Las supermodelos, ¿están de vuelta?
Caudia Schiffer aparece semi desnuda en la tapa de Vogue Italia. Kate Moss seduce desde la tapa de Vogue París. Naomi Campbell cierra el desfile de Valentino alta costura. ¿Porqué la moda incluye a las top que promedian los 50 años?
Durante el tercer día de la semana de Milán, verano 2018, se escribió un nuevo capítulo de la moda. A 20 años de la muerte de Gianni, Donatella Versace homenajeó a su hermano, su maestro, su mentor, el hacedor de su futuro con un cierre de desfile inolvidable: ellas no se levantaban de la cama por menos de 10.000 dólares, pero ese día no fue necesario. Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen brillaron en vestidos metalizados dorados caminando abrazadas al son de Freedom de George Michael. Este fue el pre aviso.
La edición de este mes de la revista Vogue Italia tiene en la tapa a 2 de aquellas supermodelos con 2 portadas para cada una. En una Stephanie Seymour (51) está apenas vestida con un cinturón y guillerminas altísimas mientras simula hacerse una selfie con una cámara de fotos. La otra la encuentra con un abrigo de plumas de marabú fluo signé Saint Laurent.
Su compañera, la alemana Claudia Schiffer (48) comparte la edición sosteniendo un sobre y stilettos fluo que cubren lo necesario y un saco negro en la otra mano. Mientras que la otra tapa la tiene con el saco puesto y los zapatos de taco y punta afilados todo firmado Saint Laurent. Dos tapas más cercanas a Playboy que a Vogue Italia, dos tapas que reafirman el estilo de Emanuele Farnetti, el director editorial desde hace dos años. Más allá de las explicaciones (un homenaje a las mujeres súper potentes del fotógrafo Helmut Newton) surge la pregunta: ¿acaso están de vuelta las famosas supermodelos de los años 90?
Parece que sí. La eterna Kate Moss (45) está en la portada de Vogue París de este mes y en la nueva campaña de Alexander McQueen. ¿Alguien más? Si. A los 50 la norteamericana Christy Turlington será una de las protagonistas de la tapa del Vogue inglés y también de la edición para suscriptores del Harper´s Bazaar norteamericano de septiembre. Recordemos que en febrero último cerró el desfile de invierno 2019 de Marc Jacobs luego de 25 años sin pisar la pasarela y hoy es la imagen de la campaña junto al diseñador. Además en enero pasado Naomi Campbell (48) volvió a pisar la pasarela de Valentino alta costura después de 14 años y cerró el desfile.
¿Porqué están de vuelta?
Una de las razones es que no hubo relevo. En el año 2010 la prensa especializada dio por terminada aquella era cuando aparecieron nuevas modelos desconocidas, muy jóvenes y muy delgadas. La única que llegó a la categoría es Gisele Bündchen, pero sin la parafernalia de sus predecesoras.
Pancho Dotto, el mejor representante de aquella década, quien descubrió a las supermodelos argentinas y quien contribuyó a generar una camada de mujeres cuyo trabajo excedió los límites de la moda dice: "Esas modelos son las referentes de las mujeres que hoy consumen, tiene que ver con un tema comercial, son quienes pueden acceder a comprar lo que ellas muestran. Es verse reflejadas en ellas". Valeria Mazza, Carolina Peleritti, Dolores Barreiro, Guillermina Valdes, Carola del Bianco y más son algunas de las joyas de la corona de Dotto Models.
Para Lorena Ceriscioli, ex modelo y dueña de LO Management, el motivo es simple: "Más allá de cualquier otro objetivo hay una revalorización de la belleza que ya no pasa solo por la juventud. A los 20 años, tenía miles de complejos, inseguridades y miedos. Nunca me admiré frente al espejo, siempre encontraba algo para criticar, para no mostrar, para tapar. Hoy a los 44 años, me siento mas hermosa que nunca". Y agrega: "En esa época no existían la felicidad y la realización de hoy. La experiencia y el paso del tiempo, se traducen en contenido, en mujeres adultas, fuertes e independientes que eligen a conciencia ser ellas mismas y saben que el poder no esta en lo que se ve sino lo que tienen dentro, en lo que son".
Un dato a tener en cuenta es que cuando hablamos de supermodelos nos referimos a aquellas mujeres que se hicieron conocidas más allá del público especializado.
