Cómo estampar con tintes naturales
Eugenia Zoia es una diseñadora que da cátedra de cómo estampar con tintes naturales. Pone en valor esta técnica milenaria y se suma a la tendencia del ecoprint. Su firma es Jardín Estampas. Aplica un proceso que consiste en estampar tejidos con hojas y frutos, como cáscara de cebolla, yerba mate y té negro, entre otros.
–¿Cómo surgió Jardín Estampas?
–Siempre estuve vinculada a las artes visuales y desde muy chica me gustaba pintar paisajes con acuarelas, acrílicos y óleos. Me di cuenta de que lo que más me interesaba era aplicar estas artes en estampas, por eso decidí estudiar Diseño de Indumentaria en la UBA. Luego de trabajar en varios proyectos de producción para otras marcas, en febrero del 2014 quise armar mi emprendimiento. Influenciada por un estilo de vida sustentable, empecé a investigar qué me podía ofrecer la naturaleza para generar mis propios materiales.
–¿Cómo fue tu búsqueda?
–Hice un viaje a Perú. Conocí a los artesanos que hoy trabajan y transmiten la técnica milenaria de tintes naturales y a fabricantes de telas de algodón orgánico, fibra con la que realizo mis diseños, además de con textiles reciclados y descartes de la industria. Luego aprendí sobre el ecoprint: primero con Luciana Marrone, luego con la maestra israelí Irit Dulman.
–¿Con qué inversión empezaste?
–Todo a pulmón. Empecé diseñando pocas piezas en casa y mostraba mis productos en ferias. Después necesité un perchero estable y encontré Forma Taller, el espacio en el que hoy estoy; al principio era más chico así que seguía trabajando desde mi casa. Luego se dio la oportunidad de mudarme por completo y ya tengo mi taller también.
–¿En qué consiste el trabajo de ecoprint?
–Armo un paquete comprimido para que las hojas y la prenda estén en contacto. Se usan mordientes no tóxicos como óxido de hierro o alumbre para una mejor adhesión y se cocina a vapor por dos horas. Luego de la cocción, se abre el paquete, se sacan las hojas y la prenda se deja a secar. Participo en todo el proceso de producción, menos el de la confección porque trabajo con talleres supervisados y, en promedio, puede llevarme un mes completar una serie de diez prendas hechas con ecoprint. Es un trabajo muy artesanal y por eso cada pieza es única.
–¿Tu prenda estrella?
–Hay un remerón en algodón Pima estampado natural con hojas de ricino. Lo hago todo el año y suele gustar mucho. La línea de vestidos también es muy requerida. En verano, se destaca el vestido estampado con hojas frescas de un árbol que se llama acer. El momento para estampar con acer es verano o primavera porque en otoño y en invierno no tiene hojas.
–¿Qué otras hojas y tintes descubriste?
–Descubrí dos. No sabía que podía estampar con las hojas de álamo y las de boldo. Son dos plantas que tengo al alcance y probándolas comprobé que quedaban muy bien estampadas. Para teñir pañuelos, por ejemplo, estoy utilizando últimamente los carozos de palta, que colecciono a través de conocidos, y da en la tela da un color rosa muy bonito.
–¿El próximo paso?
–Quiero delegar el proceso de corte y confección por completo para enfocarme de lleno en los estampados, que es el diferencial de Jardín Estampas. Debo organizar el trabajo porque siento que más adelante no voy a poder con todo. Si fuéramos más, se aceleraría la producción en pos de producir un poco más de piezas, que es lo que quiero a corto plazo.
–¿Y en un futuro?
–Apunto a un crecimiento tranquilo, pero estable. Me cuesta imaginar cómo seguirá, estoy enfocada en el presente: seguir aprendiendo para mejorar mi producto y continuar transmitiendo esta técnica a través de mis clases, que doy en el taller de Belgrano.
DÓNDE SE CONSIGUEN LOS PRODUCTOS: de martes a viernes, de 14 a 19, en Forma Taller, Avda. Lacroze 2185, timbre 4; también en su tienda online: https://www.jardinestampas.com.ar/
PRECIOS: Pañuelos, desde $330; vestidos, entre $850 y $1050; remeras y blusas: de $550 a $800.