Desfile. Se presentó la última colección que hizo Jessica Trosman para su firma
A modo de coda y en su ausencia, ayer se conoció la colección final de Jessica Trosman al mando de JT (por las iniciales de la diseñadora), la marca que continuará en manos de los cofundadores Paula Neira y Patricio Bayá. "Hace un poco más de un mes que Jessica no está", comentó la pareja.
En el marco de Designers BA, se presentó La visión del vacío, la última línea de invierno firmada por Trosman para JT, a pocas horas de anunciarse mediante un escueto comunicado su desvinculación de la etiqueta. La pareja comenta que la intención del anuncio fue para que tanto la prensa como los invitados entendieran por qué, al cierre del desfile, ella no estaría presente para saludar al final de la presentación. "A partir de ahora, Jessica va a seguir su camino y la etiqueta, el suyo. Como cuando se separa una pareja", dijo Bayá durante backstage previo al desfile, desde el quinto piso de unas oficinas vacías en Retiro, donde se emplazó la pasarela.
El desfile cambió de locación de la conocida cancha de Atlanta, frente al local en Humboldt 291, al sexto piso de las oficina frente a las torres Catalinas, en Retiro. Con una pasarela que se elevaba a diez centímetros sobre el suelo de concreto, apareció una colección más austera que de costumbre con menos trabajos textiles, pero con la misma identidad jeitiana. Los camperones inflados sublimados con los colores del ocaso, rayas, cuadros y camuflados en verde loden en combinación de medias 3/4 a juego mantuvieron las dimensiones y largos modulares de la colección anterior, al igual que los pantalones, que jugaron tanto en largo como en ancho y en recursos constructivos. Se vieron aperturas laterales con terminaciones de rayas, cierres relámpago y metálicos sobre múltiples recortes, en una paleta que susurra, acorde con los tiempos de la marca que se adaptan a las demandas comerciales.
Sorprendió la incorporación de una nueva colección cápsula masculina, de silueta recta, en negro blanco, gris y marrón, que fue acompañada con el lanzamiento de las zapatillas adidas Continental80 y Nite Jogger, en sinergia del espíritu deportivo y urbano de ambas etiquetas.
Los amigos de la marca y celebridades estuvieron presentes desde el primer momento de la creación de JT y ayer también acompañaron el cambio en la dirección creativa. Los músicos Emmanuel Horvilleur y Noe Mourier estuvieron presentes, al igual que Flor de la V, Fabio Posca y las actrices Justina Bustos, Emilia Attias, Belén Chavanne y Calu Rivero, que además es la cara de la campaña de La Visión del Vacío.
No es la primera vez que la creativa formada en Estados Unidos rompe alianzas comerciales en la búsqueda de nuevos horizontes. Su primer "matrimonio de la moda" fue con al diseñador de Tramando. Junto con Martín Churba, en los años noventa, formó Trosmanchurba y juntos fundaron las bases del diseño local, en aquel momento llamado de autor. Luego, Jessica continuó su carrera en Trosman, su primer proyecto solista en el que explayó su identidad que combina una exploración de la moldería donde se deconstruyen tipologías clásicas para reconfigurarlas en siluetas volumétricas, con un trabajo textil sumamente artesanal, vanguardista y exploratorio.
Después de vender la marca que lleva su apellido, en 2011, al empresario textil Gabriel Isersky (dueño de las firmas Ayres y Trosman), la diseñadora que mantuvo siempre su taller en Warnes se alió con Neira y Bayá hace casi seis años para crear el proyecto del cual ahora se desvincula.
De allí el nombre de la colección: "Nos enfrentamos a la incertidumbre y a un abismo, con todo el vértigo que eso significa, pero no dejamos de ver las oportunidades que aparecen en estos momentos -comenta Bayá y agrega-. JT es una compañía que le da trabajo a más de 30 familias y vamos a seguir trabajando para sacarla adelante".
Sobre el futuro de la marca y su dirección creativa, Paula Neira dice: "Le pasamos la responsabilidad y el espacio de creación al equipo que venía trabajando y están súper entusiasmados. Como por ejemplo, a Fernando Esbat, modelista, traductor de la estética de la marca, que trabaja como mano derecha de Jessica hace más de 15 años". Por el momento, la diseñadora eligió no dar declaraciones respecto a su desvinculación de la marca y su futuro en el diseño argentino.
La visión del vacío parece ser hoy una alegoría de la situación actual, tanto para Jessica Trosman, que concluye con su tercer proyecto de indumentaria, como para los nuevos y únicos dueños de la etiqueta y la industria textil, que poco a poco se deshilacha tratando de mantenerse vital en una economía recesiva donde cada vez son más las marcas que cierran o se presentan en convocatoria de acreedores. Sin embargo, Neira y Bayá se mantienen optimistas y dicen: "Esta colección nos costó una barbaridad llevarla a cabo porque se dieron situaciones muy difíciles, pero JT es una marca que amamos y su espíritu se mantiene intacto."