El regreso del turbante
Lo llevaron desde las grandes divas de los 50 como Audrey Hepburn, Grace Kelly, Sofía Loren o Barbara Streisand hasta otras que también marcaron época como Jennifer López, Kylie Minogue y Sarah Jessica Parker que lo fashionizó. El turbante se reinventó y ahora es otro de los grandes accesorios de la temporada. Por práctico y estiloso, es un ítem que se metió en el guardarropa contemporáneo y resuelve cualquier outfit.
Fue Marc Jacobs quien, en su colección primavera verano 2018, lo puso recientemente en la escena de la moda. Ya lo había hecho cuando en 2009 asistió a la gala del MET con Kate Moss a quien vistió con turbante metalizado. Cómo lo retomó ahora: en Somewhere, su propuesta para la primavera verano 2018, le puso uno a cada una de las modelos que subió a pasarela y causó furor, con una estampa psicodélica sobre seda, en tonos fuertes y plenos, en composé con la colección.
Otras firmas como Micheal Kors, Missoni y Anna Sui hicieron lo propio en la siguiente temporada y también accesorizaron sus colecciones con este accesorio. La diseñadora china se destacó por la variedad de estampas, texturas y paletas que mostró.
A modo de...
Varias firmas locales también lo presentaron como una opción para este verano. Mishka fue una de las que lo incluyó. Optó por foulards a modo de turbante. "La colección incluyó estampas de diversas manifestaciones culturales y artísticas de origen africano. Y también se aplicaron en la línea de pañuelos, concebida como un accesorio multifacético", cuentan Marcelo Cantón, dueño de la firma, y Simona Martínez Rivero, estilista del desfile de temporada en el que los mostró. Proponen una línea en seda natural, con una paleta de colores vibrantes.
Mila Kartei y Mariana Dappiano son otras de las dos firmas que este verano destacaron los pañuelos y turbantes. Dappiano los llevó a primer plano en Tropicalia, inspirada en el Amazonas, y lo ofreció en diferentes estampas, en las que predominaron insectos. Lo suyo fueron los turbantes prêt-à-porterter en tricot y satén. "Es práctico y se convierte en una variante trendy para protegerse del sol", destaca la diseñadora. "Me pareció genial tener un accesorio que lleve nuestra estampa y colores y, sobre todo, que puedas ponértelo de manera fácil y directa".
Y se convirtió en tendencia porque es un accesorio que apuesta a la comodidad. "El turbante resuelve un estilismo de modo sencillo", dice el diseñador Sebastián Rodríguez, del Observatorio de Tendencias del INTI, que ya había anticipado su uso en su presentación del Circuito de Tendencias de 2017. "Está asociado al ocio, al momento de intimidad. Sugiere una forma de estar como de entre casa pero con estilo", sostiene.
Bagaje cultural
Este complemento fashionista, también es un elemento simbólico de grupos religiosos y comunidades de Oriente. Tal es el caso de la religión yoruba, en la que el turbante se lo conoce como gele y consta de una tela que las mujeres enrollan en su cabeza, que se presenta en estampas de distintos colores y muchas veces con apliques. Su uso implica una importante simbología: la manera en que se lo ponen da cuenta del estado civil. Para otras como el islam, el movimiento rastafari y el sijismo, también es un elemento importante. Esta última es una de las más reconocidas en utilizarlo. Se trata de una religión india originada en Punjab, donde llevan turbantes de distintos tonos con los que ocultan su larga cabellera, ya que no tienen permitido cortarse el pelo.
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Por sus usos y costumbres, también ha despertado polémica. El año último la firma italiana Gucci utilizó el turbante característico del sijismo como un accesorio de su colección, lo cual provocó que distintos fieles y organizaciones de esa religión se manifestaran en contra y acusaron a la marca de hacer un mal uso de un elemento religioso, con el fin de obtener ganancias. Opinable, claro está.
Con todo, sea cual fuere su uso, modo y motivo, el turbante supo trascender su época de origen y gloria para seguir de moda como un complemento que, más allá de su simbología y estética, se adapta muy bien a cualquiera que decida llevarlo. Larga vida al turbante.