La diseñadora que provoca a través de carteras
–¿Cómo surgió el emprendimiento?
–Cuando estudiaba diseño de indumentaria en la Escuela Argentina de Moda –luego de recibirme de la carrera Diseño, Imagen y Sonido en la UBA– me di cuenta de que me gustaba trabajar más con las manos y de manera individual, al contrario de lo que hacía en Diseño, Imagen y Sonido, que debía trabajar grupalmente. Siempre tuve un fetiche con los accesorios de cuero, especialmente las carteras, y me parecía interesante la idea de diseñar un objeto en el que la mujer podía guardar parte de su intimidad. Empecé lanzando solo dos modelos de prueba.
–¿Cómo planificaste la inversión?
–Hice pocas unidades y esperé a que se vendieran para reinvertir. Cuando vi que el producto funcionaba, tenía que producir más cantidad y aportar más plata de mi bolsillo, hasta que después de un año la marca empezó a sustentarse.
–¿Qué repercusión tuvo en redes?
–La primera cartera que hicimos tenía un dibujo bordado de una chica con el dedo en la nariz y se vendió mucho. Nuestras seguidoras de redes nos mandaban fotos con la cartera y con el dedo en la nariz. Sin pensarlo, se armó una comunidad que llamamos "mujeres saca-mocos". La cartera es algo que guarda lo privado de la mujer y me pareció que estaba bueno exponer lo oculto: la mujer que va al baño, que tiene pelos y también se saca mocos. Fue una decisión inconsciente, pero muchas se sintieron identificadas.
–¿Qué aportó tu formación al proyecto?
–Probar, jugar y equivocarme en la facultad me llevó a poder experimentar con las carteras, el cuero y colores. Mientras estudiaba, empecé a dar clases de Experimentación Textil –de técnicas de filetro, estampado por rapport, sublimación, origami– y me involucré mucho más. Y, de algún modo, las carteras hoy son mi lienzo para seguir experimentando desde la materialidad. Trabajé mucho el bordado sobre cuero y esta temporada estamos incorporando serigrafía sobre lona y cuero.
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–¿Qué hace únicos a tus productos?
–Las carteras Beguen se diferencian por las ilustraciones de todo tipo hechas por mí –desde mujeres, caracoles de mar, hasta corazones y lápices– y los contrastes de color. El color es uno de los primeros disparadores que me motivan a crear un modelo. La marca además es partidaria de las carteras chicas para llevar lo necesario y no cargar con peso.
–¿Qué inspira a la nueva colección?
–Me inspiré en Le Corbusier, símbolo de la arquitectura del siglo XX, sobre todo en su faceta pictórica. Y esta inspiración es como un homenaje a mi papá, que es arquitecto, y plantó en mí el gusto por esta disciplina. Además de la serigrafía, introduje una nueva paleta de colores apostando a primarios; y no van a faltar las ilustraciones de mujeres trabajadas en esta técnica.
–¿Con qué otros materiales te gustaría experimentar?
–Con varios, es una búsqueda permanente que me fascina porque no sé hacia dónde me lleva. En este momento, me gustaría experimentar con técnicas y tejidos que sean cada vez más artesanales, aunque sin dejar de lado el espíritu moderno que tiene la marca, y participar en lo posible en todos los procesos de producción. Quisiera trabajar con el plástico o el metal, tejiéndolo y entrelazándolo. Asimismo con la madera, intervenirla y pintarla a mano; al igual que el pirograbado sobre el cuero.
–¿Qué imaginás haciendo en el futuro con tu marca?
–Me encantaría crear un espacio conjunto con otros diseñadores. Y sueño con que en ese lugar coexistan los talleres de producción o mesas de trabajo y el espacio de exhibición; y también imagino que voy a seguir experimentando con las carteras hasta el punto de desdibujarse entre un objeto de diseño y de arte.
DÓNDE SE CONSIGUEN LAS CARTERAS: En www.beguen.mitiendanube.com / o en el showroom en Av. Jujuy y San Juan, CABA. De jueves a sábado con cita previa escribiendo a beguenbuenosaires@gmail.com. Los precios van de $1390 a $1890.