El exfuncionario analizó el intento de magnicidio y las fallas de la custodia; recordó el rol de la Policía Federal en el caso Nisman
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El exdirector de la SIDE Miguel Ángel Toma opinó anoche sobre el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner y analizó desde su experiencia cómo se manejó la situación por parte de la seguridad. Además, recordó un antecedente que ocurrió durante la investigación tras la muerte del fiscal Alberto Nisman en la que también la Policía Federal cometió un error durante la pericia de un teléfono celular.
“Es muy llamativo el comportamiento de la custodia, es muy difícil prevenir o prever la acción de agresión. Tenemos ejemplos: a Ronald Reagan le tiraron seis tiros vulnerando el servicio secreto de Estados Unidos, una fuerza de élite. Lo mismo le pasó a Jair Bolsonaro, que recibió una puñalada. Ahora, inmediatamente que se produce el hecho hay un protocolo que se tiene que aplicar que es cubrir el cuerpo de la persona agredida. Si esto no es posible, deben sacarla inmediatamente de la escena, más allá de la voluntad del agredido o del temperamento. [En el ataque a Cristina Kirchner] no ocurrieron ninguna de estas dos cosas, es más, la dejaron casi seis minutos en la escena. Esto es muy grave. Podría haber un explosivo que terminara la operación si efectivamente se la quería matar”, comenzó Toma.
Invitado a Comunidad de Negocios, el programa conducido por José Del Rio, en LN+, el exdirector de la SIDE sostuvo que “el hecho de que no haya habido una bala en recámara, como dice la pericia primaria que se ha hecho, podría indicar que lo que se buscaba era generar el estrépito que implica un intento de magnicidio”.
También se refirió a la pérdida de datos del celular del atacante, Sabag Montiel, que fue encontrado “reseteado” de fábrica. “A mi me preocupan algunos antecedentes respecto de las pericias. Quiero recordar que cuando asesinaron a Alberto Nisman hubo una pericia de los teléfonos que originalmente decía que Nisman había llamado a Lagomarsino. Había sido al revés. Se estableció en una segunda pericia que fue Lagomarsino el que llamó a Nisman y eso echaba por tierra toda la operación de encubrimiento de la responsabilidad de Lagomarsino a partir de lo cual se lo procesa”, planteó.
Una división de la PFA intentaba desbloquear en los tribunales de Comodoro Py el teléfono celular Samsung que fue secuestrado a Sabag Montiel, mediante el software UFED. Después de una serie de intentos fallidos, mientras el teléfono estaba conectado a una herramienta que llevó el técnico de la PFA a Comodoro Py, no se logró sobrepasar el bloqueo del celular. Es por eso que el juzgado le pidió entonces a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que informó tener un software más moderno para desbloquear celulares en ocasiones como éste, pero al recibirlo dijeron que estaba formateado.
“Acá ha habido una primera lectura del celular por parte de la Policía Federal que dijo error. También, la primera pericia sobre Nisman la hizo la Policía Federal. Cuando llega a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que efectivamente tiene un sistema más sofisticado, dice: ‘Lo han vaciado’. Creo que esto es lo que está determinando que la jueza con buen criterio esté pensando pedirle a agencias extranjeras si pueden entrar al teléfono, porque igual que la laptop que han encontrado en el allanamiento, son dos instrumentos centrales para establecer el sociograma de comunicación”, dijo Toma.
Sobre las últimas noticias respecto al ataque a la vicepresidenta, en donde se conoció que se detuvo a la pareja de Sabag Montiel, Brenda Uliarte, el exfuncionario consideró: “Me parece importante al efecto de la investigación que se haya detenido a esta mujer y que se le saque rápidamente el celular. Es muy probable que a partir de establecer los contactos que ella ha realizado pueda reconstruirse parte de lo que no se pudo sacar originalmente del celular de Sabag”.
También, señaló que se debe realizar una pericia psicológica sobre el atacante para conocer si actuó en conocimiento de sus actos o no. “Tienen que hacer una pericia psicológica a los efectos de la investigación. La segunda cuestión que me parece muy importante es la pericia sobre el arma. Pareciera que no tiene huellas dactilares. Si eso se llega a confirmar y tampoco hay huellas en las balas es como para pensar que hay una intencionalidad de encubrir responsables que han utilizado el arma”.
Por último, sostuvo que es fundamental establecer si el arma que está siendo peritada es efectivamente la que se utilizó en el ataque. “Uno ve un arma que tiene un tamaño mucho mayor que el de la Bersa que aparece en el piso. Me parece que es un dato que hay que agregar. Este es un personaje extraño, porque le encontraron varias cosas más, como un certificado de discapacidad emitido por la Municipalidad de Quilmes (hay sospechas de que no sería legítimo) y un certificado de nacimiento que no se sabe si es auténtico o falso y una fotocopia. Todos estos elementos tienen que ser muy bien evaluados”, concluyó.
LA NACION