Los gobernadores de Córdoba y Corrientes insistieron en que deben apoyar las medidas económicas del Presidente en un contexto de crisis; indicaron que es responsabilidad del Gobierno compensar a las provincias tras la modificación de la ley
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El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, y el de Corrientes, Gustavo Valdés, definieron como “histórica” la reunión de este martes entre los 23 gobernadores, el jefe de gobierno porteño y el presidente Javier Milei y consideraron que se trata de “dar vuelta la página” luego de años de grieta política. “Sirve para la argentina y para afuera”, consideraron. Sin embargo, reafirmaron su postura acerca de que las provincias consigan una compensación tras el aumento del piso de Ganancias y criticaron que se trató de una medida populista de campaña electoral tomada por Sergio Massa y que tiene consecuencias.
Entrevistados por Eduardo Feinmann y Pablo Rossi en la pantalla de LN+, Valdés sostuvo que Milei les confesó que “odia” la idea de tener que volver a bajar el piso de Ganancias, pero que sería una medida temporal. Valdés contó qué les dijo el jefe de Estado y señaló: “Lo que viene si no tomamos esas medidas es peor. Dijo que las odiaba. En esos términos. Pero lo que estamos heredando los argentinos del peor gobierno de la historia es caótico: descontrol en las cuentas, el plan platita del ministro pasado que parecía el tío rico y llegó el momento de pagar”.
En ese mismo sentido se expidió Llaryora, quien enfatizó que las primeras medidas que presente el presidente deben tener cierto acompañamiento de los gobernadores dada la crisis económica y la falta de armado político de La Libertad Avanza: “Hoy se está incendiando la pieza. ¿Querés que se incendie la casa? Todos desde que iniciamos nuestro mandato tuvimos que tomar medidas difíciles de achique de la política”.
“Estamos en una situación tremenda. Si no cambiamos generacionalmente no se puede. Necesitamos un carácter especial, dejar de lado mezquindades y no cargar la mochila para atrás”, definió y siguió: “Se necesitan medidas difíciles y hay que gobernar en crisis. Es un Presidente sin un partido nacional. Si no le das la posibilidad de acompañar las medidas, no se puede. Como gobernadores somos responsables de acompañar al Presidente aunque no estemos de acuerdo”.
Asimismo, el gobernador correntino de Juntos por el Cambio explicó que a diferencia de otras reuniones, con por ejemplo Macri y Fernández, aquí si parece que lo que se discutió se llevará a cabo. “Ganó porque es un presidente que sabe de economía y que promete hacer cambios profundos que nadie se animó a proponer. Dice que viene por los cambios profundos. Y tenemos que acompañar la decisión democrática del pueblo argentino”, valoró Valdés.
El pedido por Ganancias
Como pudo saber LA NACION, el eje central de la reunión que se extendió por más de dos horas, fue Ganancias. Así lo confirmaron ambos gobernadores, al explicar por qué piden una compensación, ya sea con la vuelta atrás de Ganancias o que se compense el impacto de la caída en la recaudación mediante la coparticipación del impuesto al cheque (un gravamen que recauda la Nación), para no afectar aún más los bolsillos de los asalariados.
La postura de Córdoba, según indicó Llaryora, fue que “pidió una compensación por Ganancias a través de una recomposición mediante impuesto al cheque”, ya que según relató, “Ganancias la mayoría del ingreso queda en Nación”.
En tanto, Valdés sostuvo que la quita de ese ingreso a las arcas provinciales equivale a 100.000 millones de pesos al año: “Implica unos dos salarios y medios de la masa salarial de la provincia”. Además, fue tajante con la exigencia al Ejecutivo: “El Gobierno tiene la obligación de compensar lo que tiene de la masa coparticipable. Hay dos caminos, con la ley de cheque o Ganancias”.
No obstante, agregó que la vuelta atrás con la medidas que implementó Sergio Massa no tiene que ver con que haya ganado Milei, que en la votación en el Congreso votó afirmativamente cuando era diputado, sino con que se trató de un error. “Dijimos que era un error y que se estaban equivocando, con una medida populista que dinamitaría al siguiente gobierno”.
LA NACION