Todo el mundo supo y sabe quien es Claudia Schiffer. Y también quien es Valeria Mazza, pero casi nadie sabe quien es Mica Argañaraz, la modelo argentina con mejor exposición internacional actual considerada también una influencer. Ceriscioli, descubridora y manager de Argañaraz en Argentina dice: "Mica es, sin ninguna duda, la actual representante de aquel fenómeno. Hoy la diferencia radica en como se manejan". La representante cuenta que hoy trabaja en equipo con las otras agencias de París y Nueva York que la representan teniendo en cuenta, ante todo, sus necesidades y deseos. "Antes los representantes tomaban la mayor parte de las decisiones, eran ellos "los que sabían".
Hoy eso esta demodé, los representantes trabajamos en equipo con nuestra representada, es un trabajo mas respetuoso y a conciencia. Podemos orientar, guiar, sugerir, pero la decisión final la tienen ellas".
¿Cómo se manejaba a una supermodelo? Dotto responde: "Fue un tema artesanal, era lo que yo veía en cada una. Estaba en todos los detalles, les decía qué tenían que hacer, mi trabajo también consistía en eso. Cuando conocí a Pelleritti le dije que se tenía que cortar el pelo y fue la modelo de Motor Oil que la catapultó en su carrera. Yo en cada una veía el potencial que tenían y no me equivocaba. Me dedicaba a ellas".
Glamazonas inalcanzables
En aquella década sin Internet ni redes sociales la moda se dividía en modelos y diseñadores, y fueron estos quienes alimentaron el consciente colectivo con estas mujeres que se comían el mundo.
A John Casablancas, fundador de la agencia Elite, se le atribuye inventar a las supermodelos y descubrir a Naomi Campbell y Cindy Crawford. Gianni Versace las canonizó reduciendo sus personalidades a solamente sus nombres. Eran simplemente Cindy (Crawford), Linda (Evangelista), Claudia (Schiffer), Helena (Christensen), Naomi (Campbell), Elle (McPherson) y Kate (Moss) y las responsables del nuevo glamour. Su notoriedad fue inmensa y su trabajo en 360 grados excedió los límites de la moda y los desfiles. George Michael, Chris Isaac y Guns N' Roses las incluyeron en sus videoclips; salían con actores, magos, cantantes, rockeros y actores; protagonizaban películas y hasta tuvieron su propio emprendimiento: el Fashion Café, inaugurado en 1995 en el Rockefeller Center que devino en una cadena de restaurantes que sobrevivió 4 años.
Si bien el término "top model" ya existía fueron ellas quienes lo potenciaron y armaron ese batallón de mujeres imposibles de parar que desfilaban en grupo sobre una pasarela. Era difícil saber exactamente qué ocurría con sus vidas puertas adentro, el mundo privado se reflejaba en lo que mostraban las revistas y lo que se podía ver en los backstages de los desfiles que eran shows en sí mismos agitados por las fotografías de Roxanne Lowit una especialista en retratar ese mundo. La actual y desteñida palabra glamour en aquella época brillaba y enceguecía. La inmediatez de Instagram le quitó magia y secretos pero le aporta fama y dinero a las sucesoras.
Las nuevas supermodelos
La decadencia llegó en 1995 cuando el estilo grunge se impuso en la moda, el ideal de belleza cambió y sus esculturales cuerpos dejaron de seducir. También el cansancio de sus caprichos de diva y darse cuenta que la percha supermodelo era más importante que la ropa. Hoy ese lugar lo ocupan Gigi y Bella Hadid, Cara Delevigne, Kendal Jenner y algunas otras a quienes la alta exposición de las redes sociales las catapultaron como las nuevas supermodelos. El otro rango lo ocupan las it girls. Hoy todos saben qué hacen dentro y fuera de sus casas como si se tratara de un Gran Hermano.
La identificación con la modelo ya no tiene, valga la redundancia, un modelo único. En los 90 Dolores Trull, Andrea Bursten, Roxana Zarecki y Lorena Ceriscioli también fueron modelos top y amigas fuera de la pasarela. Hoy son desde la temporada pasada la imagen de la firma Portsaid. "El público que consume la marca se expresó abiertamente en redes sociales agradeciendo y disfrutando ver mujeres de 40 y largos mostrando la nueva colección" comenta Ceriscioli.
Las que fueron supermodelos comparten protagonismo con las nuevas generaciones porque estamos en un momento plural. Aquí y de allá la moda entiende que nada es definitivo y siempre habrá una excusa para renovarse. Representación y aceptación también son armas para generar consumo porque además de modelos, ropa y diseño hay que vender.