Laurencio Adot, un diseñador entre lo vintage y lo futurista
El "Lauren" local, dicen muchas de sus clientas fieles desde hace décadas. Lejos de comparaciones que suelen ser odiosas, Laurencio Adot despierta lo contrario: palabras amorosas de sus seguidoras que lo prefieren porque sus manos sobre la tela convierten un textil en un diseño que siempre puede estar de moda. Treinta años en el métier le sirven para sostener a diario que también en y desde Buenos Aires se puede ofrecer alta costura aunque sea un nombre protegido o aplicable a confecciones con determinados estándares.
De familia de ingenieros textiles siempre recuerda que sus primeros pasos los dio vendiendo la ropa que hacían sus padres y debe a su madre, lsa Aztiria de San Martín, un oficio en el que arrancó con apenas 20 años; por eso, hasta la homenajeó en el Colón con Elsita, una colección de vestidos de fiesta de factura impecable con moldería artesanal y detalles de bordado a mano únicos.
Ganador de una decena de Tijeras de Plata y de la consagrada de Oro –galardón que entregara la Cámara Argentina de la Moda-, Laurencio no sólo sabe demostrar lo suyo en alta costura -que es especialmente valorada- sino también en la llamada "lista para usar", no menos importante. Así, supo diversificar su etiqueta en un prêt-à-porter igualmente cuidado y, porque cree que la industria de la moda se sostiene con la comercialización de accesorios y perfumes, también incursionó en el mundo de las fragancias. Es uno de los pocos que recorre el país llevando su propuesta de moda y nunca dejó de lado a las novias con las que se hizo conocer y se sostuvo.
Siempre vigente, sus diseños son un clásico pero también son versátiles, tanto que sabe reinterpretar no sólo las demandas actuales sino recrear propuestas de moda, como lo visto en su colección de este invierno en la que festejó sus 30 años con la moda y mostró su versión de Star Wars con la estética de los 80 y 90, en un buen contrapunto entre lo vintage y lo futurista.