Lencería con conciencia
Conocé a Hijas de María, de la diseñadora Ana Borbolla, una iniciativa que incluye a las mujeres que pasaron por un cáncer de mama. Una propuesta de lencería de diseño, actual y cómoda
La experiencia de pasar por el padecimiento de un cáncer de mama llevó a Ana Borbolla a crear una firma de lencería, que también tuviera en cuenta prendas para posmastectomía. Así surgió Hijas de María, una propuesta de ropa interior alegre, fresca, con diseños personales y trendies, a la vez, de tendencia: estampas, puntillas y mucho color. "La idea es que cualquier mujer pueda encontrar cosas lindas y de calidad para usar en todo momento, incluidas las que pasan por un mal momento. La intención es integrar a las chicas que tuvieron una operación de cáncer de mama; para ellas hay prendas especiales para cada etapa", cuenta la diseñadora protagonista.
A pesar de todo, nada mejor que saber de qué se trata para comprender y entender qué se necesita. Esta diseñadora textil y de indumentaria creó la marca hace cuatro meses. Después de padecer cáncer de mama decidió renunciar a su trabajo en una fábrica de lencería y encarar un proyecto muy personal, con una propuesta que hacía mucha falta en el mercado.
Su historia tiene que ver con cómo convertir una pésima experiencia en una gran ayuda. Hace un año, haciéndose un autoexamen mientras se bañaba notó un bulto en su mama que le llamó la atención, a los dos días fue al médico y a los tres le dijeron que tenía cáncer. "Siempre lo tomé de manera positiva, me lo sacaron y seguí mi vida normal." Le extirparon la mama entera y dos centímetros alrededor. Luego de la mastectomía, a las mujeres que se hacen cirugía estética se les coloca un expansor debajo del músculo del pecho que progresivamente se va llenando con una solución salina en las consultas al médico después de la extracción. Cuando el tejido del pecho se expandió y sanó lo suficiente se reemplaza el expansor por un implante. Ana pasó de tener 90-90 a 90-0, 90-75, 90-85, 90-95, y no había nada en el mercado para esta etapa de cambios. Las marcas de ropa interior especiales son contadas y los corpiños, muy estructurales.
Y se lanzó a su propia marca pensada no sólo para mujeres que pasaron por un cáncer, con una línea exclusiva para ellas. La línea rosa es para pacientes oncológicas que se han practicado una mastectomía, la extirpación quirúrgica de una o ambas mamas, de manera parcial o total. Sólo si se realizan una mastectomía completa tienen un corpiño con relleno adecuado para disimular la falta y generar simetría en el cuerpo. Para las que se realizan mastectomía con expansor porque deciden colocarse después una prótesis definitiva hay corpiños autorregulables, porque los cambios son quincenales y van intercambiando almohadillas de distintos tamaños para lograr la simetría necesaria; esta etapa puede durar hasta un año. Los corpiños están diseñados con un sistema de bolsillo para que se puedan colocar estas prótesis de descanso o las de silicona externas para las que no eligen reconstrucción.
Las etiquetas de los corpiños vienen con las indicaciones para el autoexamen y las recomendaciones para la prevención. Los corpiños adaptados para mastectomía con elección de la taza que va a tener el bolsillo para ingresar la prótesis salen $ 450; las prótesis de descanso, $ 250. El set de 4 a 5 prótesis de descanso sale $ 450. Una buena nueva para mujeres fuertes, lindas y concientes.
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