Moda sustentable. Vestidos, capas, joyas y escarapelas con cápsulas usadas
Con su marca ADNJewerly crea en Miami piezas de diseño a partir de cápsulas de café recicladas y bolsas de plástico. Hace accesorios de uso cotidiano o para ocasiones especiales, pero siempre únicos.
Tiene el gen de la creatividad en sus iniciales y por eso se llama ADNJewerly la marca que gestó para cobijar sus diseños de joyas, entre las que se destacan las piezas hechas con materiales reciclables como cápsulas de café y bolsas plásticas. Pero la emprendedora argentina Andrea De Navarrete está agitando la movida arty de Miami con muchas otras propuestas, que van desde anillos, collares, petos, brazaletes, pulseras, aros, hebillas, indumentaria y collages hasta escarapelas.
¿Cómo fue tu primer contacto con el diseño? ¿Fue por hobby?
Estudié Comunicación Social (UBA) y tengo un Master en Comunicación Institucional (UCES). Trabajé en corporaciones como Pepsi Cola y General Motors, pero siempre estuvo en mí la necesidad de diseñar mis propios accesorios, así que podría decirse que comenzó como un hobby. Pero me fue atrapando cada vez más y decidí especializarme tomando cursos de Joyería Contemporánea, Piedras Preciosas y Semipreciosas, Cristales y Bordados. Quería materializar profesionalmente en una pieza de joyería lo que imaginara o creara.
¿Cuándo y cómo decidiste que fuera un modo de vida?
Me llevó un par de años darme cuenta que el diseño de joyas estaba latente en mí, a pesar de que mi trabajo me fascinaba. Pero en 2007 esas creaciones que hacía solo para mí empezaron a interesar a amigas y a conocidos que querían hacer regalos. Fue difícil dejar mi carrera de toda la vida y la seguridad de un sueldo mensual, pero hoy agradezco haber callado todas esas voces internas que boicoteaban mis sueños. Me da mucha felicidad que mis clientas elijan mis piezas por únicas, atemporales e ideales para complementar sus outfits. Eso no tiene precio.
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¿Por qué decidiste emigrar?
Fue una decisión familiar en base a una propuesta laboral que recibió mi marido. Considerando que mi trabajo requiere solamente de mi mano de obra y el equipamiento para diseñar y crear accesorios, nos vinimos a vivir a Miami en 2015. Aquí fue empezar de cero nuevamente. Profundicé mis conocimientos en el New York Institute of Art + Design, empecé a participar de Art Shows y gradualmente mi marca ADNJewelry se fue consolidando con diseños de joyería contemporánea y piezas únicas, hechas tanto con materiales reciclables como las cápsulas de café y los plásticos, como también cristales y piedras preciosas, entre otros.
¿Qué te aportó participar del circuito de exposiciones de arte?
Cuando llegué a Miami tuve dos grandes desafíos: uno empezar de cero, lo cual requería explorar en el mundo de la joyería para encontrar los materiales base y transformarlos en piezas de diseño. Y el segundo fue hacer conocida ADNJewelry. Entendí que aquí es necesario moverse para llegar a tu público y una de las herramientas que me lo permitió fue participar de Art Show, un evento para el que es necesario ser seleccionado por un jurado de curadores a partir de un portfolio de piezas para la venta. Esto me requirió un esfuerzo adicional pero se vio recompensado porque en estos encuentros se eligen las mejores obras y tuve la enorme satisfacción de ganar el primer premio en dos oportunidades con piezas hechas completamente con cápsulas de café recicladas.
¿Por qué decidiste enfocarte en materiales sustentables?
Partiendo de la conciencia hacia el cuidado del medio ambiente. Siempre tuve la idea de que el último descarte puede no ser necesariamente el último uso de un objeto. A medida que mis seguidores comenzaron a ver las piezas creadas, la respuesta fue inmediata: ´Antes tiraba todo o enviaba a Nespresso las cápsulas usadas, pero ahora que veo lo que hacés prefiero enviarte las bolsas a vos para que ver en qué lindas obras las transformás´. Con el aporte y la concientización de ellos es que hoy puedo diseñar desde petos, brazaletes y anillos hasta un vestido con 2.560 cápsulas o una capa con 1.580. Los directivos de la marca me han hecho llegar sus comentarios positivos vía redes sociales.
¿Cómo moldeás las cápsulas para darles esas formas increíbles?
Las técnicas adquiridas en los cursos y las herramientas que utilizo para Joyería Contemporánea son las que fui fusionando con la colección de Joyería Sustentable. Se necesita abrir las cápsulas, extraer el café (es ideal para fertilizar plantas o armar compost), luego lavar y desinfectar cada una, secarlas y recién ahí comenzar el trabajo, comprimiéndolas o cortándolas. Una vez dibujada la pieza comienzo con el montaje y es el grado de sofisticación lo que determina el tiempo de producción. Puede llevarme un par de días o un mes, como en el caso del vestido.
