El proyecto Bee ya llegó
Olivia Bee es una fotógrafa y bloguera norteamericana de 18 años, que causa sensación tanto en la comunidad del arte como de la moda. Muestras en París, Nueva York y Berlín. Y clientes de renombre internacional
Me esfuerzo por capturar lo ordinario, de una manera extraordinaria. La vida es bella, perfecta y cinematográfica, si nos fijamos en los momentos adecuados. No siempre es un resumen exacto de la vida, pero son esos momentos específicos que hacen que valga la pena vivir de todos modos." Con esta palabras se presenta en su web la fotógrafa y bloguera norteamericana, Olivia Bolles (éste es su verdadero apellido, aunque use el artístico Bee). Estas palabras y un autorretrato, donde se pueden ver sus principales señas personales: juventud -tiene 18 años-, pelo colorado y una mirada tan onírica como nostálgica.
Como un genio silvestre que se guía, simplemente, por la sabiduría de su creatividad o la desfachatez de la edad de la inocencia, Bee saca fotos bellísimas desde que tiene 11 años. Granuladas, de cuidadas paletas de colores, luces parásitas y contraluces, efectos y encuadres heterodoxos, sus obras parecen ensayos para un experimento o los ejercicios de alguien que está aprendiendo técnicas nuevas.
Mayormente figurativo, en su trabajo abundan los jóvenes. Muchos son sus amigos de Portland, la ciudad donde vive. Pero sus retratos no son los de cualquier adolescente que atraviesa un romance fugaz con la cámara. Atraen. Y ahí está la diferencia: en esa capacidad que tienen algunos artistas para captar la atención de una manera natural y cero pretenciosa, tomando como tema aquel mundo que más conocen. Su propia aldea.
Los modelos que elige son reales: tienen pecas, granos, manchas en la piel y celulitis. Lo que habla de una búsqueda estética casi opuesta al bombardeo esteticista que sufrió alguien que se crió en la época del Photoshop y los cuerpos perfectos. Incluso, ella misma suele retratarse a cara lavada, con el pelo enmarañado. Y el resultado enaltece su propuesta de imágenes de adorable composición.
Su estilo encantó al mundo del arte. La joven Bee ya ostenta muestras en París, Nueva York y Berlín. Pero también atrajo la mirada de las marcas, siempre ávidas de vanguardia y frescura. Fiat, Levi's, Converse y Nike son algunas de las pioneras que le encargaron trabajos. Pero fue su más reciente cliente, Hermès, el que la colocó en un lugar más interesante aún cuando la convocó para que haga su propia interpretación del mítico pañuelo. Entonces, en la edición de otoño-invierno 2012 de Le Monde D' Hermès, la revista que edita la firma francesa, Bee desplegó su bucólica iconografía en una historia de burbujas, tutús, flores, mariposas, melenas pelirrojas, pieles blancas y hasta un unicornio blanco. La paleta, establecida por los pañuelos, es la misma que usa para su obra personal. Lo que confirma la libertad que le dio Hermès a la experimental Olivia para trabajar.
Su precocidad también la llevó a coquetear con el cine, donde igualmente se mueve según sus propias reglas. Escribe, dirige y actúa. Incluso, su mirada al servicio de Hermès también involucró un corto titulado Il est pour nous (Es para nosotros), con la misma estética que las fotos, donde se ve la interpretando una historia de amor junto a su verdadero novio, Cooper Campbell. Y realmente vale la pena revisar el resto de sus cortos (muchos se pueden encontrar en vimeo.com).
Hoy Olivia Bee tiene 18 años, pero se presenta como fotógrafa desde los 16, al menos. Y en la edad en que somos un proyecto de quienes seremos, ella ensaya -con mucho más que gracia y talento- una profesión, cosechando más logros que los que han alcanzado vidas enteras.
GRÁFICAS CON ALMA:
En cada una de sus fotografías, Olivia capta un momento especial y único