Gabriela Hearst. La diseñadora uruguaya que ya conquistó Nueva York y se expande
Desde hace catorce años Gabriela Hearst trabaja en el mercado de la moda americana, pero recién en el último tiempo su nombre y marca homónima resuenan con fuerza en las redes sociales y la prensa. Esta uruguaya que acaba de hacer una espectacular presentación de su nueva colección en la pasarela del New York Fashion Week, es elegida por Meghan Markle y la reina Rania de Jordania y el grupo LVMH ya apostó a su firma con miras a un plan de expansión global.
Gabriela creció entre la ciudad de Montevideo y el campo sanducero de la localidad de Guichón; este último con más de 170 años de linaje especializado en la producción de lana merino que hoy hereda y utiliza para sus propias colecciones. "Me crié en el campo hasta los cinco años –cuenta-, después me mandaron a un colegio inglés a la ciudad, pero pasaba todos los veranos de mi infancia en Guichón. "Fui concebida en el bosque" escribió como comentario de una imagen que publicó donde se aprecia un paisaje de flores coloridas y mucho verde.
Así, el guiño a la naturaleza y a la vida rural la definen en esencia, pero sobre todo el modo de vida sustentable que aprendió durante su niñez, donde todo debía perdurar, desde los muebles de la casa hasta la forma en que se hacía la ropa; un estilo que, afirma, hoy asimila al concepto de nuevo lujo. "Mi mamá y mi papá siempre estaban vestidos de gaucho, pero para alguna ocasión especial, iban a una modista, Tota, que vestía a toda mi familia. Se estilaba comprar telas europeas para que luego diseñara las prendas en su taller", rememora Gabriela y sigue: "quiero traer ese tipo de calidad de vuelta porque si hay algo que estamos perdiendo -no solo en la industria de la moda sino en todos los ámbitos, hasta en lo que comemos- es la calidad".
El mismo peso que le otorga a la palabra calidad, también lo hace con el concepto "honestidad". Ella define a su marca como lujo honesto, haciendo hincapié en que está presente en cada etapa: desde la materia prima, cuidada en su propio campo bajo certificación orgánica, hasta poder elegir quién elabora el producto final para su marca.
La organización sin fines de lucro, Manos del Uruguay, colabora desde hace muchos años con ella (desde sus comienzos con Candela, la primera marca que creó en 2004, también en Nueva York) con la producción de algunos hilados como cashmere en colores brillantes que luego se ven en suéteres y bufandas. "Son un ejemplo y orgullo nacional", dice. Y continúa: "Hace cincuenta años fueron visionarios en entender que había que evitar el éxodo rural a las grandes urbes dándole trabajo a las mujeres en su propio territorio".
Además de sus prendas, que son atemporales, Gabriela Hearst también diseña accesorios como carteras y zapatos. "Las carteras son lo más conceptual que tenemos en la marca", aclara Gabriela y comenta que la cartera Nina -en honor a la cantante Nina Simone- que es de cuero y lleva herrajes personalizados en oro rosa, se ha convertido en un objeto de deseo para las amantes de la moda y cuenta con una larga lista de espera para conseguirla. Fue la duquesa de Sussex, Meghan Markle, la que la instaló como favorita en una de sus recorridas con el príncipe Harry.
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"La usó el mismo día que se anunció la inversión de LVMH en nuestra firma", recuerda la diseñadora con entusiasmo y proyecta un plan para alcanzar un próximo nivel, que incluye la apertura de tiendas flagship a Asia, Europa y a ciertos mercados latinoamericanos. Recientemente abrió su primera tienda en Nueva York, sobre Madison Avenue –un local construido de manera sustentable.
Qué presentó en NYFW
En 36 pasadas, Gabriela Hearst presentó su colección otoño-invierno 2019, inspirada en la figura de la máxima bailarina rusa, Maya Plisetskaya. Creó cada diseño imaginando a Maya caminando a sus ensayos y/o en su casa de campo, en Moscú. No es la primera vez que Gabriela rinde tributo la vida de mujeres influyentes y fuertes. También lo hizo con la biografía de la periodista italiana, Oriana Fallaci.
"El hecho de que el mundo haya podido tener a Maya es un regalo, ya que ella creció en una de los regímenes más opresivos y asesinos de la historia", dice Gabriela. Con esta lógica, aunque de líneas lánguidas, sus diseños tuvieron una fuerte impronta militar a través de la gran presencia de tonos olivo, negro, gris y camel, pero también mostró tejidos de cashmere en rosa, azul, azul claro y detalles en verde
La sastrería y el trench lideraron en su colección, al igual que los vestidos tejidos. En conexión con su lugar de nacimiento, uno de los detalles que se llevaron todas las miradas fueron los cinturones hechos en monedas del Uruguay. Respecto a los accesorios, la protagonista fue una cartera "Joplin" pensada solo para el celular hecha de metal, representando a una jaula. "Es una jaula para tu teléfono", dice la diseñadora en modo sarcástico.