La joven contó a LN+ que su papá quería abrir una casa de comidas en la localidad balnearia; la autopsia señaló que fue “golpeado durante 10 minutos”
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Brenda, la hija de Alejandro Martínez, el hombre que murió en una comisaría de San Clemente del Tuyú y por cuyo fallecimiento se encuentran actualmente detenidos nueve agentes de la policía bonaerense, habló este lunes con LN+. “Lo único que queremos es pedir justicia, y limpiar el nombre de mi papá, que ya se lo mancharon”, declaró la joven.
Antes de hablar con la hija del hombre muerto en San Clemente, en el programa +Info, que conduce Paulino Rodrigues, explicaron los pormenores del hecho. Martínez fue detenido en el hotel donde se hospedaba en esa localidad de la costa bonaerense, el 18 de noviembre pasado, a las 0.58 y trasladado a la comisaría de la localidad.
Una hora más tarde, al hombre lo dieron por muerto. La policía señaló que lo habían detenido por encontrarlo alcoholizado y luego por generar destrozos en el hotel. La autopsia al cuerpo de Martínez determinó que lo habían golpeado duramente durante 10 minutos y que había muerto por asfixia. Entonces, el fiscal de la causa pidió citar a indagatoria y detener a nueve policías de esa dependencia. Tres de ellos están acusados de asesinar al hombre y los otros seis de encubrir el crimen.
Entonces, Rodrigues dio paso al móvil de LN+, que estaba en la ciudad de Brandsen, en contacto con Brenda, de 18 años, hija de Alejandro Martínez. La joven explicó en principio los motivos por los cuáles su papá se encontraba en San Clemente.
“Mi papá fue porque él ya vivía allá, se fue hace un mes para poner su casa de comidas. Horas antes estuve hablando con él, porque estaba solo y quería que yo lo fuera a ayudar con su sueño que era poner su casa de comidas. La verdad, después pasó todo este hecho que todavía no lo podemos creer”, relató la joven.
Sobre el por qué de la detención de Martínez, Brenda dijo que no tenían “un dato concreto”. “Lo que sabemos es que nos dijeron que había muerto por sobredosis y ahora la autopsia habla por sí sola”, añadió.
Cuando fue consultada sobre la versión de que el hombre llevaba antes de ser detenido una mochila con un dinero que luego desapareció, la muchacha respondió: “Sí, es así. Él perdió la vista y por eso le pagaron y había sacado del banco 340.000 pesos. Esa plata desapareció”.
Rodrigues preguntó entonces acerca de la versión de los policías, que aseguraban que el hombre había tenido una especie de ataque o brote psicótico. “¿Había tenido algún episodio similar con anterioridad o es una novedad esto para ustedes?”, inquirió el periodista.
“No, para nosotros es toda una novedad. Nunca fue de tener algo. Así tampoco sabemos qué fue lo que lo ocasionó que se pusiera así, no podemos decir que una llamada o un mensaje, porque su celular estaba todo borrado. Eso es lo más raro también”, contestó Brenda.
Luego, cuando la joven contó que su papá estaba hacía un mes en San Clemente, le preguntaron si él vivía en ese hotel donde lo detuvieron, el Fountain Bleau, contestó que estaba viviendo en una casa, pero que “no sabemos” por qué se dirigió al hotel. “Quizás fue para proteger esa plata que él tenía”, lanzó.
Más tarde, reiteró que había hablado con su papá unas horas antes de su detención y que él “se encontraba muy bien”. Cuando Rodrigues le pidió a Brenda que describiera a su papá, ella contó: “El siempre trabajó, siempre se las rebuscó para todos, porque no le pidió nada a nadie. Trabajó hasta días antes, por más que no podía porque no veía, siguió trabajando”.
“Siempre fue una muy buena persona porque a nosotros siempre nos dio todo y trató de darnos lo mejor”, sintetizó Brenda, con angustia. Con respecto a saber si la sorprendió lo que había pasado con su papá, Brenda señaló: “Sí, no lo podía creer. Hasta el día de hoy parece que todo fue un sueño. Pero no”.
Sobre el final de la charla con LN+, la joven dejó el mensaje final sobre lo que esperaba de ahora en más en el caso de su papá. “Lo único que nosotros queremos ahora es pedir justicia y también limpiar su nombre, que ya se lo mancharon, se lo mancharon tratándolo de muchas cosas que él no es”, sentenció.
“Muchas personas amigos también de él me han mandado mensajes diciendo que por favor limpie su nombre, porque él era para decirlo así, la mejor persona. Lo único que queremos es justicia, que paguen los que tengan que pagar y que nadie los defienda”, concluyó.
La acusación que pesa sobre los policías sospechados de provocar la muerte de Martínez es la de homicidio agravado por alevosía, premeditado, por dos o más personas.