¿Quién te enseñó a trabajar las cápsulas? ¿O aprendiste sola, ensayo y error?
Nadie; fue una iniciativa propia total. Todo comenzó cuando vacié el contenedor de cápsulas usadas de la máquina y vi los colores: azules, verdes, colorados, naranja, dorados. Las lavé y las separé ya imaginando futuros objetos a diseñar con ellas. Pero fui innovando a cada paso. Cualquier cosa puede ser la punta de un iceberg de inspiración: una muestra de un museo, una pintura, revistas... Una vez volvía de un curso en Nueva York y caminando me topé con una vidriera llena de vestidos hechos por alumnos de The School of Visual Arts, con llaves, teclas de computadoras, dardos, saquitos de té, tenedores... Pero no había con cápsulas de café recicladas así que hice el mío.
¿Cómo se te ocurrió hacer accesorios con bolsas de plástico?
Siguiendo mi instinto sustentable: veía cómo se me acumulaban y me negaba a tirarlas así que un día las empecé a trabajar con tratamientos térmicos para darles forma de, por ejemplo, hojas y pétalos. Además, el packaging de mi marca está hecho con revistas de moda que reciclo.
¿Dónde te capacitaste en joyería y en bordado?
Otra vez una vidriera fue el punto de partida. Pasé por un centro artístico y vi varias piezas hechas con cristales. Entré por curiosidad. Y allí conocí a mi maestra y mentora: Carla Bronzini. Fue un descubrir permanente de bordado de cristales, tejidos en alambre y argollas, macramé, diseños en cristales de Swarovski, beading, millinery, bordado mexicano, metales nobles, resinas.
¿Tus piezas son todas únicas o hay algunas que hacés en serie?
Tengo accesorios hechos en ambos formatos pero las que más me atrapan son las piezas únicas y hechas a mano, porque aunque las repita nunca una es 100% igual a la otra. Ahí radica el secreto del handmade y hace que todo lleve tu sello, tus conocimientos, tu inspiración, tu puesta en acción y tu historia. Cada joya termina teniendo su propia vida y ese es el secreto al momento de que alguien la elija para un casamiento, una graduación, un evento especial o para el día a día.
¿Hacés objetos cotidianos o las tuyas son piezas para admirar?
Todos mis accesorios son para usar, algunos de manera cotidiana y otros -como los que denomino Art Jewelry- para ocasiones particulares. Con los plásticos estoy ahora diseñando una luminaria y unas guirnaldas para decorar el cuarto de una niña.
¿Cuál es el circuito de comercialización de tus productos?
Mi canal de venta mayoritario es a través de plataformas digitales, como Shopify e Instagram. Si tuviera que definir un público diría que son mujeres de 25 años en adelante. Cada una de las piezas está hecha para que sea súper versátil, que puedas usarla con unos jeans o con un vestido para algún evento. Tengo clientas que siguen usando aros que me compraron hace cinco años y reciben elogios como el primer día. Nunca vendo algo que yo no usaría y trato de seleccionar los materiales con cuidado; hacer joyería a mano hace que cada pieza sea especial y única, como el momento en que la persona lo use.
¿Qué referentes tenés en materia de arte y diseño con elementos reciclables?
Adhiero al concepto de creación que tiene Chee San Fen, de Singapur, una artista que se dedica a la sombrerería utilizando materiales naturales. También sigo el trabajo artesanal de Mercedes Salazar, de Colombia, y me guía la inspiración de Elisa Insúa, de Argentina.
También trabajás con collages en los que combinás pintura y cápsulas…
¡Sí! Salto de un proyecto a otro. A lo mejor estoy terminando un megabrazalete en cristales y ya quiero empezar con algo más que tengo en la cabeza. Hace poco hice una escarapela y una bandera argentina con cápsulas para un evento organizado con el sponsorship del Consulado Argentino en Miami.
¿La actual pandemia modificó en algo tus creaciones?
Aprovecho estos momentos de quietud para encontrar inspiración. Tenía proyectos sin encarar por falta de tiempo. Hice cursos, como por ejemplo de retoque de imágenes, y mejoré mi vínculo con la máquina de coser, que tenía archivada. Busqué telas guardadas, me puse a hacer tapabocas para regalar y sin darme cuenta me encontré haciendo una producción para una empresa. Es momento de seguir moviéndose. Mi taller ahora está en todos los sectores de la casa: máquina de coser, telas, cápsulas de café, cristales, set de fotografía y alguna delicatessen de cocina... Los días suelen ser todos iguales en cuarentena, así que es importante trazarse objetivos e invertir este tiempo en planificar y fortalecernos.