El ministro de Seguridad bonaerense participó del programa de Jonatan Viale en LN+ y se refirió a la situación del narcotráfico en la ciudad santafesina
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Sergio Berni estuvo este martes en el programa de Jonatan Viale en LN+. Allí, el ministro de Seguridad bonaerense habló de la lucha contra el narcotráfico, apuntó contra María Eugenia Vidal y su gestión en la provincia de Buenos Aires e hizo hincapié en lo que ocurrió en Rosario, con el crimen de Carlos Argüelles, un arrepentido que declaró contra un jefe narco.
“No es muy grave, es gravísimo”, le contestó a Viale cuando el periodista le preguntó su opinión. Antes de desarrollar, se detuvo unos segundos para recordar la gestión de Juntos por el Cambio en el territorio bonaerense. “La escuché a Vidal decir que había combatido el narcotráfico. Encontró 0,08 bunker por día. Si eso es combatir el narcotráfico...”, arremetió y luego volvió a una reflexión sobre el comercio ilegal de drogas.
“Cuando nosotros hablamos de narcotráfico siempre lo ligamos al consumo y son dos cosas completamente distintas. La sociedad, la clase política, los dirigentes tienen que entender que hay que separar lo que es narcotráfico de lo que es consumo”, precisó Berni.
Viale insistió y volvió sobre el tema. La provincia de Santa Fe es gobernada por el peronista Omar Perotti y su ciudad, Rosario, registró 16 crímenes en los últimos diez días y cinco asesinatos en las últimas diez horas. “Es tremendo”, subrayó Berni.
“Esto tiene que ver, cuando usted me preguntaba si hay que legalizar [la marihuana] o no. Esto es producto del comercio ilícito, llámese droga o colmillo de marfil de elefante. Todo comercio ilícito arrastra tres problemas: la corrupción, que es transversal a la policía, a la política y a la justicia; la violencia, todo comercio ilícito lleva implícito lo que estamos viendo que es terrible y la ruptura del tejido social. Hay que caminar los barrios para entender el desastre social que hace”, completó.
El crimen de Carlos Argüelles y una Rosario sangrienta
Argüelles fue asesinado en un taller mecánico. Era testigo protegido pero contaba con custodia policial únicamente en su casa, no en el taller. El hombre de 46 años había declarado contra su exjefe narco Esteban Alvarado y desde hacía un tiempo era buscado por sicarios.
Con dos tiros en la cabeza y uno en la pierna, el hombre se convirtió en un caso más de la infinidad de delitos, homicidios y graves crímenes que se producen en la ciudad de Rosario a diario. Tan solo el día lunes 6 de septiembre se registraron cinco asesinatos y en los últimos diez días, 16.
A raíz de todos estos eventos, los familiares de víctimas de inseguridad se manifestaron frente a la sede de la gobernación de la ciudad y conforme pasaron las horas se sumaron varias personas para reclamar por mayores condiciones de seguridad en los límites territoriales de Rosario.
LA NACION