Benito Fernández: "Es el peor momento de la industria textil y de las pymes"
Solidario, creó barbijos que se subastarán a beneficio del Hospital de Niños Pedro Elizalde. Creativo, piensa una y otra vez cómo reinventar la colección otoño-invierno y avanzar con la del verano próximo. Pero como propietario de una pyme, el diseñador Benito Fernández está preocupado por el futuro de las pequeñas y medianas empresas por el efecto de la cuarentena obligatoria para evitar la expansión del coronavirus.
Para el diseñador la rueda comenzó a girar nuevamente este lunes, cuando quedó exceptuada de la cuarentena la venta minorista –solo a puertas cerradas, con medio de pagos electrónicos y entregas a domicilio. "Veníamos vendiendo online porque habíamos organizado una feria de descuentos, y ahora reactivaremos esa venta, que es lo único que podemos hacer. La cuarentena fue un impacto grande porque veníamos de un año difícil".
"Estamos atravesando el peor momento de la industria textil y el peor momento para las pymes. Me parece que desde el gobierno y desde los bancos tienen que ayudar a que esto no se destruya –dice con preocupación Benito Fernández–. Las pymes son muy importantes para nuestro país y considero que en este momento tenemos que perder todos, todos tenemos que poner el apoyo, todos juntos podemos. Desde mi lugar estoy siendo lo más solidario que puedo, estoy siendo lo más trabajador y creativo y, aparte de cuidarme y de hacer todo lo que dicen los especialistas para luchar con esta pandemia, estoy tratando de que mi cabeza salga entera. De esto tenemos que salir todos fortalecidos. Pero sin el apoyo de los bancos y del gobierno es muy difícil".
Crítico, el diseñador que trabaja desde hace 33 años en la industria textil, asegura que los bancos no están dando préstamos a las pymes: "Ni a mí ni a ninguna. Ponen trabas, te sacan los descubiertos, el descuento de cheques. La verdad es cero apoyo a las pymes."
"Y las pymes no son dos chicos que se asocian para una aventura y piden plata prestada, las pymes son las que sostienen el país, son los restaurantes, las peluquerías, las tiendas de ropa, los servicios, todo. Más grandes o más chicas, la mayoría, salvo las corporaciones, son pymes y es una lástima que las destruyan como las están destruyendo", agrega.
En su equipo trabajan 12 personas, a las que el mes pasado les adelantó parte del sueldo para darles tranquilidad. En la temporada otoño-invierno Benito Fernández produce entre 9000 y 11.000 prendas, y más en verano, cuando aumentan sus ventas. Pero esta vez está estudiando reducir la producción también en su mejor estación. "Es muy difícil como empresa hacer verano cuando no sabés si vas a poder vender la ropa de invierno. Pero le estamos pegando la vuelta y acomodando las cantidades de invierno, suspendiendo algunas cosas que se habían mandado a hacer y guardando otras para el invierno que viene".
Lejos de quedarse quieto, durante la cuarentena y mientras se cuidaba en su casa organizó un desfile virtual con maniquíes y más de 5000 fotos que editó Pablo Adelmann, con música de su hijo Lucas Fernández. "Hice ese video para presentar la colección porque no hay semanas de la moda ni desfiles, y para que la que gente que trabaja conmigo vea que estoy de pie y que su trabajo no es en vano. Hice mandalas con mi hija Marina a partir de estampas de colecciones anteriores, que se pueden bajar desde las redes y pintar".
La primera tanda de barbijos de su producción la donó al Hospital General de Niños Pedro Elizalde; se subastarán en estos días y, con lo recaudado, se adquirirán insumos. Y coserá otros tantos que venderá en su eshop. Además, donó géneros a la Fundación Rossi para que confeccione sus barbijos. "Estoy tratando de ayudar y de mantener la cabeza entera".