Dos escenarios, un invierno
Designers Buenos Aires, la semana que auspicia el HSBC, y Argentina Fashion Week, las dos por la moda
Dos pasarelas de moda, con propuestas de autor y marcas trendies, para sumar originalidad y saber qué se usa este invierno
Tramando
Una mirada total, esa en la que girás sobre nuestro eje para tener una panorámica en una galería o museo. 360°, el nombre que Martín Churba le dio a su colección, un sporty de lujo; ropa con cruces de ocasión o lista para usar en cualquier momento, cómoda y versátil. Una indumentaria con una síntesis constructiva importante, sin mucho recorte, simple, con estampas complejas, siempre elaboradas. Una línea inspirada en los deportes, con dominio de tonos tostados, y otra de silueta orgánica, acorazada, con sacos voluminosos, seventies, pantalones de botamanga ancha, chalecos debajo de la cadera, sacones oversize. Aplicó su engomado sobre encaje, experimentó con el fieltro con un trabajo de seda mordida por la lana con teñidos a mano, mostró peludos sintéticos con engomados tipo plastificados, y rebajó los colores blanco, negro, gris, rosa, naranja coralino, cobre, del celeste al petróleo y del naranja al magenta oscuro. En la galería Ruth Benzacar, una puesta entre las obras de Miguel Rothschild, con una iconografía que Tramando también atraviesa. Siempre, un gran creativo.
Cuarenta días y Cuarenta noches. La duración del diluvio universal, como reza la Biblia, y metáfora de la tragedia que se observa en la muestra de Miguel Rothschild en Ruth Benzacar Galería de Arte. Hasta el 22 de abril, en Ramírez de Velasco 1287
Fabián Zitta
Contrastar para destacar, la idea de Fabián Zitta al elegir el Hotel de Inmigrantes, en Retiro, para realizar su desfile de temporada. Un espacio aséptico, despojadísimo, cual laboratorio, para resaltar una colección de costura impecable; una desproporción entre sus piezas y el lugar, buscada y lograda. Y mostró Recta, "de líneas femeninas, con impronta retro y geometrías con una visión avant garde", define. Un cuidado trabajo artesanal de plisados rectos y de fantasía en poliéster, y composiciones geométricas que remiten al artista danés Olafur Eliasson. Y lo hizo en tafetán de poliéster con acabado satinado, "especial para que los pliegues duren", y en diversos cueros, como labrados, lisos, símil iguana y cocodrilo, con organzas, satenes, plumas, algo de vinilo y pieles sintéticas que imitan zorro. Armónica con una colección cápsula de la joyera Isabel Englebert.
Kostüme
Y ya van... 31 colecciones, en las que "resistimos", y construyen piezas con identidad, arquitectónica, neta, funcional; un poco punk, un poco under, ahora menos andróginas, "porque ahora está de moda, y siempre preferimos llevar la contra", dice Camila Milessi. Algo para ellas distinto de lo de ellos. Con una experiencia performance dirigida por el dramaturgo Silvio Lang y la estilista francesa Gisela Leblanc, los Kostüme hicieron suyo las formas del art déco con la actitud desafiante de la aviadora Amelia Earthart y la paleta de la pintora polaca Tamara Lempicka. No obstante, mucha pieza intercambiable, más lujosas para las mujeres que las rocker de los hombres, ambas propuestas, lánguidas, con superposiciones y transparencias, en colores claros como el nude, también gris, rojo y negro, claro. Personalísimos.
Evangelina Bomparola
Sastrero y con siluetas insinuantes, la inspiración de los años 70 está latente en Bomparola. Con gran convocatoria, Guillermina Valdez, Mariana Fabbiani y Dolores Trull, entre otras, Bomparola realizó una performance y un cóctel en su local de la avenida Alvear para mostrar su colección Parte del Todo. Modelos con peinados batidos y pelo lacio suelto mostraron la colección de vestidos en sedas y colores plenos. También trajes de dos piezas y vestidos de manga 3/4 con recortes que dejan ver la piel de los hombros. No faltaron los detalles de flecos anchos, logrados con recortes en la moldería. El resto de la propuesta, sobria y en materiales nobles, mantiene sus clásicas blusas de seda y pantalones de corte sastrero en blanco, negro, beige, rojo y verde militar.
