Coronavirus. La creatividad de marcas de lujo y la reacción de las modelos top
En el cierre de Milán Fashion Week, en una ciudad temerosa y cautelosa, Giorgio Armani presentó vía streaming su colección invierno 2020 en un salón vacío de público en un gesto de cuidado y respeto hacia sus invitados por temor al coronavirus. Dos días después, en la apertura de la Semana de la Moda de París la joven Marine Serré presagió la tendencia en una presentación donde la iluminación jugó a favor de una moda bien hecha cuyo estilismo, con un aire apocalíptico, predecía el futuro: algunas modelos vestían barbijos, máscaras de aire y las cabezas cubiertas.
En la entrada del desfile de Dries Van Noten se entregaban barbijos a los asistentes y en la primera fila del desfile de Chanel en el Grand Palais una asistente tenía uno con camelias aplicadas. Más allá de las pasarelas, el barbijo es hoy un objeto de lujo. Como muchas otras firmas, Ralph Lauren comunicó la cancelación de su desfile programado para abril y, como la cadena japonesa Uniqlo, ayer añadió el cierre temporal de sus tiendas en Estados Unidos. COVID-19 estaba en boca de todos y en el cuerpo de muchos.
La solidaridad bien entendida empieza por casa.
Estos últimos días el mundo de la moda aporta su ayuda para combatir la pandemia que también los afecta. El diseñador Giorgio Armani, quien cerró sus tiendas y hoteles en Milán y Roma, donó 1,25 millones de euros a 3 hospitales de Milán. Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, la pareja detrás de las firmas Prada y Miu Miu, donaron 2 unidades respiratorias a 3 hospitales de Milán. La dupla Dolce & Gabbana hizo una importante donación a la universidad italiana Humanitas University a favor de la investigación de la cura de la COVID-19. A menudo criticados en las redes sociales Chiara Ferragni (13 millones de seguidores en Instagram) y su marido, el rapero Leonardo Lucia (9 millones) convocaron a una campaña para comprar maquinaria destinada a terapia intensiva en el hospital San Rafael de Milán. A través de una web creada especialmente en tan solo 11 horas recaudaron dos millones de euros con donaciones de entre 5, 10 y 20 euros de 110.000 donantes. En 4 días la suma llegó a casi 4 millones de casi 200.000 donantes.
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Bernard Arnault, CEO de LVMH, estableció que junto a las marcas de belleza y cosmética que están bajo el paraguas de este grupo económico, se fabricara un gel anti bacterial que será donado a los hospitales de Francia. De esa manera Christian Dior, Guerlain y Givenchy ayudan a combatir el virus.
Un país llamado China
La situación económica desatada a causa de la pandemia tiene cifras millonarias de pérdidas alrededor del mundo y no solamente afecta a firmas importantes, también llega a los consumidores. Al principio se pensó que el cierre de las tiendas favorecería a las ventas por internet y el online estaría ajeno a la situación; si bien hay que reconocer que hubo picos de venta estos fueron mermando. Con el correr de los días comprar moda mutó en comprar bienes de uso inmediato a bienes de primera necesidad como alimentos y medicamentos.
Los compradores chinos, parte fundamental de esta industria que trastabilla, fueron siempre grandes consumidores de lujo.
Además, China es, en cierta manera, responsable de la cadena de producción, y es por ello que los stocks de firmas como Louis Vuitton, Christian Dior o Prada entre otras tambalean ante el cierre de las fábricas productoras. Como también lo hacen las ventas por internet. Con China paralizada, el suministro y abastecimiento de moda corre grandes riesgos, y aún cuando la situación mejore, el repunte no será inmediato. Es más intenso el pozo que deja que el repunte en función del tiempo de recuperación. Como se trata de un país en un continente que puede producir prendas y accesorios en cantidades importantes para abastecer de manera inmediata con stocks fabulosos, cambiar de países productores implica fabricar en lugares más pequeños que harían más lento el sistema. No hay que olvidarse que la moda se refleja en las ventas.
Las colecciones Crucero corren peligro
Además de las graves consecuencias económicas, el espectáculo de la moda está obligado a replantear sus próximas presentaciones. En el calendario internacional abril y mayo corresponden a los desfiles llamados Crucero, esas colecciones pequeñas y muy rentables que se llevan a cabo alrededor del mundo. A la fecha están en pausa los shows de Gucci en San Francisco, Max Mara en San Petesburgo, Prada en Japón, Versace en Estados Unidos, Dior en Italia, Armani en Dubai, Burberry en Shanghai y Hermès en París. La maison Chanel, pionera en moverse por el mundo con escenarios fastuosos, dio de baja Japón y mantiene stand by el mismo desfile en Londres. Sin ellas corren peligro gran parte de sus ventas ya que solamente estarán en la venta online.
El show de la moda también flaquea
El lunes pasado, Anna Wintour, editora en jefe de Vogue USA y organizadora, comunicó que la próxima gala del Museo Metropolitano de Nueva York, se pospuso indefinidamente por la propagación del coronavirus. Así el tradicional evento que se realiza el primer lunes de mayo, que este año tenía fecha para el 4, no tendrá alfombra roja. Dijo Wintour en un comunicado oficial: "Dada la inevitable y responsable decisión del Museo Metropolitano de cerrar sus puertas, About Time, y la gala de inauguración, no se celebrarán en la fecha prevista". Las malas lenguas aseguran que este año directamente no se realizará ya que el leit motiv era la celebración de los 150 años del museo.
La muestra About Time: Fashion and Duration refería a poner en valor la naturaleza efímera de la moda. Asimismo el MET está cerrado desde la semana pasada hasta el 4 de abril y ya están cancelados todos los eventos hasta el 18 de mayo. Que la paranoia te alcance. Desde su canal de YouTube Naomi, la top model Naomi Campbell cuenta que no resigna viajar y para ello toma los recaudos pertinentes en videos que la muestran en su rutina de viaje. La vemos subir al vuelo vestida con una blusa de seda Burberry, de la última colección diseñada por Riccardo Tisci, y luego en el aeropuerto con un mono blanco con capucha, anteojos transparentes, barbijo y guantes luciendo un anonimato del personaje.
Con hechos tan drásticos al fashion quizás le llegó el momento de barajar y dar de nuevo e implementar otro sistema de fabricación y ventas, algo más consciente, más real y más aplicado a las verdaderas necesidades. Y resulta también tentador saber cuáles serán las tendencias en relación a esta pandemia que provoca esta crisis. Tiempo al tiempo para saber de qué manera volverá al ruedo.