El economista, que trabaja en el equipo económico de Horacio Rodríguez Larreta, advirtió que existe un riesgo a futuro pero que un “gobierno coherente” evitaría esa situación
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El secretario de Asuntos estratégicos de la ciudad de Buenos Aires, Martín Redrado, fue invitado esta noche a Comunidad de Negocios, el programa conducido por José Del Rio en LN+, y analizó la situación económica, el riesgo de caer en una hiperinflación y las próximas medidas que debería tomar el presidente que asuma el 10 de diciembre.
Según planteó el economista, las últimas medidas llevadas adelante por el ministro Sergio Massa que impulsaron la renovación del swap de monedas con China no apuntan a calmar el mercado sino a facilitar las importaciones de mercadería. Mientras tanto, el 21 de julio el país tiene que pagar 2700 millones al FMI y otros 2000 millones más por intereses de bonos privados.
“Una recesión son dos trimestres crecimiento negativo. La Argentina está ingresando en eso”, comenzó Redrado, quien describió también cómo los pesos “queman en la mano de la gente”. Y sostuvo: “Eso es lo que se ve en esta crisis de nominalidad que hay en el país”.
Consultado sobre cual debería ser el billete de mayor denominación del próximo gobierno, el exdirector del Banco Central fue categórico: “No importa tanto la denominación sino evitar que el gobierno siga manoteando al Banco Central sistemáticamente y siga empobreciéndonos cada vez más”.
En esa línea, insistió una vez más en la independencia de este organismo autárquico. “El articulo 20 hay que tacharlo y no permitirle que financie más al sector público ni con billetes de 1000 ni 2000 ni 10000. El problema no es la denominación sino seguir financiando al sector público”, enfatizó.
De ese modo, planteó que con Horacio Rodríguez Larreta buscan tener mayorías para llevar adelante “un programa económico perdurable, permanente, que no marque cambios en las reglas de juego”.
Según planteó Redrado, el kirchnerismo se acostumbró a “manotear los ahorros de los argentinos”. Y argumentó: “Primero con las administradoras de jubilaciones y pensiones, luego con el Central, con YPF. Fue un gobierno que les gustó manotear para seguir consumiendo, que perdió la capacidad de generar trabajo. Lo que hizo fue gastar los ahorros y nos dejó en 2015 sin reservas, y ahora sin reservas y netas negativas”.
En este contexto, fue consultado sobre cómo se sale de esta crisis económica sin dólares ni aval político. “El Gobierno va a seguir rascando la olla, improvisando, mendigando. Vamos a tener gestiones frente al Fondo Monetario. El mundo ve en la Argentina una oportunidad, y no quiere que la Argentina quiebre, defaultee, por lo tanto nos va a generar la red de contención para llegar al próximo gobierno”, planteó.
Y analizó: “La expectativa está puesta en que el próximo presidente nos plantee la gravedad de los problemas, un conjunto de leyes para estabilizar la economía, darle independencia al Banco Central y vencer la inflación con tres medidas muy claras: emisión cero, déficit cero y tipo de cambio único. Con este tríptico de medidas podemos estabilizar la economía pero necesitamos avales del Congreso”.
Tal como vaticinó, si esto sucede, la Argentina podría hacer un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “Que sea de estabilización pero también de crecimiento”, precisó. Y sumó: “Poniendo acento en la oportunidades que nos da el agro, con un tipo de cambio único. Las oportunidades que hay en materia de gas, para poder exportar con el gasoducto que ya existe. Lo mismo podemos decir con el litio. Estos son los motores de crecimiento que van a necesitar leyes que den garantías, con variables económicas muy claras y muy permanentes”.
Por último, consultado sobre la posibilidad de que la Argentina entre en una hiperinflación, el economista advirtió que ve una inflación creciendo mes a mes, sin embargo que para llegar a ese posible colapso, debería haber una huida del peso que hoy, con la cantidad de restricciones cambiarias, es muy poco probable que suceda. “Muchos dicen que esto se parece a 1989, pero no hay que mirar por el espejo retrovisor porque las circunstancias mundiales y locales son distintas. Hay un monto de restricciones que te hacen imposible huir del peso, pero no hay una manera en la que caiga verticalmente la demanda de pesos, que eso provocaría una hiperinflación”, explicó.
Sin embargo, advirtió que el riesgo está hacia adelante. “Si no arreglamos la economía, si seguimos en este carril el años que viene podemos tener ese riesgo. Pero estoy seguro que un nuevo gobierno coherente claramente sale de esta situación y evita la hiperinflación”, cerró Redrado.
LA NACION