Bakuchiol, el activo vegetal que pone en jaque al retinol
Una buena noticia para quienes necesitan u optan por hacer un tratamiento antiage: existe un novedoso activo obtenido de plantas medicinales que se posiciona como el firme reemplazante natural del retinol. Se llama bakuchiol y está revolucionando el mundo de la cosmética
¿Cuáles son las ventajas del bakuchiol?, ¿qué diferencias hay entre un componente y otro? y ¿ya es un efectivo sustituto de los retinoides? Preguntas que pueden dilucidarse con el artículo Bakuchiol: un compuesto funcional similar al retinol revelado por el perfil de expresión génica y clínicamente comprobado con efectos antiedad, emitido por la publicación International Journal of Cosmetic Science, que da cuenta de los resultados comparados de su aplicación.
Se hicieron pruebas sobre mujeres de piel saludable, pero afectada por el fotoenvejecimiento, de entre 40 y 65 años, que se abstuvieron de usar otros productos en la cara y utilizaron solo jabón común una semana antes de empezar con el test. Este consistía en aplicar en la cara una crema con un 0,5% de bakuchiol (sin otros componentes hidratantes ni protectores del sol) dos veces al día durante tres meses.
Se detectó una mejora significativa en las líneas de expresión, arrugas, pigmentación, elasticidad y firmeza. Y hubo una diferencia significativa con el retinol: no tuvieron los efectos indeseables asociados a su uso.
En conclusión, confirmaron que el bakuchiol funciona a la perfección como un compuesto antienvejecimiento de forma similar al retinol.
Retinol vs. bakuchiol
Entre sus similitudes, ambos se encargan de revertir los signos de la edad disminuyendo la apariencia y profundidad de las arrugas y líneas de expresión. También promueven la renovación de las células y estimulan la producción de colágeno y elastina que le dan fuerza y firmeza a la piel, ayudando en la lucha contra la flacidez. Además combaten el fotoenvejecimiento, consecuencia de la acción negativa del sol que va deteriorando la piel de forma prematura.
La diferencia entre ellos consiste en la fuente de la que se extraen y los efectos secundarios de cada uno.
- El retinol es un derivado de la vitamina A que es de origen animal.
- El bakuchiol se obtiene de las semillas de la planta Psoralea corylifolia, más conocida como babchi, muy valorada en la medicina tradicional china y ayurvédica de la India. Se encuentra cultivada en valles cálidos en algunas zonas de Indonesia, Bangladesh, Sri Lanka y Malasia, entre otros. También se lo puede encontrar en una planta medicinal peruana llamada Otholobium pubescens, destacada por emplearse para tratar la diabetes. Al ser un extracto vegetal 100% natural, puede ser utilizado en la constitución de productos cosméticos veganos. Además posee un plus antioxidante que protege a la piel de la acción de los radicales libres y tiene propiedades antimicrobianas. Por este motivo, y gracias a su poder de disminución de los genes y enzimas proinflamatorios, se recomienda para tratar el acné.
- El retinol fue integrado a las cremas antiage con mucho éxito debido a su eficacia, ya que mejora la textura de la piel y ayuda a unificar su tonalidad. También colabora en la reducción de manchas en las pieles más maduras. Además cierra los poros e incrementa los niveles de humedad, haciendo que la piel se mantenga hidratada. Sin embargo tiene efectos negativos. La médica dermatóloga Lucía Santillán comenta que "como es la forma más suave de ácido retinoico, no genera consecuencias graves, pero en pieles hiperreactivas o sensibles puede provocar algún grado de irritación". Esto ocurre aun cuando se utilizan porcentajes muy bajos del elemento en las composiciones de los productos antiage. Por este motivo es muy importante que antes de añadir cremas o sérums con retinol a tratamientos rutinarios para la piel, se consulte a un especialista que determine si se pueden utilizar en el tipo de piel de cada persona en particular.
- En cambio, los productos con bakuchiol se pueden emplear en todo tipo de pieles: secas, oleosas, mixtas, sensibles y normales. Quienes padecen piel atópica y psoriasis pueden utilizarlo sin problema.
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Cuándo incorporarlo
Con el paso del tiempo, la piel cambia y es necesario cuidarla de manera adecuada para que mantenga su apariencia vital y saludable. Por eso es importante adaptarse a cada etapa, pero también prevenir con productos antiage.
Para empezar a controlar este proceso, Santillán recomienda hacerlo a partir de los 25 años, cuando comienza a disminuir la producción de elementos esenciales para la piel como el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico. Por otro lado, la médica dermatóloga Lucía Deane indica que la edad en la que cada una debe empezar a usarlos también depende de la genética y de los cuidados previos que se hayan tenido.
Cómo elegir el producto
En la Argentina, existen pocas opciones que incluyan al bakuchiol como ingrediente. Sin embargo, a nivel internacional, ya se lo puede encontrar en aceites, cremas y sérums.
"Promete hacerle competencia al retinol. Es un buen aliado antiage", opina Deane.
La mayoría de los productos antiedad están pensados para ser utilizados durante la noche, pero la novedad es que los que poseen bakuchiol también pueden usarse durante el día, ya que no tiene inestabilidad fotoquímica e hidrolítica como el retinol.
Sin embargo, una de las fórmulas que lo combina con la melatonina y vitamina C se aplica de noche. El objetivo es que trabaje durante las horas de sueño estimulando las defensas antioxidantes de la piel. Así la deja preparada para el estrés oxidativo que se produce durante el día.
Por otro lado, un dato bastante favorable para que el bakuchiol comience a ser empleado con mayor frecuencia en tratamientos pensados para el cuidado de la piel es que, gracias a su versatilidad, se lo puede añadir a una amplia variedad de ingredientes cosméticos, ya que es fácil de formular y no tiene problemas de estabilidad que complicaría su uso.
Por el contrario, el retinol no cuenta con el mismo nivel de compatibilidad para ser formulado con otros ingredientes.
Asesoraron: Lucía Deane y Lucía Santillán (médicas dermatólogas)