valor cultural de la moda que cada vez ocupa más espacios en los museos"
El enfant terrible de la moda francesa, Jean-Paul Gaultier, volvió a estar en Buenos Aires. Pero esta vez, no solo trajo su simpatía, su desparpajo, su estilismo tan osado como genial, sino que, además, vino en calidad de artista. Presentó en el CCK su muestra "Amor amor" donde exhibió una colección de trajes nupciales –de variadísimos estilos– montados en un pastel de bodas gigante. Esto sucedió a la par de que, en el mundo, cada vez más museos exponen piezas de moda por su valor artístico y cultural.
5. Las zapatillas dieron un paso
Se convirtieron en EL calzado y rápidamente ganaron en ámbitos bien lejanos a lo deportivo.
Tiemblan los stilettos en vía de extinción. Hasta hace no tanto tiempo las zapatillas eran un calzado de uso indiscutido para la práctica de deportes. Y a lo sumo, para el estilo sport de los tiempos de ocio. Borrón y cuenta nueva. Ahora las zapatillas son prendas de vestir. Se llevan de noche y de día, con faldas y con vestidos. Las fashionistas tiene mil modelos y todas –todas– las marcas empiezan a producir sus diseños. Las hay discretas, pero las que cobran presencia realmente entre las generaciones más jóvenes son las ostentosas, de formas estrafalarias, suelas rarísimas, colores estridentes. Las feas, sí, están de moda.
6. El genderless se impuso como un tercer género
La diferenciación binaria entre masculino y femenino empieza a ser demodé; surgen propuestas intercambiables que inauguran un estilo sensual distinto
Las distinciones se difuminan. Ya no se trata de que un varón pueda usar una prenda femenina. Ni de que una mujer se divierta vistiendo un conjunto de hombre. La tendencia actual no pasa únicamente por el intercambio de ropa y de identidades, va un paso más adelante: se proponen colecciones completas –incluso marcas– en las que el género no es una variable que entre en juego. La moda transgénero trae líneas amplias, morfologías versátiles para distintas anatomías y el acento puesto en la personalidad que trasciende los límites
7. Las fibras naturales se posicionaron como joyas de producción nacional
Estos tejidos de fibras naturales son valorados por su calidad y por la sustentabilidad
Vicuña, llama, alpaca. Los hilados elaborados con fibras naturales al 100% empezaron a ser codiciados en el mundo entero. Son un nuevo lujo y gozan de la virtud de la sustentabilidad. Además, abrigan como pocos y son una delicia al tacto. La buena noticia es que la Argentina se posiciona entre los principales productores de estos materiales, y que hay profesionales multidisciplinarios trabajando para garantizar la preservación de la fauna y el medio ambiente en su extracción, como así también la puesta en valor de las comunidades ancestrales que los trabajan artesanalmente.
8. Los aros aumentaron de talle, se fueron al XXL
El protagonismo de los accesorios no escatima proporciones, vale exagerar sin temor a eclipsar el look por el tamaño de los aros y collares
La joyería contemporánea está pasando por un momento de gloria. Cada vez más diseñadores se vuelcan a concebir diseños de autor para complementar los equipos y las principales firmas de lujo empiezan a darles mucha más importancia al presentar sus colecciones, tal como demostró Tom Ford en la pasarela de New York Fashion Week. Confiados en la oportunidad y pretenciosos, tanto los aros como los collares este año salieron a conquistar terreno. Se volvieron enormes, imponentes. Fueron desde los acrílicos hasta las piedras preciosas –pasando por materiales de desecho– haciendo alarde de su capacidad para convertirse en el detalle protagónico. Y lo consiguieron.
9. Falleció un grande del diseño francés: monsieur Givenchy
La alta costura lloró la partida de uno de sus ilustres modistos a quien despidió con emoción y gratitud por el legado que dejó
A los 91 años, falleció Hubert Givenchy. El favorito de Audrey Hepburn, Jackie Kennedy y Grace Kelly, entre tantas otras, dejó un gran legado basado en su sastrería impecable. Pero también será recordado como el modisto que, en los años 50, propuso levantar los dobladillos de las faldas de las señoras y las animó a mostrar más sus piernas.
