La titular del comedor Los Piletones pide perdón a quienes se ofendieron por sus críticas a Macri
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Una historia de redención que nació en el peor lugar: un basural, la quema de Villa Soldati, hace muchos años. Hasta allí llegó Margarita Barrientos para cirujear y vivir como podía en un asentamiento. “Cocinábamos con fuego porque la cocina y la garrafa eran un lujo”. Transcurría el segundo gobierno de Carlos Menem y la desocupación y la miseria empezaban a apretar fuerte.
Más de un cuarto de siglo después, la suya es una historia de superación personal, y no solo de ella y de sus nueve hijos (más tres “del corazón”, como nunca se olvida de aclarar), sino de miles más a los que da de comer diariamente en sus comedores sociales de Los Piletones, Cañuelas y Añatuya, la localidad santiagueña en donde nació. “Empezamos el comedor con quince niños y un abuelo”, rememora Barrientos.
Pero no todo es solo dar de comer: también en Los Piletones funciona un jardín de infantes y maternal al que concurren, y se alimentan, más de 140 chicos de la zona, y también hay un refugio para mujeres solas, a las que se les da cobijo y se les cuida los chicos para que puedan salir a trabajar.
“En el comedor, arrancamos a las 6.45 y terminamos a las 20.45. Todos los días cocinamos para 3200/3500 personas. Trabajan alrededor de 120 personas, la mayoría son voluntarios”, me comenta Margarita ante las cámaras del programa Hablemos de otra cosa, que emite LN+.
Al fondo de donde estamos, a muy pocos metros, se observan distintas tonalidades de verde del Parque Indoamericano, en el mismo lugar donde estaba el basural del que ya no quedan vestigios y que en diciembre de 2010 varios grupos de personas tomaron durante diez días. Hubo graves forcejeos y violencia en el desalojo, con un saldo de tres muertos. Las conversaciones para frenar la trágica escalada, entre el gobierno porteño, entonces encabezado por Mauricio Macri y su vicejefa María Eugenia Vidal, y la administración nacional, a cargo de Cristina Kirchner, fueron tensas y engorrosas.
Tanto Macri, como el actual jefe político de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, se ocuparon de impulsar mejoras en esa zona tan carenciada, urbanizándola, abriendo calles y terminando el complejo de edificios que levantó Sueños Compartidos (Hebe de Bonafini junto a Sergio Schoklender) y que luego tomó la Corporación del Sur.
“Yo soy una persona que pone mucho optimismo en lo que hace”, nos cuenta mientras va de un lugar a otro, en un día particularmente feliz porque llegan flamantes heladeras, cocinas y otros equipamientos comprados con el dinero recaudado (más de cuatro millones y medio de pesos) entre los invitados al casamiento de Jorge Lanata con la abogada Elba Marcovecchio, una gran idea que harían bien en imitar otras celebridades y personas de grandes fortunas que quieran colaborar con obras de bien. “Los argentinos nos destacamos en ser solidarios”, subraya Margarita, que está muy agradecida con el gesto del periodista de Radio Mitre. “Nunca hubiésemos podido cambiar cocinas, heladeras y freezer sin estas donaciones. Me pone muy orgullosa poder mostrar qué se hizo con lo donado”.
Pero no todos son tan generosos. Barrientos cuenta que no recibe donaciones de ninguna empresa alimenticia ni de supermercados de primera línea. “Por semana compramos 200 mil pesos de carne y 100 mil de frutas y verduras. Los supermercados nos hacían un 10% de descuento y dejaron de hacerlo”, detalla.
“La cultura del trabajo se ha ido perdiendo por los planes que hay. La gente no puede vivir de los planes, los comedores no tendrían que existir. Tenemos que prepararle la comida a un montón de gente, cuando ellos tienen el derecho de elegir lo que quieran comer”, se queja.
Margarita afirma que “la política tendría que dar más trabajo y no planes”, pero que observa que hay “mucho funcionario que no está preparado para cumplir sus funciones”. Y agrega: “Los planes tienen que tener un destino, que se devuelvan en una capacitación o trabajo”.
Cree que “los piqueteros juegan mucho con la necesidad de la gente” y reconoce que le han propuesto ser diputada o senadora. “Nunca acepté”, se apura en aclarar. “Creo que nunca me metería en política; le debo mucho a la gente”, amplía.
“Hay políticos que no ven la realidad y les falta humanismo. La necesidad la ves y la tocás, si querés”, advierte la titular del comedor social Los Piletones.
Guarda buenos recuerdos de Mauricio Macri, que en sus tiempos de presidente de Boca Juniors llevó a los jugadores de primera división al barrio popular para alegría de los chicos hinchas de ese club porque, como dice Margarita, “no todo es plata”.
“Macri, como jefe de gobierno, levantó el barrio con la urbanización, poniendo luces, dando trabajo a las cooperativas, cosa que también hace Horacio [Rodríguez Larreta]”, detalla. Como presidente, “ha recibido mucha critica de mí porque yo vivo la realidad y cuáles son mis necesidades. A muchos no les gustó. Pido perdón a mucha gente si se ha sentido ofendida. La gente critica pero no sabe cómo vivo ni cuál es mi trabajo. Llueva o caiga piedra estoy aquí. Viene cualquier persona y me encuentra con los portones abiertos de par en par porque es mi vida y si yo critico a un político no lo hago por mala, sino que a la vez le enseño qué es lo que no tiene que hacer. No me gusta que me usen, sino que me den esperanzas y que haya trabajo”.
El actual presidente, Alberto Fernández, también la recibió. “Prometió ayudarme, pero no sucedió”, consigna. En cambio, opina que “el ministro [Juan] Zavaleta se comportó muy bien y es una persona accesible”. No ahorra críticas hacia los Zamora: “En Santiago del Estero no me arreglan las calles; la gente viene descalza al comedor y hay barrios sin luz ni agua muy cerca. No tenemos ayuda de la provincia. Me encantaría que el gobernador fuera a ver lo que hago”.
Para colaborar con Los Piletones
Los interesados en colaborar con Los Piletones pueden llamar al 40191333 o tomar contacto, vía Instagram con @barrientosmargarita. También contactándose en https://fundacionmargaritabarrientos.paypertic.com.ar
Hablemos de otra cosa se emite los sábados, a las 22, por LN+