Luego del asesinato del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía, los vecinos convocaron a una movilización en cercanías de la plaza de San Justo
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El viernes 12 a las 19, una multitud de vecinos se presentó en la plaza de San Justo para reclamar por los crecientes casos de inseguridad en La Matanza. La “Marcha de las Velas” fue convocada luego del asesinato de Roberto Sabo, el kiosquero que murió el pasado domingo cuando un par de ladrones le dispararon mientras robaban su local. En medio de la manifestación, una de las mujeres presentes habló con el móvil de LN+ y realizó un doloroso pedido.
Bajo la consigna “Queremos vivir sin miedo”, cada uno de los presentes acudió al punto de encuentro con una vela para recordar a los muertos de La Matanza y aseguraron que no portarían ninguna bandera política. El encuentro tuvo un objetivo claro: la gente, cansada de vivir con miedo, tomó las calles en un desesperado pedido de ayuda.
La marcha se acumuló a pocas cuadras de la Municipalidad y, para prevenir posibles estragos, las fuerzas de seguridad rodearon toda la zona con vallas. Asimismo, un gran operativo policial fue puesto en marcha para evitar conflictos en el edificio estatal.
Ante la actitud de las autoridades, una señora decidió hablar con un periodista de LN+ y le envió un duro mensaje a Fernando Espinoza, el intendente del distrito. Con la voz tomada por la emoción, un pañuelo en una mano y una vela agarrada firmemente con la otra, la manifestante expresó: “Danos seguridad. A eso hemos venido, a que nos den seguridad. A pedir móviles”
Señalando a los agentes policiales que se encontraban defendiendo las vallas, continuó: “Esta gente me tendría que estar cuidando a mí, a mis hijos y a mis nietos. Y los tenemos acá cuidando al amo de La Matanza”. Arremetiendo directamente contra Espinoza, y muy molesta, agregó: “No tenés vergüenza Fernando. Te conozco desde que eras chico. Que lástima que me da que hayas llegado hasta esta instancia. Que pena ver a toda esta gente, a los vecinos, suplicándote seguridad porque le mataron un hijo, a un hermano, a un padre. Por eso estamos acá y vos nos pones a la Policía. Son nuestros vecinos los policías, los queremos, los cuidamos y ellos nos cuidan. Son ustedes los que no les dan los medios para que se desarrollen como corresponda”.
Cargada de frustración, la mujer denunció la negligencia de la Municipalidad para con las necesidades de los vecinos. “Vos tenés que sacar la plata que tenés depositada, ponela en el hospital, ponela en la Policía. Tuvimos que hacer una vaca para pintar la comisaría de mi barrio. Por favor te lo pido”, reclamó, hablándole directamente al intendente
Removiéndose el barbijo para que la cámara capturara su rostro claramente, exclamó: “Y me conocés muy bien, sabés quien soy Fernando. Sabés muy bien quien soy. Es una lástima que me hagas brotar las lágrimas. Vengo a llorar los muertos, vengo a velar los muertos”. Para cerrar, insistió: “Por favor te lo pido, reaccioná. Reaccioná, hijo. Esto no lo podés hacer con el pueblo de La Matanza”.
LA NACION