Dubié
Una diseñadora que sorprende cada año y levanta su vara. Agustina Dubié nos tiene acostumbradas a la vanguardia, el buen corte y a colecciones con propuestas tan originales como auténticas. Sus keys ítems son los pantalones sastreros, con blazers y camisas con hombros al descubierto. Trabajó la deconstrucción de piezas con asimetrías en prendas superiores, como camisas y sacos, y planteó distintas escalas en cuellos, mangas y puños. Una paleta sobria, en la que predominaron los tonos de blanco, negro y gris, con acentos en amarillo y rojo. Dubié busca la perfección en sus moldes y costuras, propone prendas elegantes y ponibles tanto para el día como la noche, para ocasiones formales e informales. Impecable.
Them
Alegre y lúdico, cool y rockero. La marca creada por Angie Chevallier (ex A.Y. not dead) e Isa García Calvo tiene una impronta joven y urbana. Las diseñadoras se inspiraron en el Cosmos y realizaron una performance, en la que modelos, celebrities e invitados pudieron divertirse en los jardines del Tattersall, en un viaje por el universo, con rueda de la fortuna, un popcorn truck y una rayuela incluida. También hubo un show de música en vivo de Fede Cabral. Las prendas evidenciaron mucho trabajo de bordados de lentejuelas de cometas, planetas y estrellas de colores sobre viscosas, gamuzas y cueros. Los accesorios replicaron los mismos detalles y los jeans estampados jugaron con la temática cósmica. Una marca que promete.
Marcelo Senra
La silueta vista en la cinematografía de los años 20 y 30 fue el disparador para que Marcelo Senra armara una colección de ropa urbana, con mucha asimetría, superposiciones y gran impronta artesanal. Vestidos, blusas y faldas irregulares, maxifaldas de corte sirena, pantalones rectos que se llevan con capas, tapados cortos de solapas amplias, en gasas, satén, algo de rafia, jersey y paños, además de sacos tejidos largos y ponchos con flecos. Como siempre, destaca los tejidos en lana, cashmere, mohair y su infaltable chaguar. Su paleta es en tonos plenos, con el clásico negro, los tostados de temporada, con el chocolate y el beige, incluidos; suma el azul y algo de verde. Lo artesanal manda y gusta en una silueta simple, actual.
Adriana Costantini
Eligió un folk canchero para abrir su desfile, siempre con su clientela fiel, a las que les gusta prendas para pasar el día abrigadas, con guiños de tendencia. La silueta evoca los años 70, pero sus oxford se llevan con ruanas con flecos, maxisuéteres y cárdigan en tonos de beige, negro, azul y crudo. Define sus clásicos looks ejecutivos, en los que no faltan un blazer entallado, un pantalón recto o una falda tubo. Para la noche, la figura es más suelta; ganan las túnicas, los vestidos y monos, en gasa y sedas, con mangas en évasée y espaldas descubiertas. Los apliques metálicos están presentes en su noche para insistir en destacar espaldas, mangas, cinturas y hasta piernas para una silueta sexy. Negro y azul profundo son los tonos de su invierno chic.
Markova
Bien brand, moderna, muy atenta a las tendencias. Propone una silueta al cuerpo en la que las leggings con apliques geométricos en cuero son el hit, así como las faldas tubo, las mini y los pantalones oxford y chupín. Destaca la cintura con el recurso del péplum que aparece en blusas, chaquetas y en vestidos cortos de línea A. Ganan los tapados cortos en mix con cuero o matelasseados o de piel sintética bien vaporosos. Suma una sastrería cuidada con chaquetas tipo Chanel en tweed y cuero que va bien con pantalones crop. Le dice sí a los tejidos a toda hora en ponchos, capas, suéteres. La paleta varía entre el negro, el crudo, el azul y el bordó, los cuatro que se repiten en el perchero de este invierno. Urbana sí, trendy también.