Coni Dietrich. "Instagram es como un diario de mi vida"
Über cool, natural, creativa y llena de energía. Así es Coni Dietrich. Es fotógrafa, mamá, deportista y, con más de 50.000 seguidores en Instagram, la rompe con su estilo espontáneo y auténtico. Estudió diseño gráfico y empezó a trabajar como directora de arte en agencias de publicidad. Le encantaba lo creativo, pero no le convencía la idea de estar encerrada en una oficina. Un día dijo "basta" y con 24 años se fue por tres meses a New York a hacer un curso intensivo de fotografía a la prestigiosa universidad Parsons. "Estábamos todo el día sacando fotos en Manhattan, conocí gente muy copada de todo el mundo". Y así, lo que empezó como un hobby se convirtió en su carrera. Al volver a Buenos Aires, y luego de casarse con el reconocido piloto Juan Manuel López, hizo su primera campaña de fotos para la marca de bikinis de una amiga. Se puso a subir su trabajo a las redes sociales y el crecimiento se fue dando de manera natural. "De a poco y parejo" como dice ella. La empezaron a llamar cada vez de más marcas, y ahí arrancó todo. Junto con su hijo León (3) y cuando estaba a punto de dar a luz a India, conversó con Moda& Belleza.
¿Qué amás de tu trabajo como fotógrafa?
Me gusta todo el proceso. Me encanta tanto el trabajo de preproducción, como el de post y el momento de sacar las fotos. La parte editorial de moda me fascina porque es súper creativa y podés sumarle el factor de lo inesperado. Cuando estás con la modelo surgen un montón de cosas geniales.
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¿Cómo es, para vos, la sesión de fotos ideal?
Me encanta la luz natural y hacer shootings al aire libre. Me gusta la espontaneidad, me gusta robar momentos. Nada demasiado forzado. Mis fotos son cero posadas. Son alegres, tienen mucho color. Ojo, trabajo un montón en estudio también –que está buenísimo para generar esquemas de luz y otras cosas– pero si me das la opción, siempre voy a elegir afuera y con luz natural.
Hoy se te define como fotógrafa, pero también como "influencer". ¿Te gusta esa definición?
¡No! (se ríe). No me gusta la palabra. Para mí lo que hago en Instagram es un diario de mi vida. Así lo definiría. Y en ese sentido, es perfecto.
Ahora bien, al considerar que un montón de gente que te sigue y teniendo en cuenta que tenés una real influencia sobre sus decisiones, y por ende cierta responsabilidad, ¿cómo decidís con cuáles marcas trabajar?
Siempre elijo las marcas que me gustan, que yo realmente uso y que están alineadas con mi estilo de vida. Mis fotos en Instagram son un reflejo verdadero de lo que hago: aire libre, deporte, mi hijo León, mis perros, mi esfuerzo por hacer lo mejor que puedo por el planeta. Creo que soy muy auténtica y trabajo con las marcas en las que creo. Es real y la gente se da cuenta de eso. Los que me siguen son re fieles y eso está buenísimo. Me escriben un montón y contesto todo, me encanta.
¿Cómo definirías tu propio estilo de moda?
Cómodo, deportivo, un toque tomboy, comparto mucho la ropa con Juan, mi marido. Mis básicos son: zapatillas, jeans, remeras y buzos. Obvio que me fijo en lo que me pongo, pero me gusta lo cómodo y relajado.
Se acerca el día de la madre. ¿Qué es lo más gratificante de la maternidad?
Los detalles de todos los días. El volver a descubrir las cosas cotidianas de la vida desde los ojos de tu hijo es un flash. El otro día estábamos en la plaza y León me dice: "Qué linda tarde, los pajaritos cantan…" y ahí me agarra una sensación en el corazón que no me pasa con nadie. Cuando lo veo feliz, soy feliz.
¿Cuál es el desafío más grande de ser madre?
Saber que cada elección que tomás cuenta. Dar el mejor ejemplo que uno puede y, lo más importante, educarlo con mucho amor.
¿Qué tal tu segundo embarazo?
Fue un muy buen embarazo y León se lo tomó re bien. Todo el tiempo me pregunta por su hermanita, le habla, le canta canciones. Y me parece espectacular que tenga una hermana.
¿Cómo encontrás el equilibrio entre tu vida como mamá y tu vida como profesional?
Por suerte siempre tuve mucho acompañamiento de Juan, mi marido. Al mes y medio de que nació León, hice una campaña y Juan se quedaba con él. No hay nada mejor que eso: que esté con su papá. Entre los dos nos organizamos muy bien.
¿Qué es el más importante que te enseñó León?
La prioridad pasó a ser él. Hago todos los programas para que él esté bien, y yo ya estoy chocha. Obvio que me encanta tener un rato para mí, para mi trabajo, para entrenar, pero lo importante ahora pasa por él. También me enseñó a volver a jugar, a volver a tirarme al piso, a usar la imaginación. Aprendí a no estar a las corridas, a bajar la velocidad en la que vivimos hoy. Trato de no apurarlo nunca, sigo sus tiempos, aunque eso signifique que tardemos media hora del auto a la entrada del súper.
Te encanta el deporte, ¿cómo fue tu entrenamiento durante tus embarazos?
Con León hice crossfit hasta los ocho meses, obvio que, con las modificaciones necesarias, no levantaba peso, nada de zona media. En el segundo embarazo, a los seis meses dejé de entrenar y probé yoga. Nunca había hecho y me copó. Me hizo muy bien. Me encantó haberlo descubierto. Ahora voy a tratar de hacer ambos, es un buen equilibrio. El deporte es súper importante en mi vida.