Las gafas como un nuevo lujo
Las marcas de moda más top desarrollan líneas de anteojos de lectura que resumen su estilo y las vuelve más accesibles
En las últimas semanas de la moda hemos presenciado el silencioso despertar de los accesorios, logrando convertirse en los protagonistas de los desfiles y marcando tendencia alrededor del mundo. Desde los zapatos, que compiten por imponerse como el complemento más excéntrico, original y deseable, hasta las carteras, la bijouterie y, por supuesto, las gafas.
Con Gucci, Miu Miu y Chanel a la cabeza, las marcas más importantes del mundo se rasgan las vestiduras por generar adeptos en este segmento, invirtiendo en campañas publicitarias para redes sociales y en honorarios astronómicos para tener a los influencers más poderosos como imagen. Los lentes característicos de Diane Keaton en Annie Hall, los míticos marcos negros de Woody Allen y los que usaron ya clásicos personajes de ficción como Harry Potter y Ned Flanders dan cuenta de cómo este elemento funcional tiene el potencial de crear nuevos íconos.
La reinvención de los clásicos
La propuesta granny, que emula los modelos de gafas de lectura de nuestras abuelas, y la “académica” o nerd fueron rápidamente adoptadas por las marcas internacionales. Los modelos históricos de lentes –redondos, aviadores, cat eye y extragrandes– son reinterpretados de manera transgresora, proponiendo marcos maxi de carey o de acetato en colores estridentes; vidrios esfumados en tonos pasteles; apliques de pedrería o perlas en patillas anchísimas o marcos finos de metal con vidrios color champagne, los preferidos de los geeks.
La última campaña de anteojos de Gucci fue dirigida por la artista y fotógrafa canadiense Petra Collins, quien creó un universo onírico basado en los recuerdos de su infancia en Hungría. Planteado desde una mirada infantil, el corto comienza cuando dos niños roban las gafas de su abuela mientras duerme. El mundo a través de estos lentes mágicos se convierte en una fantasía lúdica y etérea en donde las abuelas son rockstars cancheras y el paisaje invita al juego y la diversión.
Gucci fue una de las marcas pioneras en instalar las gafas de lectura como un complemento de moda indispensable. Alessandro Michele fue un avanzado en esta tendencia al subir a la pasarela a un ejército de modelos con vestidos elegantes dignos de una alfombra roja acompañados por lentes sesentosos para leer. La pequeña trampa a la que nos invitan los diseñadores es que no importa si uno tiene vista de lince, los anteojos de lectura se usan igual aunque llevemos graduación nula. Así de fuerte se impone este accesorio que anteriormente se reservaba para el interior del hogar.
Los millennials a la cabeza
En los últimos años las marcas han decidido invertir en campañas de diversos productos, como perfumes, relojes y anteojos, y contratar jóvenes celebrities para que los representen. En el caso de la propuesta de lentes, Chanel difundió hace pocas semanas un comercial en sus redes sociales en donde presenta a la modelo de 19 años, Lottie Moss, hermana de la super modelo de los 90 Kate Moss, luciendo diversos modelos de gafas entre los que se encuentra un diseño de anteojos de lectura que revisita la propuesta intelectual de los nerds de los 70. Miu Miu hizo lo suyo con la jovencísima actriz Elle Fanning al presentar un comercial para Instagram en donde se la ve junto a reconocidas modelos jugando a ser sirenas modernas. Con una propuesta estética retro, la firma italiana muestra que las chicas que usan lentes, lejos del estereotipo que las define como estudiosas aburridas, se divierten y tienen estilo.
La industria óptica siempre ha sido importante, pero el año pasado la competencia empezó a crecer. Actualmente el mercado es liderado por la empresa Luxottica, que posee Persol y Ray-Ban, y tiene la licencia para producir los marcos de algunas de las firmas más importantes del mundo, como Prada, Armani y Chanel. El año pasado la revista Forbes informó que la firma italiana con base en Milán controla el 80% del mercado mundial de gafas, que asciende a 28.000 millones de dólares, un indicador más que alentador de los movimientos que viene logrando el mercado óptico en materia financiera.
La consigna es clara, las gafas son un accesorio indispensable para completar un look y salir sin ellas equivale a olvidarse de ponerse los zapatos. Hoy, hablan menos de ver que de ser visto, será por eso que se impone el concepto optical wardrobe, o guardarropas óptico, dando por sentado que la colección personal de lentes es un elemento más –y de los más relevantes– dentro del armario de todos los días.
HECHO EN ARGENTINA
Tomando como referencia al arquitecto Le Corbusier, la marca de lentes nacional Vulk se asoció con los diseñadores Camila Milessi y Emiliano Blanco, de Kostüme, para lanzar una nueva línea de gafas. De esta alianza surgieron cuatro modelos diferentes, dos de sol y dos de lectura, que se inspiran en el clásico diseño de lentes que usaba el propio Le Corbusier.
Los diseños rescatan la mirada minimalista y funcional de la arquitectura moderna, con detalles en acetato brillante y mate en combinación con metal, y se ubican en la lista de deseos de cualquiera que quiera sumarse a esta tendencia.