De profesora universitaria a influencer de moda
Tiene 63 años e impulsada por su estilo personal se convirtió en modelo en las redes sociales. No muestra marcas y lleva su mensaje
Animarse a explorar, perder el miedo, descubrirse a uno mismo y confiar. No escuchar los prejuicios, romper las reglas y buscar nuevas perspectivas de la moda, fueron algunos de los mensajes que Lyn Slater nos dejó tras compartir una caminata urbana y una amena charla de café en Manhattan.
Quién leyó su blog Accidental Icon entenderá de qué se trata; quien todavía no lo conoce, podrá descubrir a la ahora famosa profesora de social worker de la Fordham University, que ganó más de 230.000 seguidores en Instagram.
El lugar elegido por Lyn nos puso en contexto con lo que nos íbamos a encontrar: en Maman, una de las pastelerías francesas más chic, trendy y de espíritu juvenil. Con una historia de vida atrapante y un look excéntrico, Lyn logra sin esfuerzo alguno cautivar a los vecinos de mesa.
Soy una mujer ordinaria, madre, abuela y profesora, y no soy la belleza tradicional que define el mundo de la moda. Y está muy bien ser quienes realmente somos.
“Fue en 2014 cuando por accidente terminé siendo un ícono de moda; por esa circunstancia fortuita mi blog tuvo nombre propio. Pero mis ganas de empezar a escribirlo viene de tiempo atrás, cuando no podía encontrar una revista o blog que le hablase a una mujer más urbana, cosmopolita, intelectual y trabajadora, como yo”, cuenta Lyn, con su mirada detrás de sus gigantescos anteojos españoles.
Hoy, por una campaña publicitaria, que le exige, máximo, seis horas de trabajo, gana más que la mitad de su salario anual como profesora full time de la Escuela de Posgrado de Servicio Social de la Universidad de Fordham de Nueva York.
–¿Cómo llegaste al mundo de la moda?
–Parada en el Lincoln Center, lugar donde anteriormente se desarrollaba el fashion week de Nueva York, justo al lado de la Universidad de Fordham, donde trabajo. Salí a encontrarme a almorzar con una amiga, y mientras la esperaba, vestida con un traje de Yohji Yamamoto y una cartera de Chanel, fotógrafos y periodistas me confundieron con quien creían que era un ícono de moda. Así, rodeada de cámaras y flashes nació el nombre del blog: Accidental Icon.
Un año antes de comenzar su blog tomó cursos de joyería, costura, social media, estilismo, y hasta uno sobre cómo abrir su propio local de vintage en el Fashion Institute of Technology. “A pesar de ser siempre la más grande de la clase me destacaba por ser la más innovadora y fueron los mismos profesores quienes me impulsaron a escribir mi blog”.
–¿Por qué no mostrás marcas?
–Porque busco otras maneras de hacerlo: cuento una historia sobre la marca, la investigo, o visto la ropa de una manera para contar esa historia. Pero no quiero hacer sentir a mis lectoras que trato de venderles algo; realmente, quiero ser una inspiración logrando demostrar que la edad no importa. Nunca promovería algo que yo no usaría.
Quiero conectar con personas de todas las edades que les guste pensar y hablar sobre la moda, no sólo consumirla.
–Antes de escribir tu blog, tuviste una etapa de investigación, ¿cuáles fueron tus referentes?
–Garance Doré y Manrepeller. Siempre me atrajeron, la primera por su estética minimalista y, la segunda, por su particular humor.
–¿Cuál es el perfil de tus seguidores?
–El 98% de mis seguidores de Instagram son mujeres de 18 a 35 años. Y quienes leen mi blog son mujeres de entre 35 y 70 años, la gran mayoría de Asia.
–¿Qué mensaje querés transmitirles con tus posteos?
–Quiero promover la inclusión y la diversidad. Mostrar un concepto distinto de belleza. Por ejemplo: podés ver una persona vestida de Chanel de pies a cabeza, pero puede no notarse. En mi opinión, el estilo implica darle vida a la ropa; es uno el que hace que esa ropa se luzca o no.
–¿Dónde comprás ropa?
–Antes mi placard debía ser inteligente, porque como profesora no tenía mucha plata. Siempre consumí ropa vintage y estaba alerta a los grandes sales. Uno de mis preferidos es el Dover Street Market. Hoy invierto más en zapatos. Y lo que me caracteriza son mis anteojos y mis grandes aros.
–¿Un básico en tu guardarropas?
–Un pantalón negro de buen corte.
–¿En qué influenció esta nueva etapa de tu vida a la hora de dar clases?
–Mis estudiantes siempre fueron una fuente de inspiración para mí. Ellos me dicen que esperan ansiosos a ver con qué me visto cada día. El estar involucrado en el mundo de la moda es muy excitante. Ya no son los editores quienes te dicen qué ponerte ni cómo usarlo, sino que es la gente común, la que anda por la calle la que marca las pautas y hasta la que pide a las marcas lo que quiere.
La autenticidad es lo que hace a una persona atractiva, no lo que usa o deja de usar.
–Al vestirte, ¿cuál es tu fuente de inspiración?
–Todo lo que haga en mi vida tiene que ser divertido. Si tuviera que ir a una reunión, pienso cómo quiero que me vean o qué estado de ánimo tengo, y a partir de esto decido qué ponerme.
Con un vestido negro plisado de Yves Saint Laurent, un saco de encaje de Jason Wu, zapatos y cartera de Gucci, terminamos la nota caminando por las calles del SoHo neoyorquino. Además de profesora de social worker hoy piensa en enseñar sobre moda. Lyn Slater, la bloguera de 63 años, no deja de soñar con nuevos proyectos, con la idea de poder lanzar su línea de joyas y trabajar junto a algún diseñador de anteojos, su gran obsesión.