10. Una luz flúo marcó el camino a seguir
Estallaron colores inéditos y encendidos, tanto para el make up como para la indumentaria
Verde, amarillo, fucsia fluorescentes. Como marcadores resaltadores, los tonos flúo encienden la temporada de verano y prometen ser de larga duración. Pero no solo en la ropa y en los accesorios explota esta paleta, también en make-up y en esmaltes de uñas.El universo de los maquillajes incorporó tonalidades y texturas hasta ahora inéditas. ¿Rubor amarillo? ¿delineados arcoíris? ¿labios con glitter? Sí, eso y mucho más porque el color block y la aplicación arty de los productos es lo que va.
11. Firmas de lujo desembarcaron en Buenos Aires
Del mundo a la Argentina: las marcas premium trajeron productos que hasta ahora sólo se conseguían en el exterior
Algunas nunca habían estado en el país; y otras volvieron después de algunos años. Marcas internacionales de lujo abrieron tiendas en la ciudad este año. Louis Vuitton llegó al Patio Bullrich, al igual que Ermenegildo Zegna. Zadig & Voltaire hizo pie en Alcorta Shopping. Vilebrequin y la francesa Paule Ka se instalaron en la Avenida Alvear mientras que la joyería Pandora inauguró varias sucursales. Y la lista promete sumar nombres top el año que viene.
12. El pelo corto fue la tendencia
Con rulos o lacio, al ras o hasta los hombros; las melenas se acortaron
Swag, flapper, garçon, sleek, curly...las tendencias en pelo que arrasaron este año llevan nombres extraños. Y tienen un denominador común: todas admiten -e incluso alientan- usar el pelo corto, bien corto. Como el pixie (foto), que alcanza su punto máximo de expresión en el rapado.
13. Se inauguró la era del shopping digital
Una nueva opción para salir de compras sin usar escaleras mecánicas ni cargar bolsas. Solo se trata de deslizar el cursor por la pantalla y cumplir con el sueño del consumo on line
A medida que el mundo virtual se expande y se entrevera en el universo tangible, aparecen nuevas soluciones para los nuevos hábitos. Cuando el consumo online de moda experimenta un franco ascenso (¿qué era eso de entrar a un negocio, probar, pagar y llevar la prenda uno mismo?) se inauguró Dressit, el shopping virtual más grande del país donde están las principales marcas, para recorrer con el dedo, comprar y recibir en casa a las pocas horas.
14. El trabajo colaborativo emergió como estrategia para el diseño independiente
La experiencia de United Creators llegó a la pasarela con una propuesta unificada, además de las individuales
La respuesta a muchas de las preguntas que plantean los vínculos y las dinámicas comerciales en la contemporaneidad parece estar en el trabajo colaborativo. Así lo entendieron quienes pergeñaron estrategias para marcas del mainstream que hicieron sus alianzas para fortalecerse y salir a competir. Y así lo entendieron también los creadores argentinos que están detrás de las vanguardistas etiquetas Alen, Boerr-Yarde Buller, Blackmamba, Nous Etudions, House of Matching Colours, Pablo Bernard y Vanesa Krongold . Se juntaron en bloque, desfilaron todos juntos como si fueran uno, pero siguen siendo cada uno de ellos.
15. La pasarela se volvió más inclusiva todavía
La consigna es abolir estereotipos para vernos (mostrarnos) como somos todos
No es completamente nuevo, pero en 2018 se consolidó como un hecho esto que viene sucediendo desde el año pasado, cuando tímidamente subieron a las pasarelas modelos que desencuadraban de la rígida estructura tradicional: personas con más kilos o con pieles menos uniformes, con discapacidades... se legitimó la presencia de hombres y mujeres diferentes a lo que se acostumbraba en el estrecho universo de los criterios estéticos de la moda. Y entonces, los desfiles empezaron a ser pasarelas de algo más que de moda, a mostrar aceptación y reconocimiento de la belleza en todo su abanico de diversidad.